Cursos de verano para presos
La UNED imparte clases en las c¨¢rceles de Soto del Real y Foncalent
Lo m¨¢s parecido a la realidad: un ponente impartiendo una conferencia y 50 alumnos sentados, escuch¨¢ndole y acribill¨¢ndole despu¨¦s a preguntas. Hasta aqu¨ª, nada raro. Lo mismo ocurre en cientos de cursos de verano que hay repartidos estos d¨ªas por toda Espa?a. La ¨²nica diferencia es que en esta ocasi¨®n la conferencia se impart¨ªa entre rejas. Concretamente, en la c¨¢rcel de Soto del Real, Madrid.
La UNED (donde hay matriculados unos 800 internos), ha organizado este a?o, por primera vez, tres cursos de verano en las c¨¢rceles. Se estrenan Soto del Real (donde tiene m¨¢s alumnos, casi 200), y Foncalent, Alicante. La idea es que los presos tengan tambi¨¦n sus clases estivales, como otros muchos espa?oles, aunque sea sin salir de prisi¨®n.
"Si no te interesan ni las pu?aladas, ni las drogas, ni el patio, estudiar es lo mejor", asegura un interno
Ayer en el curso de Soto tocaba disertar sobre la figura del profeta Mahoma ("por ninguna raz¨®n especial", seg¨²n los organizadores). Lo patrocinaba el Centro Cultural Isl¨¢mico de Madrid e impart¨ªa la conferencia el encargado de asuntos islamistas de la c¨¢rcel, Mohamed Jarchich.
Y los presos -casi ninguno musulm¨¢n- ten¨ªan su bater¨ªa particular de preguntas que hacerle. ?Por qu¨¦ ayunan los musulmanes? ?Por qu¨¦ los fan¨¢ticos islamistas que cometieron los atentados del 11-M cre¨ªan que con sus actos iban a estar m¨¢s cerca de Dios? ?Por qu¨¦ las mujeres musulmanas no pueden rezar cuando tienen la regla? ?Por qu¨¦ los hombres est¨¢n casados con varias mujeres a la vez y las mujeres no pueden hacer lo propio con los hombres? ?Por qu¨¦ los musulmanes no comen carne de cerdo?
Ni un respiro al conferenciante. La mayor¨ªa de preguntas ten¨ªan acento suramericano. Y una curiosidad: ninguno de los miembros de Al Qaeda internos en la c¨¢rcel de Soto se hab¨ªa acercado por el curso, seg¨²n los organizadores, a pesar de que se les iban a hablar del profeta Mahoma.
El que s¨ª estuvo en primera fila era el preso Jos¨¦ Joaqu¨ªn. De pelo blanco, polo Lac?ste y abuelo ya, daba su opini¨®n sobre esta experiencia en la c¨¢rcel: "No ha estado mal, pero la conferencia me ha parecido floja en cuanto a datos hist¨®ricos. Y adem¨¢s, desde que hemos empezado a preguntarle se le han llevado r¨¢pido".
Este interno estudia Derecho en prisi¨®n. "Es lo m¨¢s conveniente cuando tienes que estar aqu¨ª", dice, "por eso de que tienes que luchar, hacer recursos, pelearte con el juez...". Y asegura: "Si no te interesan ni las pu?aladas, ni las drogas, ni el patio, estudiar es lo mejor". ?l se define como "un delincuente que jug¨® y que ha perdido".
Tambi¨¦n asisti¨® al curso Fany, de 22 a?os y venezolana. Y no estaba tampoco muy contenta con el ponente: "Sus explicaciones han sido muy ambiguas, porque defender una religi¨®n no significa vejar a la mujer". A Fany, estudiante de administraci¨®n de personal en su pa¨ªs, le pillaron pasando drogas. Habla con mucha propiedad: "Que seas un reo no significa que seas menos culto que los de la calle".
Al rev¨¦s. La directora del programa de estudios universitarios en centros penitenciarios de la UNED, Alicia Rodr¨ªguez, da fe de ello: "El rendimiento acad¨¦mico aqu¨ª es muy similar al de los alumnos de fuera: hay algunos muy brillantes y algunos muy vagos. En la c¨¢rcel se repiten las modas de la calle: cada vez hay m¨¢s gente que quiere estudiar Empresariales o Turismo".
Se trata de una manera m¨¢s de "evitar el patio", de mantenerles la cabeza ocupada. "Es vital si queremos reinsertarles: que la vida en la prisi¨®n sea lo m¨¢s parecida a la de afuera".
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