Berlusconi podr¨¢ seguir siendo due?o de todo su imperio

La ley italiana sobre conflicto de intereses fue finalmente aprobada ayer de forma definitiva con 268 votos a favor, 221 en contra y 2 abstenciones. Los parlamentarios acordaron el texto 1.153 d¨ªas despu¨¦s de que Berlusconi declarase, al inicio de la legislatura, que ser¨ªa una realidad antes de que pasasen 100 d¨ªas. Con la nueva legislaci¨®n, el primer ministro podr¨¢ seguir siendo el propietario de su imperio medi¨¢tico, aunque tendr¨¢ que abandonar su gesti¨®n.

Esta ley, de la que se habla desde hace diez a?os, es la primera en Italia que regular¨¢ la concentraci¨®n en una sola persona de intereses econ¨®micos privados y de cargos p¨²blicos. La norma afectar¨¢ al primer ministro, al vicepresidente, los ministros, viceministros, subsecretarios, comisarios extraordinarios del Gobierno, presidentes de las provincias y a los alcaldes de ciudades o localidades de m¨¢s de 300.000 habitantes.

La ley ha sido redactada por Franco Frattini (Forza Italia), y en ella se definen los casos en los que hay conflicto de intereses: cuando se realiza (o se omite) un acto de Gobierno (o un acto con valor de ley) que determina una ventaja patrimonial para un miembro del Gobierno, su c¨®nyuge o alg¨²n pariente hasta el segundo grado, al mismo tiempo que conlleva un da?o para el inter¨¦s p¨²blico. El control de los eventuales casos de incompatibilidad correr¨¢ a cargo de la Autoridad Antimonopolio en los casos generales de propiedad industrial. En el caso de las actividades editoriales, la competencia recaer¨¢ sobre la Autoridad Garante de las Comunicaciones, que podr¨¢ sancionar a las empresas con multas equivalentes a la ventaja econ¨®mica derivada del acto en conflicto. Adem¨¢s, las sanciones pol¨ªticas contra los miembros del Gobierno y las eventuales decisiones sobre la anulaci¨®n de los actos ser¨¢n controladas por el Parlamento.

Con esta nueva legislaci¨®n, Silvio Berlusconi, el hombre m¨¢s rico de Italia, podr¨¢ seguir siendo primer ministro y al mismo tiempo propietario de Mediaset, su gigantesco grupo medi¨¢tico, que cuenta con varias televisiones, editoriales y peri¨®dicos, siempre y cuando no lo gestione personalmente. Por otra parte, el jefe del Gobierno podr¨¢ continuar a la cabeza del equipo de f¨²tbol Milan A. C., ya que la ley no prev¨¦ ninguna incompatibilidad en este caso.

Los efectos pol¨ªticos de la aprobaci¨®n de la Ley de Conflicto de Intereses no se hicieron esperar. Mientras los miembros de Forza Italia, el partido de Berlusconi, se congratulaban, Luciano Violante, el l¨ªder en el Parlamento de los Dem¨®cratas de Izquierda, declar¨®: "Es una ley que no sirve para nada y que denunciaremos ante el Parlamento Europeo porque va en contra de todas las directivas europeas".

El secretario general de la Federaci¨®n Nacional de la Prensa Italiana, Servente Longhi, declar¨® que "esta ley, junto a la ley Gasparri sobre la concentraci¨®n medi¨¢tica que permiti¨® a Berlusconi no vender la cadena de televisi¨®n Rete4, y otras iniciativas que penalizan la prensa escrita, las televisiones y la radio que est¨¢n fuera del control de Berlusconi, refuerzan los intereses del primer ministro y perjudican cualquier posibilidad de garantizar el pluralismo y el derecho de los ciudadanos a ser informados".

La aprobaci¨®n del texto se enmarca en la reuni¨®n, estos d¨ªas, de la Casa de las Libertades, la coalici¨®n de Gobierno de Berlusconi, sumida en una grave crisis. La decisi¨®n aparece como un intento de calmar los ¨¢nimos de Marco Follini (Uni¨®n de Dem¨®cratas Cristianos). Follini insist¨ªa sobre la aprobaci¨®n de esta ley en una carta que mand¨® el pasado s¨¢bado a Berlusconi y en la que enumeraba sus exigencias para que permanezca en el Gobierno. La UDC se reunir¨¢ el viernes para decidir de su eventual salida.