'El hundimiento' de Adolf Hitler
El cine alem¨¢n tiene por fin el coraje de mirar en los ojos del dictador
Berl¨ªn, primavera de 1945. Adolf Hitler vive sus ¨²ltimos d¨ªas encerrado en un b¨²nker construido bajo los suelos de la canciller¨ªa, en el coraz¨®n de la capital alemana. El l¨ªder delirante que hab¨ªa atemorizado a Europa es ya s¨®lo un hombre que ha perdido el control de la guerra, y de s¨ª mismo. Son precisamente los ¨²ltimos 18 d¨ªas del r¨¦gimen nazi los que aborda Der untergang (El hundimiento), la pel¨ªcula que dirige Oliver Hirschbiegel, protagoniza Bruno Ganz y que se estrenar¨¢ en septiembre en Alemania.
Mientras Hitler est¨¢ bajo tierra, en la superficie la Armada sovi¨¦tica avanza inexorable desde el Este. Sus bombas caen sobre la capital, destruy¨¦ndola. Escondido en su refugio, Hitler pasa tardes enteras jugando con su perro pastor, comiendo obsesivamente tartas de chocolate, incapaz -seg¨²n su secretaria personal, Traudl Junge- de dictar el texto de una carta. En las reuniones con sus oficiales se muestra titubeante, los dedos de sus manos tiemblan.
La obra representa quiz¨¢s el cierre definitivo de la herida abierta por el horror del Tercer Reich
El hundimiento es una reflexi¨®n sobre el pasado m¨¢s inquietante del pueblo alem¨¢n basada en el hom¨®nimo y exitoso libro del escritor y periodista Joachim Fest (Berl¨ªn, 1926).
Bernd Eichinger, reconocido productor alem¨¢n de pel¨ªculas como El nombre de la rosa y Christiane F., llevaba veinte a?os imaginando un largometraje que tratase ese periodo hist¨®rico. La obra de Fest, publicada en Espa?a por Galaxia Gutenberg / C¨ªrculo de Lectores, indic¨® al productor, en 2002, el punto de vista equilibrado sobre un asunto tan delicado para la sociedad alemana.
Eichinger adapt¨® el texto para la pantalla en cuatro semanas, y Fest fue la primera persona en leer el gui¨®n. "Si ¨¦l hubiera dicho que no le gustaba, yo habr¨ªa dejado el gui¨®n en una estanter¨ªa", dijo Eichinger. Pero Fest aprob¨® la adaptaci¨®n y un a?o despu¨¦s la pel¨ªcula se estaba rodando entre Leningrado y M¨²nich.
La historia comienza el 20 de abril de 1945, d¨ªa en el que el dictador cumple 56 a?os. Hitler, seg¨²n los testimonios recogidos por Fest, es un hombre desesperado, obsesionado por sus miedos.
Eichinger describe El hundimiento como "una canoa lanzada en un r¨ªo torrencial hacia las cascadas. La velocidad sube y t¨² sabes que es imposible parar". Hitler sabe que con los tanques sovi¨¦ticos se acerca el fin. En la angustiada espera por la derrota definitiva, el F¨¹rher declara: "Podemos hundirnos. Pero nos llevaremos a un mundo con nosotros". La pel¨ªcula es el reflejo de aquel delirio final. "La autenticidad ha sido la prioridad", asegura el productor.
El director Oliver Hirschbiegel, autor de El experimento, ha podido contar con Bruno Ganz, el inolvidable ¨¢ngel de El cielo sobre Berl¨ªn, de Wim Wenders, para el papel de Hitler. Antes, ning¨²n gran actor de habla alemana hab¨ªa ofrecido su rostro para una interpretaci¨®n tan delicada. El nazismo ha sido para la Alemania de la posguerra un tema tab¨², una experiencia monstruosa en cuyos ojos nadie quer¨ªa fijar la mirada. El hundimiento representa, quiz¨¢s, el cierre definitivo de la herida abierta por el horror nazi.
La sensaci¨®n parece confirmada por otra producci¨®n alemana, Speer und er, un filme para la televisi¨®n sobre el urbanista Albert Speer, una de las figuras m¨¢s controvertidas del Tercer Reich. La pel¨ªcula, dirigida por Heinrich Breloer, ilustrar¨¢ la vida del arquitecto y ministro del r¨¦gimen por el que Hitler, seg¨²n Fest, tuvo una plat¨®nica atracci¨®n homosexual.
En la sociedad alemana, el debate sobre la oportunidad de colocar a Adolf Hitler en el punto de mira de una pel¨ªcula est¨¢ abierto, vivo. Tal vez los alemanes se est¨¢n liberando de lo que sol¨ªan definir como el "pasado que no pasa".
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