Soldevilla vuelve al f¨²tbol
El defensa del Espanyol retorna al trabajo tras seis meses de baja debido a un trastorno por "d¨¦ficit de atenci¨®n al adulto"
Mediod¨ªa en Montju?c y la monta?a ol¨ªmpica arde abrasada por un sol tan ardiente que s¨®lo puede compararse con el brillo intenso de la mirada de un hombre que volvi¨® ayer al f¨²tbol, por el t¨²nel de vestuarios del estadio Ol¨ªmpico y con una sonrisa enorme, despu¨¦s de haber estado atrapado durante seis meses en un infierno particular que le neg¨® la sensaci¨®n de sentirse futbolista. Para Toni Soldevilla (Barcelona, 1978), recibida el alta m¨¦dica, las tinieblas han desaparecido de su vida.
El 21 de diciembre del pasado a?o el Espanyol jugaba en A Coru?a. El entrenador, Luis Fern¨¢ndez le incluy¨® en la lista de convocados, pese a estar sancionado, consciente de su ascendente en el grupo. Desapareci¨® la noche del s¨¢bado del hotel y nadie supo de ¨¦l hasta el mediod¨ªa del domingo. Acabado el partido, no volvi¨® a Barcelona con la expedici¨®n. Esa noche sabatina se alarg¨® durante seis meses para el central. Hasta ayer, casi nadie volvi¨® a verle. Tres d¨ªas despu¨¦s de haberse reanudado los entrenamientos tras las vacaciones navide?as, el club, por boca de Dani S¨¢nchez Llibre, el presidente, que le reconoci¨® como "patrimonio de la entidad", comunic¨® que el defensa de la cantera no estaba en condiciones para la pr¨¢ctica del f¨²tbol y que causaba baja por enfermedad, sin fijar plazo para su reincorporaci¨®n. "He pasado por una situaci¨®n dif¨ªcil de olvidar pero ha acabado todo", asegur¨® convencido ayer el central, que muchas veces actu¨® de capit¨¢n, y al que tanto se ha echado de menos en Montju?c.
Sobre el zaguero, criado en una barriada de L'Hospitalet en el seno de una familia trabajadora, reaparecieron fantasmas que parec¨ªan superados. Como juvenil vivi¨® tan al l¨ªmite que termin¨® dando positivo por consumo de estupefacientes en un control antidopaje. Ese pecado de juventud gener¨® todo tipo de especulaciones sobre lo que aconteci¨® en A Coru?a aquella noche de diciembre en la que toc¨® fondo y nadie aport¨® luz sobre la verdadera ra¨ªz de su enfermedad.
Su voluntad de volver a empezar y el apoyo de su familia y de sus compa?eros, Tamudo y Morales como nadie, le abrieron el camino de regreso. Despu¨¦s de proclamar que por fin se sent¨ªa "de nuevo futbolista", le dio las gracias al doctor Joan Carles Gonz¨¢lez, al que el club ha relevado de su trabajo en el primer equipo. Fue Gonz¨¢lez quien le llev¨® hasta el doctor Miquel Casas, psiquiatra del Hospital Valle Hebr¨®n de Barcelona y que dirige un departamento reconocido como referente mundial por su trabajo de investigaci¨®n. Casas le diagnostic¨® "un trastorno por d¨¦ficit de atenci¨®n al adulto", una enfermedad que hasta hace bien poco s¨®lo se relacionaba con ni?os, pero que afecta tambi¨¦n a adultos, normalmente profesionales sometidos a trabajo bajo presi¨®n. Las consecuencias hablan de episodios de agresividad, falta de concentraci¨®n, cuadros de rebeld¨ªa y, con facilidad, acaban en consumo de drogas por ataques de ansiedad.
Ingresado en una cl¨ªnica de Valencia durante dos meses, Soldevilla se someti¨® a un tratamiento intensivo cuando regres¨® a Barcelona hasta que ayer present¨® el alta m¨¦dica en las oficinas de Montju?c. Levanta cabeza Soldevilla y aunque sabe que su relaci¨®n con doctor Casas no ha terminado, tambi¨¦n sabe que lo peor ha pasado.
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