"Hay demasiados malos poetas que no conocen sus propios l¨ªmites"

Miguel ?ngel Arcas (Granada, 1956) es el autor de Aforemas, uno de los libros m¨¢s atrevidos que han aparecido este a?o y en el que se apuesta por un g¨¦nero h¨ªbrido entre la poes¨ªa y el aforismo. Publicado por la Fundaci¨®n Lara, de la editorial Planeta, est¨¢ a punto de agotar la primera edici¨®n nacional. Arcas ha publicado otros libros de poemas como Los sue?os del realista (Premio Nacional Miguel Hern¨¢ndez de Poes¨ªa) o El baile, dirige la editorial Cuadernos del Vig¨ªa y trabaja como promotor cultural.

Pregunta. ?En qu¨¦ consisten los aforemas?

Respuesta. Es un intento de mestizaje basado en la utilizaci¨®n de diversos procedimientos po¨¦ticos para formular el pensamiento. Es una manera de unir la solidez del pensamiento con la naturaleza l¨ªquida de la poes¨ªa. Un pensar po¨¦tico cifrado en la paradoja o en la fractura de la evidencia con el objetivo de poner en duda ciertos aspectos de la realidad.

P. ?Ser breve y saciar?

R. El aforema necesita ser breve, esa brevedad le permite ser eficaz y, como dec¨ªa Jos¨¦ Bergam¨ªn, no tiene que ser cierto ni incierto, sino certero.

P. ?Se trata de un g¨¦nero dentro de otro g¨¦nero?

R. La literatura es una y los g¨¦neros s¨®lo son diferentes procedimientos para escribir sobre una misma cosa. El aforema es la b¨²squeda de un registro para decir lo que quiero decir. Uno de los propios aforemas resuelve esta cuesti¨®n: Desconf¨ªo de aquellas ideas que no puedan / decirse en un poema. / Desconf¨ªo de toda poes¨ªa / que no pueda entregarnos una idea.

P. ?C¨®mo surge un aforema?

R. Igual que un poema. El germen nace en cualquier lugar y en cualquier estado an¨ªmico, en diferentes situaciones de la vida que despu¨¦s van tomando forma literaria, se construyen y se definen apartando el ropaje hasta quedar con la limpieza que necesita toda expresi¨®n breve.

P. ?Qu¨¦ le ha aportado el mundo de la edici¨®n?

R. Quebraderos de cabeza. Pero tambi¨¦n la posibilidad de conocer a algunos escritores que merecen ser llamados de este modo. Ser editor es una locura, una osad¨ªa muy dif¨ªcil de entender desde fuera pero que desde dentro se vive como un veneno al que no se puede renunciar. Editar es otra manera de hacer literatura.

P. ?Hay demasiados poetas?

R. S¨ª. Hay demasiados malos poetas. No lo digo por culpar a nadie o porque me parezcan despreciables. Lo que no es l¨®gico es que haya gente que no se haya dado cuenta a¨²n de sus propios l¨ªmites y siga creyendo que la literatura le va a otorgar alg¨²n tipo de eternidad. Hay otros que escriben para entenderse a ellos mismos y a la realidad que les rodea. Estos no tienen ninguna pretensi¨®n y me parecen mucho m¨¢s dignos. Desde este planteamiento casi todo el mundo podr¨ªa ser poeta.