La Filmoteca exige garant¨ªas para ir a Tabacalera
La Filmoteca Vasca supedita el traslado de su sede al futuro centro de cultura contempor¨¢nea que se pretende habilitar en el edificio de Tabacalera en San Sebasti¨¢n a que el Gobierno, la Diputaci¨®n de Guip¨²zcoa y el Ayuntamiento donostiarra le ofrezcan los recursos econ¨®micos y materiales suficientes para su buen funcionamiento.
La asamblea general de socios de la Filmoteca tom¨® esta decisi¨®n en la tarde del martes despu¨¦s de analizar el cambio de opini¨®n de dichas instituciones, que, tras respaldar el proyecto arquitect¨®nico y de contenidos para reubicar la entidad privada en la antigua F¨¢brica de Gas de San Sebasti¨¢n, han decidido ahora que su sitio est¨¢ en Tabacalera.
La asamblea resolvi¨® abrir un proceso de negociaci¨®n con las instituciones para tratar de cerrar acuerdos que garanticen el traslado al edificio de Tabacalera en condiciones ¨®ptimas. Los socios se han marcado como plazo el pr¨®ximo 31 de diciembre. Si para entonces logran los pactos que persiguen, deber¨¢n ratificarlos en asamblea. Si, por contra, las administraciones no les dan las garant¨ªas que creen precisas, adoptar¨¢n otras medidas.
El presidente de la Filmoteca, Mart¨ªn Ibarbia, declar¨® la semana pasada a este peri¨®dico que la entidad aspira a recibir las arcas p¨²blicas un m¨ªnimo de 1.200.000 euros al a?o para su funcionamiento. "Somos la ¨²nica filmoteca privada de Espa?a. Llevamos m¨¢s de 25 a?os sustituyendo a la Administraci¨®n en esta tarea por su dejaci¨®n", argument¨®.
La entidad quiere asegurarse tambi¨¦n de que dispondr¨¢ de al menos mil metros cuadrados en el futuro centro de Tabacalera, adem¨¢s de una gesti¨®n aut¨®noma, seg¨²n indic¨® Ibarbia.
Mientras tanto, el Ayuntamiento, que hab¨ªa cedido la F¨¢brica de Gas para albergar la nueva sede de la Filmoteca, ideada por el arquitecto Joaqu¨ªn Montero, sigue sin aclarar qu¨¦ uso va a dar a las antiguas instalaciones industriales. "Un uso p¨²blico, aunque no cultural", se ha limitado a decir el consistorio. Montero, cuyo proyecto contaba incluso con el permiso municipal de obras, no cree que sus dise?os, tal y como estaban planteados, vayan a aprovecharse.
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