Padrinos en Mosc¨²
El asesinato a balazos en Mosc¨² de Paul Klebnikov, director de la edici¨®n rusa de Forbes, ha puesto de manifiesto lo peligroso que es ejercer esta profesi¨®n en una Rusia en la que los ¨¢mbitos de la libertad de prensa se van reduciendo bajo la presi¨®n de las mafias, los oligarcas y un asfixiante Ejecutivo. El periodista, de origen estadounidense, hab¨ªa escrito libros de investigaci¨®n sobre los oligarcas y sobre Chechenia. El crimen, cuyos motivos no est¨¢n claros, ha conmocionado a la sociedad rusa, que ayer vivi¨® un nuevo sobresalto al intervenir el Gobierno de Putin en la petrolera Yukos, de la que depende una quinta parte de la extracci¨®n de crudo en el pa¨ªs.
Putin lleva tiempo en lucha contra los oligarcas que intentan entrometerse en su pol¨ªtica. En el caso de Yukos, doblemente, pues en unos tiempos de incertidumbre en los mercados de crudo, derivada en parte de la guerra de Irak, Putin no puede permitirse que Rusia deje de bombear. El presidente ha dejado meridianamente claro que las decisiones empresariales que tienen consecuencias en la pol¨ªtica exterior, como ocurre con el sector energ¨¦tico, no pueden estar puramente en manos privadas. Pero lleva acogotando a Yukos en varios frentes: judicial, fiscal y policial. Yukos deb¨ªa 1.000 millones de d¨®lares a acreedores privados y 3.400 millones en impuestos atrasados al Estado ruso s¨®lo por el ejercicio de 2000. Ayer, en un signo claro de que el Ejecutivo pretende coger las cosas en su mano en un pa¨ªs en que la separaci¨®n de poderes es pura ficci¨®n, la justicia mand¨® inmovilizar todos los activos de la empresa.
El gesto, un empuj¨®n hacia la bancarrota o hacia la estatalizaci¨®n de Yukos, est¨¢ dirigido en primer lugar contra su primer accionista, Mija¨ªl Jodorkovski, actualmente en la c¨¢rcel por evasi¨®n de impuestos y desfalco, al que Forbes ha atribuido una fortuna personal de 15.200 millones de d¨®lares. Pese al origen oscuro de estas fortunas y empresas, no parece que el Ejecutivo de Putin vaya a tranquilizar de este modo a los inversores, aunque el sector petrolero sea un valor seguro en este pa¨ªs. El clima de inseguridad que se est¨¢ creando podr¨ªa rebotar contra Putin, cuyas reformas est¨¢n estancadas. Las colas de ciudadanos para sacar dinero de las cuentas bancarias ante la falta de garant¨ªas son una prueba de desconfianza para el que ser¨¢n un mero paliativo los intentos del Parlamento de calmar los ¨¢nimos con una ley que garantice los dep¨®sitos. El problema de la Rusia de Putin, con unos m¨¦todos autoritarios propios del r¨¦gimen comunista, no es tanto una falta de leyes, sino un abuso de poder del Gobierno.
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