"No s¨¦ c¨®mo Armstrong podr¨¢ convencer a todos de su inocencia"
Triple vencedor del Tour (1986, 1989 y 1990), Greg LeMond fue el primer estadounidense en ganar esta gran vuelta. Desde que L.A. Confidentiel -ibro de investigaci¨®n dedicado a Lance Armstrong en el que aparece el testimonio de Lemond- fue publicado, afirma haber sido objeto de presiones para callarle. La distribuidora de su empresa de bicicletas, LeMond Bikers, es Trek, uno de los principales patrocinadores del US Postal.
Pregunta. Su esposa, Kathy, cuenta en L.A. Confidentiel que en julio de 2001, Lance Armstrong le llam¨® para acusarle de haber tomado EPO durante su carrera...
Respuesta. Su llamada me sorprendi¨® mucho, porque se mostr¨® muy violento y amenazador. Lance dec¨ªa que yo no habr¨ªa podido ganar el Tour sin EPO (eritropoyetina), que favorece la multiplicaci¨®n de los gl¨®bulos rojos. Es totalmente falso porque en aquella ¨¦poca todav¨ªa no hab¨ªa EPO. Una semana antes, conced¨ª una entrevista al Sunday Times en la que expres¨¦ mi opini¨®n sobre Michele Ferrari
"Lance est¨¢ dispuesto a hacer lo que sea para guardar su secreto; en el ciclismo no hay milagros"
[el m¨¦dico italiano que prepara a Armstrong desde 1997]. Lance pens¨® que quer¨ªa perjudicarle, cuando s¨®lo quer¨ªa disuadirle de continuar con un tipo como Ferrari, porque estaba convencido de que su relaci¨®n con ¨¦ste era una cat¨¢strofe. Ferrari ya se encontraba en el centro de una investigaci¨®n judicial en Italia
[est¨¢ acusado de fraude deportivo desde 2001].
P. ?Qu¨¦ le reprocha a Ferrari?
R. Lo conoc¨ª un d¨ªa, en 1994, en San Diego, en una tienda de bicicletas. Estaba inform¨¢ndome sobre un aparato que permit¨ªa medir la potencia desarrollada y controlar las prestaciones. Me pregunt¨® de qu¨¦ se trataba. Ferrari no ten¨ªa ning¨²n conocimiento en materia de entrenamiento. Lo suyo eran las ciencias de la hemoglobina. A mi modo de ver, ¨¦l fue quien cambi¨® el ciclismo.
P. ?C¨®mo?
R. En 1990 gan¨¦ mi tercer Tour y nuestro equipo -el Z- la clasificaci¨®n por equipos. Un a?o m¨¢s tarde, ninguno de nosotros pod¨ªa seguir el ritmo del pelot¨®n. Se hab¨ªa producido un cambio radical. Corredores que no lograban buenos puestos pasaron de la noche a la ma?ana a ganar a todo el mundo. Sin embargo, en 1991, estaba mejor preparado que un a?o antes: en el pr¨®logo super¨¦ a Indurain por unos segundos. Pero tras dos semanas de carrera, la velocidad era tan elevada que ni yo ni mis compa?eros de equipo pod¨ªamos seguir el ritmo. En nuestro equipo, todo el mundo sab¨ªa que hab¨ªa un problema con la EPO.
P. ?Cu¨¢l es hoy su punto de vista sobre el ciclismo en general y el Tour de Francia en particular?
R. Estoy decepcionado al ver que la gente ya no se hace preguntas. Con todas las historias que han surgido desde hace algunos a?os, estoy menos entusiasmado por el Tour: soy esc¨¦ptico. En nuestro deporte siempre hubo un problema con el dopaje pero, desde hace 10 a?os, los productos logran tan buenos resultados que pueden cambiar a un atleta fisiol¨®gicamente. ?Se puede transformar una mula en un caballo de carreras!
P. ?No cree en el milagro del regreso victorioso de Armstrong tras su c¨¢ncer?
R. No hay milagros en el ciclismo. Siempre hay una explicaci¨®n. Y, ante todo, est¨¢ el talento intr¨ªnseco. Hinault y Merckx ganaron el Tour en su primera participaci¨®n. Yo termin¨¦ tercero en el primero en 1984 y segundo en 1985. Mi fisiolog¨ªa no cambi¨® tanto. Tras mi accidente de caza en 1987 tard¨¦ dos a?os en regresar, pero nunca consegu¨ª alcanzar el mismo nivel. El ¨²nico modo de ir m¨¢s r¨¢pido en ciclismo es aumentar la capacidad de oxigenaci¨®n. Y ninguna carga de entrenamiento puede transformar a alguien que no tiene un buena VO2 Max en un campe¨®n.
P. ?Y si Armstrong fuese el primero en ganar seis Tours?
R. La gente dir¨¢ que tengo envidia porque soy el primer estadounidense en haber ganado el Tour, pero incluso con seis victorias, no tendr¨ªa nada que ver con el pasado. Debido a todo lo que ha ocurrido desde hace 10 a?os, no tiene el mismo valor que los cinco Tour de Hinault, por ejemplo. Lance dice que soy el ¨²nico vencedor del Tour que no le apoya. Era un firme partidario de Lance el primer a?o que gan¨®. Pero con todas estas historias, resulta dif¨ªcil seguir apoy¨¢ndole.
P. Armstrong responde a los que dudan de su integridad que nunca ha dado positivo.
R. Todo el mundo dice eso. Pero David Millar tampoco ha dado positivo y ha reconocido haber tomado EPO. El problema con Lance es que no se puede discutir con ¨¦l. Para ¨¦l, o eres un mentiroso o bien buscas destruir el ciclismo. S¨®lo digo que quiero ver la verdad cuando miro el Tour. Lance est¨¢ dispuesto a hacer lo que sea para guardar su secreto. Pero no s¨¦ c¨®mo podr¨¢ seguir convenciendo de su inocencia a todo el mundo.
? Le Monde / EL PA?S
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