Hablar y escuchar
Hasta octubre -cuatro meses-, el nuevo Estatuto de Catalu?a espera nuestras peticiones de ciudadanos corrientes y molientes. Todo un verano para dar vueltas a la cosa suena a eternidad si no fuera porque los veranos se escurren de la vida como los cantos de las sirenas mediterr¨¢neas. Pero el Gobierno, y en su nombre el consejero Joan Saura, nos pide opini¨®n directa, con seriedad, sin ¨¦nfasis ni signos de admiraci¨®n, en una escueta frase afirmativa: L'Estatut ¨¦s de tothom. Parla.
Es la primera vez que, en Catalu?a, alguien hace -en p¨²blico y gast¨¢ndose un mont¨®n de dinero de todos- una afirmaci¨®n y una invitaci¨®n de este calibre como para que el asunto pueda pasar inadvertido, aunque sea verano. Parece un intento de sacar a eso que llamamos pol¨ªtica del gueto en el que suele estar. El Gobierno catal¨¢n nos lanza la pelota de esa abstracci¨®n conocida como Estatut: nunca se podr¨¢ decir que no se nos invit¨® a decir lo que nos plazca. "Habla", dicen, quiz¨¢ temiendo -no sin raz¨®n- que una entelequia tan catalana como el Estatut nos deje indiferentes y mudos. En la campa?a, una decena de bocas parecen sugerir: "Pedid y se os dar¨¢". Y est¨¢ sobreentendido: "Si no habl¨¢is no os quej¨¦is".
Joan Saura ha asegurado que el Parlament quiere "tener en cuenta la opini¨®n de los ciudadanos" y para ello se montan contactos en Internet -donde hay un xat amb el Govern de acceso limitado- y toda clase de actos, encuestas, charlas, celebraciones, revistas y hasta un Bus de l'Estatut y un espect¨¢culo llamado Festatut. M¨¢s buena voluntad, imposible. Como colof¨®n: la Setmana de l'Estatut, una especie de f¨®rum intensivo en octubre. O sea, que -aunque los ciudadanos ya hablamos con bastante claridad en las elecciones- se trata de promocionar la marca Estatut y que los ciudadanos compren. ?C¨®mo dejar, pese a todo, sin respuesta a un se?or tan simp¨¢tico y respetuoso como Saura?
El caso es que no sabemos c¨®mo todas estas festividades recoger¨¢n lo que los ciudadanos puedan aportar y, en especial, lo que no coincida con lo planteado previamente por los partidos pol¨ªticos. Porque es seguro que si nos dedicamos a hablar, habr¨ªa muchas cosas que crear¨ªan conflicto, por no mentar las ideas de bombero y las tonter¨ªas, tanto de cada cual como de los partidos pol¨ªticos, que de todo hay en la vi?a del Se?or, sin excepci¨®n. ?Qui¨¦n har¨¢ la selecci¨®n de propuestas, amigos? ?Con qu¨¦ criterios? ?Qu¨¦ pasar¨¢ si los ciudadanos diferimos de los pol¨ªticos? ?Qui¨¦n dar¨¢ respuesta a los mil interrogantes que se plantear¨¢n si la gente habla de verdad? ?Alguien, salvo los enterados, tiene una idea clara de qu¨¦ es el Estatut actual y para qu¨¦ tiene que servir el pr¨®ximo? ?Y si el resumen de los ciudadanos es: "Se?ores pol¨ªticos, bajen a la tierra, g¨¢nense el sueldo y arreglen los precios, las p¨¦rdidas de puestos de trabajo, los abusos y las arbitrariedades burocr¨¢ticas en el sector p¨²blico y en el privado, empleen los dineros p¨²blicos en lo que beneficie a todos y d¨¦jense de entelequias"?
Con esta petici¨®n -Habla- el Gobierno arriesga mucho. Si no hablamos, parecer¨¢ que el Estatut nos da igual. Y si lo hacemos pueden acabar tan desbordados que no tengan otro remedio -para aclararse- que tirar nuestras modestas aportaciones a la basura. ?Cu¨¢ntos frustrados nuevos se crear¨ªan en este caso? ?C¨®mo incorporar lo que se salga de lo previsto? ?C¨®mo identificar una opini¨®n valiosa o una estupidez? ?C¨®mo evitar un festival de coincidencias en torno a los t¨®picos habituales y las consignas a las que tan acostumbrados estamos? Imagino que todo eso estar¨¢ ya previsto, pero para que hablemos hace falta algo b¨¢sico: garant¨ªas de que vamos a ser escuchados, aunque lo que digamos no guste a ninguna ortodoxia ni de gobierno ni de oposici¨®n. El reto est¨¢ sobre la mesa: ?van los ciudadanos siempre por delante de sus l¨ªderes o es al rev¨¦s?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Archivado En
- VII Legislatura Catalu?a
- Opini¨®n
- Consejer¨ªas auton¨®micas
- Estatutos Autonom¨ªa
- Comunidades aut¨®nomas
- Gobierno auton¨®mico
- Generalitat Catalu?a
- Parlamentos auton¨®micos
- Administraci¨®n auton¨®mica
- Pol¨ªtica auton¨®mica
- Catalu?a
- Parlamento
- Espa?a
- Administraci¨®n p¨²blica
- Pol¨ªtica
- Estatutos
- Normativa jur¨ªdica
- Legislaci¨®n
- Justicia