La contabilidad del futuro
A partir de 2005, las compa?¨ªas cuyas acciones coticen en alguna bolsa de la Uni¨®n Europea (UE) deber¨¢n abandonar las reglas nacionales, con las que elaboran las cuentas consolidadas, y formularlas y utilizar un solo conjunto de Normas Internacionales de Informaci¨®n Financiera (NIIF), emitidas por una instituci¨®n independiente (el Comit¨¦ de Normas Internacionales de Contabilidad, IASB) formada por expertos financieros.
Aunque la UE se reserva el derecho de aceptar o no cada una de las Normas del IASB, y ha aceptado la pr¨¢ctica totalidad de las que se le han presentado, esta situaci¨®n implica la renuncia a elaborar y promulgar normas contables propias para los estados consolidados de las empresas cotizadas, adoptando por el contrario una normativa de vocaci¨®n mundial, para que los usuarios de la informaci¨®n financiera (inversores, acreedores, trabajadores) de todos los pa¨ªses puedan entenderla de acuerdo con unas pautas ¨²nicas, que les permitan tomar mejor sus decisiones. Es voluntad de la Comisi¨®n y del Parlamento europeos que las NIIF se trasladen a la legislaci¨®n contable de cada pa¨ªs.
Esta situaci¨®n puede chocar con los h¨¢bitos establecidos en muchos pa¨ªses europeos, donde la informaci¨®n contable se hace de acuerdo a leyes promulgadas por los parlamentos y desarrolladas por los gobiernos, que producen informaci¨®n financiera a veces trufada de criterios impuestos por las autoridades fiscales, los supervisores financieros, los grupos de presi¨®n econ¨®micos o la tradici¨®n. Por ello, las cuentas anuales no se entienden, al d¨ªa de hoy, m¨¢s all¨¢ de las fronteras de cada pa¨ªs, aunque las empresas operen, capten financiaci¨®n y den empleo en muchos pa¨ªses.
Las NIIF no se justifican por la ley o la costumbre, ni por satisfacer intereses de usuarios particulares, sino por analizar las situaciones a partir de un "marco conceptual" econ¨®mico y dise?ar soluciones que aporten datos v¨¢lidos para la toma de decisiones (invertir, conceder cr¨¦ditos, negociar contratos o convenios colectivos, etc¨¦tera).
Los problemas
Por la mayor complejidad de unas normas elaboradas en un entorno m¨¢s evolucionado, las NIIF contrastan con las reglas contables espa?olas, pensadas a finales de los ochenta.
La preocupaci¨®n mayor de los expertos cuando intentan comprender las NIIF es el cambio de prioridades en la informaci¨®n: se pone mayor ¨¦nfasis en la valoraci¨®n de la situaci¨®n financiera de la empresa (el balance), completada con una descripci¨®n de los flujos de efectivo de la entidad; el beneficio queda en segundo plano.
La revoluci¨®n de las normas internacionales pretende obligar a las empresas a plasmar en las cuentas su estrategia financiera y de explotaci¨®n, para que las cifras sean congruentes con la forma en que la entidad lleva sus negocios. Tienen muchas opciones valorativas, pero las empresas no pueden usarlas fuera de una estrategia definida de informaci¨®n, que proyecte en las cifras contables el estilo de direcci¨®n que la entidad sigue para enfrentarse con los riesgos de su actividad.
Por esta raz¨®n, utilizar el valor de mercado o una estimaci¨®n fiable del mismo (el valor razonable), en instrumentos financieros o en inmovilizados, sirve para evitar la manipulaci¨®n de las cifras de beneficios, y previene en parte la contabilidad creativa. El futuro no puede ser otro que conseguir que las normas contables nacionales sean compatibles con las NIIF, como pidieron los expertos que elaboraron el Libro Blanco para la reforma de la contabilidad en Espa?a.
Es preciso que esta adaptaci¨®n sea r¨¢pida, para evitar los costes de la esquizofrenia contable, que supone estar cumpliendo una normativa nacional pensando que est¨¢ superada por otra internacional, de m¨¢s calidad, pero que todav¨ªa no est¨¢ en vigor. Una adaptaci¨®n r¨¢pida podr¨ªa mejorar la credibilidad de la informaci¨®n contable de las empresas.
Jos¨¦ Antonio Gonzalo Angulo es catedr¨¢tico de Econom¨ªa Financiera y Contabilidad en la Universidad de Alcal¨¢
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