La historia de un falso ataque antisemita
La historia parec¨ªa terrible. Una joven mam¨¢ denuncia haber sido agredida por una banda de "magreb¨ªes y negros" en un tren de cercan¨ªas; cuchillos que rasgan su vestido y le dejan marcas en el cuerpo, un spray con el que le pintan cruces gamadas, un beb¨¦ que cae al suelo, injurias contra los jud¨ªos; todo, en medio de la indiferencia de una veintena de viajeros. El relato prendi¨® como la p¨®lvora no s¨®lo por la r¨¢pida condena del presidente Jacques Chirac, sino por el miedo que, indiscutiblemente, la sociedad francesa tiene a los inmigrantes.
La denuncia fue presentada el viernes 9 de julio. Un certificado m¨¦dico privado y un examen en una instituci¨®n oficial verificaron las heridas de la mujer y un peque?o hematoma en la cabeza de su hija. El s¨¢bado por la tarde, los servicios del ministro del Interior, Dominique de Villepin, avisaron a la presidencia; a las diez de la noche, Chirac expres¨® su horror por la "agresi¨®n antisemita" y exigi¨® la localizaci¨®n de los autores. La cascada de reacciones llen¨® todo el domingo; el Partido Comunista convoc¨® una manifestaci¨®n para el lunes.
La polic¨ªa pidi¨® cooperaci¨®n a los testigos, pero el domingo no apareci¨® nadie, ni el lunes, d¨ªa en que Nicole Guedj, miembro del Gobierno encargada de "los derechos de las v¨ªctimas", recibi¨® a la denunciante y la encontr¨® "sincera". La polic¨ªa analiz¨® las cintas grabadas en las estaciones, interrog¨® a los empleados, insisti¨® en pedir testigos: nada. Las sospechas de falsedad comenzaron al aparecer denuncias anteriores de la misma mujer, que no hab¨ªan conducido a resultado alguno.
Examen psiqui¨¢trico
El martes, el diario Le Figaro public¨® unas declaraciones de un entrevistado an¨®nimo (otro hecho extraordinario) que presentaba a la denunciante como una perturbada mental. La mujer fue detenida por la tarde y, seg¨²n el fiscal del caso, reconoci¨® haberse infligido a s¨ª misma las marcas de las cuchilladas y haber trazado cruces gamadas en su cuerpo. Se ignoran sus motivos, lo mismo que los de su compa?ero, tambi¨¦n detenido. Los dos han sido sometidos a ex¨¢menes psiqui¨¢tricos.
Los diarios entonaron ayer el mea culpa por haber participado en la histeria colectiva. En el inconsciente de la sociedad sigue habiendo diferencias entre "los franceses" y "las comunidades" de otros or¨ªgenes. Al propio Chirac se le escap¨® ayer el lamento de que "nuestros compatriotas jud¨ªos, musulmanes o simplemente franceses" sean agredidos por no pertenecer o no ser originarios "de tal o tal comunidad", no sin lamentar este ¨²ltimo episodio. Para el Movimiento contra el Racismo y por la Amistad entre los Pueblos (Mrap), el resultado de esta historia es que "las poblaciones de los suburbios" (de mayor¨ªa inmigrante) se ven estigmatizadas de nuevo.
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