Turista

Tengo un amigo de la infancia que es muy turista. Soltero sin hijos, tuvo en tiempos una novia, pero desde que ella le abandon¨® por un l¨ªder sindical, decidi¨® que su vida ser¨ªa viajar y viajar, rodar y rodar por ese mundo adelante; mundo ya sin duda peque?o para ¨¦l de tanto que lo ha visitado y acometido.

Mi amigo, que es algo pudiente, recorri¨® toda Europa ya en los a?os setenta, desde el cabo Norte hasta la isla de Malta. Tuvo incluso un amor en Sicilia: una maestra de Turingia que compart¨ªa su pasi¨®n con un tunecino. Luego mi compa?ero de pupitre estuvo en los pa¨ªses del Este cuando casi nadie iba por all¨ª, pas¨® temporadas en Mosc¨² y fue de los primeros en aparecer en China, tras el deshielo. Am¨¦rica Latina, en bloque, tiene pocos secretos para ¨¦l, pa¨ªs por pa¨ªs, y menos a¨²n USA y Canad¨¢, que ya le aburren. En los ochenta viaj¨® a Nueva Zelanda, Australia y Tahit¨ª, y en los noventa remat¨® el resto de Ocean¨ªa, y a la vuelta me recomend¨® Pap¨²a-Nueva Guinea. Con relaci¨®n a ?frica, su continente predilecto, mi amigo va en a?os alternos, y con eso le llega para saber de qu¨¦ va el Chad, Angola (incluso en guerra), Somalia o el arcaico Madagascar. A?adir¨¦ que este hombre es de los pocos espa?oles que conoce Tayikist¨¢n y que se mueve por Mongolia y la India como Pedro por su casa. No olvidar¨¦ decir que tuvo otra novia en Bangkok: una ¨¢crata iran¨ª.

Ayer le pregunt¨¦ al gran viajero por sus planes para este verano y me dijo que se quedaba en Valencia y que todo lo que iba a hacer, y me lo cont¨® con gran emoci¨®n, era ir la playa de la Malva-rosa en hora temprana o tard¨ªa, cuando hay menos gente. Leer all¨ª un libro bajo el sol y la sombrilla, muy cerca del mar, y luego otro libro porque no hay veraneo m¨¢s cultural. Luego mi amigo me dijo que no existe mayor belleza, ni mayor verdad incluso, que esa triple franja de colores que levantan cada d¨ªa el dorado de la arena, el azul del mar y ese otro azul misterioso que surge por encima de la l¨ªnea del horizonte. Tres colores eternos, dice mi amigo, que est¨¢ como loco con su descubrimiento.