El delicioso regalo de los sij
La comunidad del Punjab ofrece platos de su cocina a la comunidad religiosa
Los hombres sij de mediana edad que han acudido al Parlamento de las Religiones -de blanco blanqu¨ªsimo, impecable turbante y cuidada barba- emplean un buen rato para explicar sus creencias y tradiciones. En cambio, las j¨®venes que preparan los deliciosos platos que alimentan a los participantes del encuentro -con saris de vivos colores y abundante maquillaje- son mucho m¨¢s directas: "Los sijs salimos en la pel¨ªcula Quiero ser como Beckham, la de la joven sij de Londres que quiere ser futbolista y su padre se opone, y en La boda del monz¨®n, la de la familia de sijs que viven por todo el mundo y se reencuentran en la India despu¨¦s de a?os si verse".
Sin gota de frivolidad pero s¨ª con esp¨ªritu pr¨¢ctico, Manvir y Rupi, de 18 a?os, hablaban ayer en correcto castellano de su religi¨®n, de la importancia del di¨¢logo y de la experiencia de cocinar de forma voluntaria para miles de personas.
Es el regalo que ofrecen los sij al resto de participantes en el Parlamento para festejar el 400? aniversario de sus textos sagrados y se ha convertido en la cita diaria que nadie en la troupe del F¨®rum se quiere perder.
Manvir y Rupi son estudiantes y se han desplazado desde Birmingham, la ciudad brit¨¢nica que alberga la mayor comunidad sij de Europa y de la que proviene el grueso de los 350 voluntarios del comedor de los participantes en el Parlamento. Muchos de estos cooperantes se alojan en las tiendas de campa?a militares y utilizan la infraestructura que en agosto acoger¨¢ a los participantes en el Festival Mundial de la Juventud. "Se est¨¢ tan bien, junto al mar...", suspiraba Rupi.
En total, los sijs son 20 millones: dos tercios viven en el Punjab, la regi¨®n india de donde son originarios, y el resto est¨¢ repartido por todo el mundo: en Gran Breta?a existen 600.000 fieles. "Las cinco claves del sijismo son: el pelo, que no se puede cortar y cubrimos con pa?uelos las mujeres y con turbantes los hombres; la kara, una pulsera de plata artesanal que luci¨® el guru fundador y que todos llevamos; la daga que llevan los hombres escondida bajo la ropa; el kanga, un peque?o peine que simboliza la pureza; y los pantalones blancos tipo bombacho que utilizamos de ropa interior", explicaba ayer Manvir mientras troceaba peque?as patatas a toda velocidad.
Las manos, como las de Rupi, decoradas con henna y con las u?as pintadas de mil colores, remov¨ªan posteriormente el tub¨¦rculo con yogur.
"Cocinamos platos sij, como tortas de harina, garbanzos guisados o arroz al curry, y recetas de todo el mundo, como patatas fritas, arroz con verduras, ensaladas de queso y tomate, o pasta", continuaba sin parar de remover y mirando de reojo a una mujer mayor que le daba prisa con la mirada. Todos los platos son vegetarianos, porque los sij no comen carne, pescado ni huevos. Y riegan la comida con agua o Somos 51, un refresco de cola y guaran¨¢.
Tanto la cena del mi¨¦rcoles como la comida de ayer fueron multitudinarias y una nueva muestra del colorido que esta semana puebla el F¨®rum. La bienvenida la daban las estanter¨ªas en las que los comensales deb¨ªan depositar sus zapatos.
Tras lavarse las manos y taparse la cabeza con un pa?uelo blanco, se trataba de sentarse en el suelo formando hileras.
As¨ª comen los sijs, todos juntos y en el suelo, para eliminar las diferencias que separan a las castas de la India y que ellos no reconocen, seg¨²n explicaba ayer Karpar Singh, un catal¨¢n que adopt¨® la fe sij hace 15 a?os y que lleva meses preparando desde Barcelona la iniciativa del comedor junto a la organizaci¨®n de Birmingham que ha gestionado el dispositivo. Singh significa 'le¨®n', y es la denominaci¨®n que reciben todos los hombres sij.
La de las mujeres es kaur, princesa. Esta vez, leones y princesas comparten mesa con sus hom¨®logos de decenas de religiones bajo la carpa instalada junto a la Mar Bella, en el mismo solar que hace s¨®lo unas semanas acog¨ªa las casetas de agupaciones andaluzas, el pesca¨ªto frito y las sevillanas de la Feria de Abril. Es el F¨®rum.
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