"La religi¨®n ha de ir por delante de la cultura", afirma Aminah Assilmi
La presidenta de la Uni¨®n Internacional de Mujeres Musulmanas, en el Speaker's Corner
Como todo en el mundo, una religi¨®n no es uniforme. Hay tantas visiones de ella como creyentes en este planeta. La que propuso ayer la presidenta de la Uni¨®n Internacional de Mujeres Musulmanas, Aminah Assilmi, en el Speaker's Corner del F¨®rum es la del fundamentalismo, que trata de que los fieles se queden sobre todo con la esencia del islam. "La religi¨®n ha de ir por delante de la cultura", afirm¨®.
Para explicarlo, Assilmi recuerda sus d¨ªas de maestra de escuela en Kentucky (Estados Unidos), su ciudad natal, donde ense?aba a sus alumnos las reglas b¨¢sicas de gram¨¢tica y matem¨¢ticas. "En el islam es lo mismo, hay unos principios fundamentales, como creer en Dios, rezar, la caridad...", dijo. "No se ha de confundir con el fanatismo", advirti¨®.
Assilmi cuenta entre risas su conversi¨®n al islamismo: "Yo fui baptista hasta casi los 40 a?os. En 1977, inici¨¦ una investigaci¨®n a fondo sobre el Cor¨¢n para ver c¨®mo se pod¨ªa convencer a los musulmanes para que se pasaran al cristianismo. Pero descubr¨ª en el libro una gu¨ªa para la vida que me convenci¨® enseguida". Su nueva confesi¨®n pronto supuso el rechazo de la ciudad en la que viv¨ªa. "Era productora de televisi¨®n, y cuando en el trabajo me vieron con el velo, me despidieron". Sus vecinos tampoco encajaron su decisi¨®n y empezaron a hacerle comentarios como "?vuelve a tu pa¨ªs!". "Menuda paradoja fue o¨ªr todo eso. Yo soy india cherokee, lo que significa que tengo muchos m¨¢s ancestros en Estados Unidos que todos los que clamaban para que me fuera".
Assilmi rechaza cualquier discriminaci¨®n contra la mujer, como demuestra su activismo a favor de los derechos de las musulmanas. "La sumisi¨®n no depende de la religi¨®n, sino que se da en muchos lugares y culturas del mundo. Si un hombre me grita, yo lo har¨¦ m¨¢s fuerte. Y si me pone la mano encima, pues mejor que se busque otro lugar para vivir", asegur¨®.
La mujer, sostiene, debe ser aut¨®noma en sus decisiones, y una de ellas es la de llevar o no un velo.
A una persona del p¨²blico que le record¨® la marginaci¨®n de la mujer en muchos pa¨ªses musulmanes, Assilmi respondi¨®: "Ah¨ª est¨¢ el error. No se puede confundir la religi¨®n con la cultura. Nosotras promovemos que la religi¨®n siempre vaya por delante de las tradiciones, porque ¨¦stas a menudo comportan formas de discriminaci¨®n con las que no estamos de acuerdo. Si se prioriza la religi¨®n y, en concreto, sus fundamentos, haremos frente a muchas de estas situaciones".
Otra persona quiso ahondar en la pregunta: "Pero en las mezquitas las mujeres os situ¨¢is detr¨¢s de los hombres...". Assilmi contest¨® con humor. "Exacto, porque todos sabemos lo que pasa con nuestros vestidos y traseros cuando nos ponemos a rezar. Si nos ponemos detr¨¢s, aprovechamos y les vemos el color de los calzoncillos que usan", brome¨®, no sin ruborizarse.
La asociaci¨®n que preside Assilmi, que cuenta con 7.000 socias en todo el mundo, fomenta las relaciones de vecindad de las mujeres musulmanas. Tambi¨¦n colabora econ¨®micamente con sus comunidades para demostrar su compromiso con la sociedad en la que viven.
La presidenta de la entidad lamenta que la sociedad estadounidense a¨²n no acepte la presencia de mujeres con velo en sus calles. "Barcelona es muy diferente. He perdido el miedo a ir por la calle y no me he sentido nada discriminada. Y aqu¨ª las mujeres pueden decidir si quieren llevar el pa?uelo". Una joven asistente a la charla, que afirm¨® ser musulmana, la contradijo: "Cr¨¦ame, no es nada f¨¢cil llevar el pa?uelo".
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