Arte preso
Acabada la guerra civil espa?ola, el Reformatorio de Adultos de Alicante, as¨ª como el resto de prisiones del territorio nacional, se fue llenando hasta el l¨ªmite de sus muros de reclusos vinculados en mayor o menor medida al bando perdedor. Entre la poblaci¨®n penitenciaria (un escalofriante hervidero humano) se hallaban, como bien es sabido, intelectuales, artistas y poetas de sino tr¨¢gico. Tenemos noticia de muchos versos escritos en la penumbra de una celda entre la miseria y la angustia, pero poco o nada conoc¨ªamos del abundante material gr¨¢fico que muchos pintores perge?aron sobre un mal papel, con l¨¢pices elementales y frente a un pelot¨®n de presos abatidos por la condena y la desesperanza, ante el rostro de un compa?ero que ser¨¢ probablemente fusilado con el amanecer o una imaginada estampa de ni?os que juegan al veo-veo con la libertad m¨¢s all¨¢ de las rejas.
Retratos, escenas carcelarias, dibujos coloreados para Carmen y Ricardillo o estampas religiosas para redimir la pena conforman la valiosa colecci¨®n que estos d¨ªas se exhibe en el palacio de la Diputaci¨®n de Alicante gracias a la gesti¨®n y al rescate llevados a cabo por el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert. Una cadena de contactos que nace en Paco Agramunt y que conduce directamente a Ricardo Fuente Caama?o, hijo del ilustrador y catedr¨¢tico de Dibujo del Instituto de Alicante Ricardo Fuente Alcocer, ha hecho posible que una colecci¨®n extraviada en el tiempo, dormida en carpetas durante m¨¢s de sesenta a?os y de la que muy pocos ten¨ªan conocimiento, salga felizmente del letargo.
Ahora, la generosidad de Ricardo Fuente (ese ni?o que naci¨® y pas¨® los primeros meses de su vida en una celda, junto a su madre), unida a la de aquel padre encarcelado que realiz¨® espl¨¦ndidos retratos y recogi¨® del olvido otras obras condenadas a perecer (dibujos y acuarelas de Gast¨®n Castell¨®, Melchor Aracil, Gonz¨¢lez Santana o Abad Mir¨®), ha volado en pedazos el silencio de los muros y nos ha puesto delante, a nuestra altura humana, aquel arte preso que es ahora sustancia en libertad, canto fecundo.
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