El Gobierno de Aznar tard¨® una semana en aprobar un plan de seguridad tras el 11-M

"Honradamente le dir¨ªa que la polic¨ªa pas¨® mucho miedo de que hubiera otro atentado, eso es lo que pasamos y por lo que trabajamos aceleradamente". Evitar que se repitiera una masacre de similares proporciones deber¨ªa haber sido la preocupaci¨®n prioritaria despu¨¦s del 11-M, seg¨²n atestiguan las palabras pronunciadas el pasado jueves ante la comisi¨®n de investigaci¨®n del Congreso por el ex subdirector operativo de la Polic¨ªa Pedro D¨ªaz-Pintado. Sin embargo, el Gobierno tard¨® una semana, hasta el 17 de marzo, en aprobar un basto plan de seguridad para hacer frente a la amenaza.

Expertos antiterroristas tildan de "desprop¨®sito" las manifestaciones que convoc¨® Aznar el 12-M

D¨ªaz-Pintado ten¨ªa motivos para estar preocupado. El comando que perpetr¨® los ataques contra los trenes -siete de cuyos miembros se suicidaron el 3 de abril en Legan¨¦s (Madrid)- estaba intacto, dispon¨ªa de casi 50 kilos de dinamita Goma 2 y voluntad de seguir matando, como demostr¨® al poner un artefacto en la v¨ªa del AVE un d¨ªa antes de inmolarse.

Sin embargo, el Gobierno del PP hizo gala de una sorprendente falta de reacci¨®n. Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar no convoc¨® la Comisi¨®n Delegada para Situaciones de Crisis hasta el 17 de marzo, tres d¨ªas despu¨¦s de las elecciones, ya que la reuni¨®n celebrada en La Moncloa en la ma?ana del 11-M, de la que no se levant¨® acta, s¨®lo fue un encuentro informal del presidente con sus m¨¢s cercanos colaboradores en la que no se adopt¨® ning¨²n acuerdo.

Tampoco se tom¨® ninguna decisi¨®n, ni se levant¨® acta, de la reuni¨®n que la c¨²pula del Ministerio del Interior mantuvo simult¨¢neamente en la sede de su departamento y que Ruiz-Pintado defini¨® como una "tormenta de ideas" en torno a la autor¨ªa del atentado. El Consejo de Ministros del viernes 12 se limit¨® a aprobar sendos decretos para conceder la nacionalidad espa?ola, o la residencia legal, a las v¨ªctimas extranjeras del 11-M y a sus familiares directos.

Fuentes del anterior equipo de Interior sostienen que no hac¨ªa falta poner en marcha un plan de seguridad porque las Fuerzas de Seguridad del Estado, m¨¢s de 100.000 efectivos, ya estaban en m¨¢xima alerta con motivo de las elecciones y esta situaci¨®n, que deber¨ªa haberse desactivado al cierre de las urnas, se mantuvo con car¨¢cter indefinido hasta que empez¨® a aplicarse el nuevo plan de seguridad.

En Madrid, la alerta se puso en marcha el 10 de febrero e incluy¨® el refuerzo de la capital con cinco Unidades de Intervenci¨®n Policial (UIP), casi 700 agentes en total. Sin embargo, este dispositivo se demostr¨® ineficaz para evitar la masacre del 11-M, a pesar de que las estaciones de tren figuraban entre los objetivos a vigilar, e insuficiente para enfrentarse a la nueva amenaza.

As¨ª lo reconoci¨® el propio Gobierno al aprobar, con casi una semana de retraso, el llamado "Plan de Medidas Adicionales de Prevenci¨®n", que no s¨®lo implicaba a las Fuerzas de Seguridad del Estado sino tambi¨¦n a las Polic¨ªas Auton¨®micas y Locales y a las Fuerzas Armadas.

Expertos antiterroristas consideran que el Gobierno, adem¨¢s de dar muestras de par¨¢lisis entre el 11 y el 14 de marzo, cometi¨® un "verdadero desprop¨®sito": la convocatoria de las manifestaciones multitudinarias del d¨ªa 12.

