Tecnolog¨ªa y sociedad
Desde la revoluci¨®n industrial ning¨²n fen¨®meno ha provocado cambios tan r¨¢pidos y profundos en la sociedad como la introducci¨®n de Internet y las tecnolog¨ªas digitales en la vida cotidiana. En un mundo de desigualdades, su aparici¨®n ha significado la posibilidad de materializar en parte la gran utop¨ªa democr¨¢tica. Los valores de las vanguardias hist¨®ricas del siglo XX: participaci¨®n, colaboraci¨®n e internacionalismo, se han visto renovados y ampliados gracias las posibilidades propias de las redes de comunicaci¨®n digital. Ahora, 10 a?os despu¨¦s de que Internet haya entrado en nuestras casas y tras asistir a una escalada imparable de ofertas digitales, parece ser el momento en que se decide cu¨¢l ser¨¢ la apuesta tecnol¨®gica del futuro: si ser¨¢ una opci¨®n democr¨¢tica, pensada para los usuarios y sus necesidades o si ser¨¢ una opci¨®n autoritaria, comercial y restrictiva.
La tecnolog¨ªa puede ofrecer herramientas de educaci¨®n, independencia, autogesti¨®n y organizaci¨®n, y permitir la conexi¨®n de segmentos sociales que de otra forma se mantendr¨ªan aislados, pero tambi¨¦n todo lo contrario. La tecnolog¨ªa tiene mucho que ver con los tres ejes del F¨®rum, por ello no deja de extra?arme la forma en que se trata este asunto. Para empezar, desde el recinto no se pueden enviar e-mail, ni conectarse a Internet (ni siquiera para ver la excelente web del evento) a menos que se tenga un ordenador con tarjeta para conexi¨®n wireless, es decir, sin cable: una opci¨®n muy ventajosa, aunque a¨²n demasiado elitista. La conexi¨®n de una hora a la red wireless del F¨®rum cuesta seis euros y s¨®lo se puede obtener desde Internet o comprando el acceso en las tiendas del recinto. Entonces, para pagar seis euros la hora, mejor un Internet-caf¨¦, donde por lo menos dan ordenador y mesa. En un F¨®rum que espera visitantes de todo el mundo deber¨ªan haber zonas con ordenadores conectados a Internet que, considerando el precio de la entrada, deber¨ªan ser econ¨®micos (si no gratuitos). De esa forma, entre otras ventajas, los centenares de turistas equipados con c¨¢maras y v¨ªdeos digitales podr¨ªan enviar correos electr¨®nicos con im¨¢genes del F¨®rum a sus amigos y parientes lejanos. Esto, adem¨¢s de proporcionar un servicio que muchos visitantes a?oran, facilitar¨ªa la difusi¨®n de la informaci¨®n, propagando los ideales de los que el F¨®rum se dice portador. Habr¨ªa sido deseable abrir talleres de reapropiaci¨®n tecnol¨®gica, en los que se ense?ara a aprovechar las ventajas de estas nuevas herramientas. Es una pena que durante todo el F¨®rum no haya ning¨²n taller de inform¨¢tica, ni para ni?os (a los que he o¨ªdo preguntar desesperados: "?d¨®nde est¨¢n los ordenadores"?), ni para adultos. Me parece estupendo que se puedan hacer manualidades y conocer las artes ancestrales de pa¨ªses lejanos. De la misma forma me encantar¨ªa que se difundiesen las experiencias de los blogs (diarios digitales que involucran a miles de personas) o se acogiesen talleres de hacktivistas, que rechazan el poder destructivo de las t¨¦cnicas hackers y las utilizan como estrategias de resistencia electr¨®nica creativa.
En el F¨®rum se habla mucho de reciclaje, pero no se trata concretamente el tema de los desechos digitales e inform¨¢ticos, y s¨ª que deber¨ªan preocuparnos las opciones econ¨®micas y pol¨ªticas que, ajenas a soluciones economizadoras e integradoras, crean una falsa continua obsolescencia de los objetos tecnol¨®gicos. El desarrollo puede tomar distintas direcciones como demuestra el Simputer, un ordenador port¨¢til de bajo coste, m¨ªnimo consumo y alta conectividad, que se presenta en los Cubos de las Buenas Ideas junto a otras interesantes propuestas. Sin embargo, su exposici¨®n fragmentada a lo largo del recinto y la imposibilidad de interacci¨®n (todos los artefactos est¨¢n encerrados en cubos de plexigl¨¢s), las hacen parecer experiencias anecd¨®ticas y a veces incluso pasar desapercibidas. Un asunto tan importante como la conexi¨®n a la sociedad de la informaci¨®n de las poblaciones de los pa¨ªses empobrecidos, se merece un an¨¢lisis profundo y soluciones pensadas y desarrolladas para aquellas condiciones, que no se limiten al envio de nuestros equipos viejos. En el F¨®rum, por una parte hay una aproximaci¨®n tecnol¨®gica monumental, espectacular y extremadamente costosa, como en la exposici¨®n Voces, y por otra, instintiva y oculta como en la instalaci¨®n interactiva Juegos de agua. En ambos casos se trata de una tecnolog¨ªa misteriosa y poderosa, lejana, que deja huellas apenas perceptibles.
El arte digital y las investigaciones que a¨²nan el arte y las tecnolog¨ªas de la comunicaci¨®n, son las grandes ausentes de la m¨²ltiple y excelente oferta expositiva del F¨®rum Ciudad. Es cierto que en la mayor¨ªa de exposiciones no ten¨ªan cabida, pero en dos de ellas -precisamente porque se trata de dos exhibiciones de alt¨ªsimo nivel con una selecci¨®n de piezas extraordinarias- se echan de menos. En La condici¨®n humana. El sue?o de una sombra (Museo de Historia de la Ciudad), un magn¨ªfico recorrido sobre la representaci¨®n de la figura humana a trav¨¦s de los siglos, en mi opini¨®n falta una referencia a la revoluci¨®n del concepto de identidad originado por la introducci¨®n de Internet y las tecnolog¨ªas digitales, que tantas obras ha inspirado en la ¨²ltima d¨¦cada. Y en En guerra (Centro de Cultura Contempor¨¢nea), una excepcional exposici¨®n sobre los diferentes aspectos de la guerra y su impacto en el ser humano, he buscado en vano una menci¨®n a la r¨¢pida y creativa respuesta de los artistas que trabajan en la Red a los grandes conflictos contempor¨¢neos. Es cierto que se habla de tecnolog¨ªas de la informaci¨®n en muchos de los di¨¢logos y conf¨ªo especialmente en el ¨²ltimo bloque dedicado a la comunicaci¨®n, que reunir¨¢ a la sociedad civil de la Conferencia Internacional de la Cumbre Mundial sobre la Sociedad de la Informaci¨®n. El hecho de que todos los di¨¢logos se retransmitan por Internet y permitan a los internautas participar con sus preguntas en una fila cero, es una demostraci¨®n del potencial democr¨¢tico e integrador de estos medios. El sitio web (que durante el primer mes ha recibido casi 10 millones de visitas) y los servicios que ofrece a sus usuarios son sin duda el mayor logro de la relaci¨®n entre el F¨®rum y las nuevas tecnolog¨ªas.
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