Alta pol¨ªtica
Una muestra m¨¢s del divorcio que existe entre los partidos pol¨ªticos y los ciudadanos es la diferente valoraci¨®n que unos y otros hacen de los conflictos internos. A los pol¨ªticos les aterran y a los espectadores nos encantan. ?Cu¨¢nto agradecemos la aparici¨®n de esos gallitos que en cuanto les tocan los poderes -no antes- se atreven a decir por fin que el rey est¨¢ desnudo! ?C¨®mo nos gustan las luchas intestinas, aunque tengan ese nombre tan repugnante! En la pol¨ªtica, como en el f¨²tbol, los aficionados queremos espect¨¢culo. Y que no nos echen la culpa de eso. Han sido los propios partidos pol¨ªticos, jaleados por los medios de comunicaci¨®n, quienes han convertido la noble ocupaci¨®n de la pol¨ªtica en una mera competici¨®n deportiva. El vocabulario de los peri¨®dicos deportivos cada vez se parece m¨¢s al que se usa en las p¨¢ginas de nacional. O viceversa.
Por eso los aficionados asistimos con regocijo y agradecimiento al espect¨¢culo que nos est¨¢ brindando por una parte el PSOE en Sevilla y por otra el PP en Almer¨ªa. Nos encanta que los partidos se desgajen en dos mitades, como titulaba ayer Lourdes Lucio en este peri¨®dico. Y no por diversi¨®n s¨¢dica, sino por amor al conocimiento; porque en estos episodios ciertos pol¨ªticos profesionales no tienen m¨¢s remedio que quitarse la caretita sonriente con que nos han estado mirando desde los carteles electorales y luchar por lo que verdaderamente les interesa. Y entonces les vemos sus verdaderas fauces, sus rostros deformados por la ambici¨®n, sus gestos desencajados ante la posibilidad de perder poder. As¨ª que conviene verles de vez en cuando el colmillo retorcido para no olvidar su condici¨®n. Si no fuera por estas estampas tan aleccionadoras, alguien podr¨ªa creer que ciertos sujetos que han hecho de la militancia una cuesti¨®n de trienios est¨¢n en la pol¨ªtica por un sincero af¨¢n de servicio p¨²blico.
Qu¨¦ revelador resulta por ejemplo ver a Chaves, el manso, convertido en Zeus y fulminando con un rayo al delegado de la Junta que toler¨® (s¨ª, he dicho bien: toler¨®) cr¨ªticas a su sagrada gesti¨®n. Hasta ah¨ª pod¨ªamos llegar. Claro que s¨®lo por el lema que los cr¨ªticos a Chaves han elegido para su congreso ("Por Sevilla, fuerza y honor") merec¨ªan ser no ya expulsados del partido, sino frotados hasta la extenuaci¨®n con champ¨² anticaspa.
Lo del PP de Almer¨ªa supera cualquier ficci¨®n. Aqu¨ª el partido est¨¢ dividido en encisos y comendadores. Los partidarios de Comendador intentaron hacerles la cama a los seguidores de Juan Enciso; pero ¨¦stos han contestado contundentemente, despidiendo nada menos que a la mujer de Comendador, que hab¨ªa sido jefa de Gabinete con su marido mientras ¨¦ste fue presidente de la Diputaci¨®n y que hasta el d¨ªa de ayer trabajaba como "asesora de Presidencia para Asuntos de Promoci¨®n Provincial" (qu¨¦ curro tan guay). Pero no todo es cutre en las luchas intestinas de los partidos. Tambi¨¦n hay espacio para la nobleza. Rafael Hernando, diputado del PP en la provincia Almer¨ªa y rey del bizcocho borracho en la de Guadalajara, sali¨® ayer a la palestra para dar la cara... por la mujer de su coleguita. Lo dicho: alta pol¨ªtica.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.