La mano de Madrid
FERNANDO DELGADO
El eje de la prosperidad es una alianza econ¨®mica, cultural y social entre Esperanza Aguirre y sus colegas de Baleares, Jaume Matas, y de Valencia, Francisco Camps. Si uno atiende a la palabra que denomina el eje, seg¨²n la Real Academia Espa?ola prosperidad significa "curso favorable de las cosas", en su primera acepci¨®n, y en la segunda, "buena suerte o ¨¦xito en lo que se emprende, sucede u ocurre". El ¨¦xito y la buena suerte del eje est¨¢n garantizados por la protecci¨®n divina, no en vano Camps les habr¨¢ llevado a Mallorca la bendici¨®n de Santiago que ¨¦l mismo hab¨ªa alcanzado un d¨ªa antes recorriendo seis kil¨®metros del santo camino con chaqueta y mocasines, despu¨¦s de establecer en Fr¨®mista lazos de fraternidad entre Castilla y Le¨®n y Valencia. Pero como la definici¨®n de prosperidad no obliga a que la suerte alcance a lo que sucede u ocurre, y basta con que se emprenda, pues no hay nada m¨¢s propio que bautizar como pr¨®spero -favorable, propicio, venturoso- cualquier Viva Cartagena. Aunque Cartagena, en concreto, no era esta vez la festejada en un eje del que queda excluido por ahora el presidente murciano; no sabe uno si por cuesti¨®n de agenda, porque no daba el tipo para una foto en el castillo mallorqu¨ªn de Bellver o porque lo que Murcia pueda aportar a Madrid en un intercambio lo reservan al ¨¢mbito municipal y se lo ha dejado la presidenta al alcalde.
Lo cierto es que hay pocos madrile?os que sepan que ya forman parte del eje de la prosperidad. Si hubiera sido Ruiz-Gallard¨®n el autor de este invento ya nos sentir¨ªamos todos en el eje, pero como ha sido la presidenta madrile?a, tan discreta, la que form¨® el eje y nos meti¨® dentro, aqu¨ª estamos todav¨ªa por saber qu¨¦ nos van a dar, adem¨¢s de transportes y buenos prop¨®sitos, y qu¨¦ vamos a dar en ese despliegue de solidaridad territorial en el que la Espa?a diversa se va a encontrar por cachos, despu¨¦s de que el PP haya renunciado a la Espa?a Una. No hay nada mejor para despertar la solidaridad y las buenas relaciones entre las Espa?as auton¨®micas que la desaparici¨®n de un Gobierno centralista y uniformador como el de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Si los presidentes regionales del PP no hab¨ªan estrechado antes los lazos de la prosperidad entre ellos era seguramente porque Aznar no les dejaba. Ahora, Aguirre se ve libre para viajar por toda la Espa?a que les vota para ofrecerle la mano de Madrid.
Poco a poco, y a base de redes entre las comunidades gobernadas por la derecha, se ir¨¢ configurando una Espa?a distinta de la otra para demostrar al fin que hay m¨¢s de una, que son diversas y que, por supuesto, garantizan la prosperidad, es decir, el curso favorable de las cosas, para quienes les sigan. Madrid era hasta ahora el rompeolas de todas las Espa?as, al decir de Machado, pero a partir de ahora va a ser el rompeolas de la Espa?as del PP mediante los ejes que Aguirre vaya estableciendo con los que son de su cuerda. Habr¨ªa que preguntarse acaso por la legitimidad que la ampara para establecer con el dinero de todos ejes de relaci¨®n s¨®lo con los Gobiernos de su partido y, seg¨²n la respuesta que se reciba en ese sentido, quiz¨¢ no sea una locura pensar que la presidenta lo es s¨®lo de los ciudadanos que le votan. En la alianza econ¨®mica con el Gobierno balear y el valenciano se tendr¨¢ en cuenta a los poderosos constructores de los tres territorios, no faltaba m¨¢s, pero los presidentes balear y valenciano pueden ofrecer a su colega madrile?a los modelos de desarrollo sostenible que han supuesto la prosperidad de unos cuantos en sus comunidades. El presidente valenciano puede aportar tambi¨¦n a Aguirre la experiencia de un Gobierno en bancarrota, donde aumenta el d¨¦ficit que es un primor, a cambio de la experiencia de Aguirre para superar el paro de los altos cargos del PP y de sus periodistas afines por medio de una original oficina de colocaci¨®n. Adem¨¢s, entre lo econ¨®mico y lo social est¨¢ la experiencia de turismo sexual de Jaume Matas, que podr¨ªa servir a Gallard¨®n para resolver algunos de sus interrogantes en su lucha contra la prostituci¨®n y su clientela. Y, ya en el orden cultural, que es lo que m¨¢s viste un eje de la prosperidad, el presidente valenciano podr¨ªa ofrecer a la presidenta el parque tem¨¢tico de Terra M¨ªtica para que acabe en Madrid la ilusi¨®n ruinosa de Eduardo Zaplana. Y, de propina, un ejemplo de difusi¨®n cultural muy econ¨®mica, a trav¨¦s de un sustancioso contrato al cantante Julio Iglesias, para acabar en los tribunales.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.