Un arzobispo barcelon¨¦s
Llu¨ªs Mart¨ªnez Sistach toma posesi¨®n y pide unidad para una di¨®cesis troceada
Desde que el cardenal Salvador Casa?as dirig¨ªa la di¨®cesis de Barcelona en la d¨¦cada de 1900, ha pasado un siglo antes de que otro barcelon¨¦s de nacimiento haya vuelto a ocupar la sede catedralicia. Llu¨ªs Mart¨ªnez Sistach, cuya acta de nacimiento se conserva en la bas¨ªlica de Santa Maria del Mar, tom¨® posesi¨®n ayer por la ma?ana como nuevo arzobispo metropolitano de Barcelona -una di¨®cesis ahora troceada por Roma- en una catedral engalanada por dentro y cubierta de andamios y vallas publicitarias por fuera.
Al acto asistieron el alcalde de Barcelona, Joan Clos; el conseller en cap de la Generalitat, Josep Bargall¨®; el titular de Justicia, Josep Maria Vall¨¨s; el de Gobernaci¨®n, Joan Carretero; el general jefe de la Regi¨®n Militar Pirenaica, Francisco Boyero, y el magistrado del Tribunal Constitucional Eugeni Gay, entre otras autoridades.
El nuncio del Vaticano, Manuel Monteiro de Castro, encabezaba la numerosa representaci¨®n eclesial, entre la que figuraban el arzobispo de Sevilla, el cardenal Carlos Amigo; el arzobispo de Zaragoza, El¨ªas Yanes; el obispo de Valencia, Agust¨ªn Garc¨ªa; el obispo auxiliar de Bilbao, Carmelo Echenagus¨ªa; el arzobispo electo de Tarragona, Jaume Pujol; el obispo electo de Terrassa, Josep ?ngel S¨¢iz Meneses y el abad de Montserrat, Josep Soler.
Mart¨ªnez Sistach no pudo evitar referirse a la pol¨¦mica suscitada por la decisi¨®n del Vaticano de dividir en tres la di¨®cesis barcelonesa y exhort¨® a que trabajen "bien unidas" y en colaboraci¨®n con la Iglesia Metropolitana de Tarragona, de la que ha sido titular hasta su llegada a la capital catalana. El breve discurso de la ma?ana desvel¨® muy poco de sus intenciones sobre c¨®mo resta?ar algunas de las heridas que los ¨²ltimos a?os del mandato de su precedesor, el cardenal Ricard Maria Carles, han dejado en la militancia cat¨®lica.La toma de posesi¨®n de Mart¨ªnez Sistach tuvo una segunda parte en la bas¨ªlica de Santa Maria del Mar. Si por la ma?ana el mayor aplauso de la feligres¨ªa reson¨® cuando tom¨® el b¨¢culo y se sent¨® -literalmente- en la sede, por la tarde el momento culminante lleg¨® pocos minutos despu¨¦s de que empezara la misa, cuando el nuncio Manuel Monteiro de Castro le impuso el palio, un bando circular blanco que el Papa da como signo de jurisdicci¨®n a los arzobispos.
A diferencia del acto de la catedral, a la misa de la tarde no acudi¨® ning¨²n consejero de la Generalitat, pero s¨ª el ex presidente Jordi Pujol y su esposa Marta Ferrusola. Aument¨® la presencia de miembros de la jerarqu¨ªa eclesi¨¢stica con la llegada del cardenal arzobispo de Madrid y presidente de la Conferencia Episcopal Espa?ola, Antonio Mar¨ªa Rouco Varela, y tambi¨¦n el n¨²mero de fieles: m¨¢s de 3.000 se abarrotaron en el gran recinto g¨®tico haciendo que la temperatura subiera muchos grados.
Sintom¨¢tico fue el hecho de que el nuncio Monteiro de Castro leyera su discurso ¨ªntegramente en catal¨¢n. La resistencia de del Papa Juan Pablo II a lo largo de todo su mandato a incluir una palabra en catal¨¢n en sus mensajes -pese a los muchos esfuerzos realizados por los gobiernos de CiU- hab¨ªa sido, hasta ahora, fielmente seguida por los representantes de la diplomacia vaticana en Espa?a. La misi¨®n de Mart¨ªnez Sistach, dijo el nuncio, es la de "continuar la obra del Pastor eterno, Jesucristo, camino, verdad y vida".
Sociedad secularizada
En su primera homilia como arzobispo de la capital catalana, Mart¨ªnez Sistach defini¨® la sociedad actual como "profundamente secularizada". "Catalu?a", a?adi¨®, "no est¨¢ al margen de las corrientes culturales de la Europa occidental y participa de su proceso de descristianizaci¨®n".
Mart¨ªnez Sistach volvi¨® a referirse al "dolor" de algunos ante la divisi¨®n de la archidi¨®cesis de Barcelona, hasta ahora la segunda m¨¢s extensa de Europa. "Muchos viv¨ªs en vuestro interior el dolor que ocasiona siempre una modificaci¨®n de la circunscripci¨®n de la archidi¨®cesis", dijo. "Estoy y estar¨¦ con vosotros para compartir vuestras alegr¨ªas y tristezas", a?adi¨®.
Las cuestiones identitarias, sin embargo, surgieron tan s¨®lo de modo tangencial. "La Iglesia aparece m¨¢s como una comuni¨®n si cada comunidad cristiana es capaz de acoger todos los dones del esp¨ªritu", dijo. "El Papa afirma que 'la unidad de la Iglesia no es uniformidad, sino integraci¨®n org¨¢nica de las leg¨ªtimas diversidades; es la realidad de muchos miembros unidos en el ¨²nico cuerpo de Cristo".
La ceremonia de la tarde en Santa Maria del Mar dur¨® m¨¢s de dos horas y acab¨® con el canto del Virolai y un besamanos, en el que todos los fieles que llenaban la bas¨ªlica pudieron acercarse y saludar de cerca al nuevo arzobispo de Barcelona.
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