Frente a un terrorismo cuyo objetivo demostrado era causar el mayor n¨²mero posible de v¨ªctimas, sacar a millones de personas a la calle supon¨ªa brindarle un blanco f¨¢cil.

Pero, aunque un atentado contra las manifestaciones no pasara del terreno de la hip¨®tesis, la decisi¨®n tuvo consecuencias pr¨¢cticas: la marcha de Madrid -en la que participaron, entre otros, miembros de la familia real y los primeros ministros de Italia, Francia y Portugal, as¨ª como el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi- oblig¨® a movilizar a miles de polic¨ªas para protegerla. "Esos agentes", afirman las fuentes consultadas, "hubieran sido mucho m¨¢s ¨²tiles realizando controles o rastreos a la b¨²squeda de los terroristas o vigilando posibles objetivos".

La decisi¨®n de convocar las manifestaciones del d¨ªa 12 la tom¨® personalmente el 11-M por la ma?ana Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, sin consultar con los expertos en seguridad, ni con los partidos de la oposici¨®n, a los que se le comunic¨® como un hecho consumado.

Las primeras reuniones para elaborar el plan de seguridad tuvieron lugar el lunes 15 por la tarde. A lo largo del martes, los directores de la Polic¨ªa y la Guardia Civil, con el secretario de Estado de Seguridad, intercambiaron documentos, que se plasmaron en el texto llevado por el ministro del Interior, ?ngel Acebes, a la Comisi¨®n Delegada de Situaciones de Crisis del mi¨¦rcoles.

Pero lo que sali¨® de dicha reuni¨®n no fue un plan cerrado, sino un documento gen¨¦rico que tuvo que ir concret¨¢ndose en los d¨ªas siguientes. El mismo mi¨¦rcoles por la ma?ana las comisar¨ªas de Madrid recibieron una llamada de la jefatura provincial en la que se les ped¨ªa que elaborasen, a la mayor urgencia, un informe sobre posibles objetivos terroristas en su demarcaci¨®n y dispositivos necesarios para protegerlos.

Algo similar ocurri¨® en Defensa, que hasta d¨ªas despu¨¦s de aprobado el plan no tuvo lista la denominada Operaci¨®n Romeo May, al amparo de la cual se han movilizado una media de 1.900 militares para la vigilancia de 37 objetivos estrat¨¦gicos. El propio Acebes tuvo que reconocer, al presentarlo p¨²blicamente, que el plan se aplicar¨ªa paulatinamente.

Esta situaci¨®n contrasta con la de pa¨ªses vecinos, como Francia, que el 12 de marzo activ¨® el Plan Vigipirate, que implicaba la participaci¨®n de las Fuerzas Armadas en la vigilancia de aeropuertos o estaciones de tren. El presidente franc¨¦s, Jacques Chirac, reuni¨® ese mismo d¨ªa en el El¨ªseo su Gabinete de Crisis, mientras que el 14 de marzo el canciller alem¨¢n, Gerhard Schr?der, convoc¨® su Gabinete de Seguridad y el Gobierno italiano moviliz¨® al Ej¨¦rcito. El espa?ol lo har¨ªa tres d¨ªas despu¨¦s.

Acebes afirm¨® que el plan hab¨ªa tardado casi una semana en aprobarse porque su preparaci¨®n "requiere tiempo". Lo extra?o es que Espa?a no cuente, como Francia desde 1978, con un plan de car¨¢cter permanente para enfrentarse a estas situaciones y que tuviera que ponerse a elaborarlo una vez consumado el 11-M. Eso demuestra, a juicio de los expertos, que la amenaza del terrorismo internacional, de car¨¢cter masivo e indiscriminado, nunca se tom¨® en serio.

A estos efectos, agregan, el hecho de que la autor¨ªa correspondiera o no a ETA resultaba irrelevante. "Si ETA estaba detr¨¢s del 11-M, eso significaba que hab¨ªa cambiado sus m¨¦todos y el Estado tambi¨¦n deb¨ªa cambiarlos".