Mal¨ª es ya el primer exportador de inmigrantes subsaharianos a Espa?a
El pa¨ªs africano se niega a firmar acuerdos de repatriaci¨®n
La mayor¨ªa de los inmigrantes subsaharianos que llegan a Espa?a en patera proceden de Mal¨ª. Su aumento ha sido constante en los ¨²ltimos a?os. En lo que va de 2004 el n¨²mero se aproxima ya al de marroqu¨ªes. Pero mientras estos ¨²ltimos son repatriados r¨¢pidamente, los primeros son puestos en libertad con una orden de expulsi¨®n imposible de cumplir, porque las autoridades de Bamako se niegan a firmar un acuerdo migratorio.
Entre el 1 de enero de 2002 y el 14 de junio de este a?o fueron interceptados 40.500 inmigrantes cuando intentaban entrar irregularmente en Espa?a a bordo de pateras. La mitad (20.416) eran marroqu¨ªes y fueron repatriados inmediatamente a su pa¨ªs. De la otra mitad, el mayor grupo (6.253) proced¨ªa de Mal¨ª. A bastante distancia (2.127) aparecen los gambianos.
Estos datos, proporcionados por la Secretar¨ªa de Estado de Inmigraci¨®n en una respuesta parlamentaria escrita al diputado socialista Antonio Hernando, se tornan m¨¢s reveladores si segregamos las cifras, no oficiales, correspondientes a este a?o. En lo que va de 2004, el n¨²mero aproximado de malienses interceptados (1.700) se aproxima al de marroqu¨ªes (2.700).
La mayor¨ªa de los inmigrantes de Mal¨ª son originarios de la regi¨®n de Bambouk, situada al oeste del pa¨ªs, entre las fronteras de Mauritania y Senegal. La ciudad de Kayes, capital de esta zona, es el punto de contacto de los traficantes de personas.
?stos esperan hasta reunir un grupo de al menos 12 individuos para amortizar el viaje hasta el interior del S¨¢hara Occidental. Cubierto ese cupo, los cargan en todoterreno o en camiones y atraviesan el desierto mauritano hasta las proximidades de las localidades saharauis de Tichla (al sur), Guelta Zemmur y Um Dreiga (en el centro).
Dos rutas
Las tres poblaciones se hallan situadas muy cerca del muro defensivo levantado hace 15 a?os por Marruecos para frenar las incursiones de los guerrilleros del Frente Polisario. Los pasos del muro son controlados por destacamentos de 18 soldados de las Fuerzas Armadas Reales. Los traficantes pagan 1.000 dirhams (unos 100 euros) a cada militar, seg¨²n han relatado dos de ellos a EL PA?S. A partir de ah¨ª, tienen el camino expedito por las pistas de arena del desierto hasta un cauce seco llamado Saguia El Hamra, que cruza el norte del territorio. All¨ª, a unos 30 kil¨®metros de El Aai¨²n, depositan a los inmigrantes hasta que los embarcan en pateras rumbo a Canarias. Si consiguen alcanzar su destino habr¨¢n recorrido 1.500 kil¨®metros.
Existe otra ruta, m¨¢s larga (2.200 kil¨®metros) y peligrosa, que cruza los desiertos de Mauritania y Argelia y franquea la frontera de este ¨²ltimo pa¨ªs con Marruecos. Es la que utilizan los subsaharianos que cruzan el Estrecho en lanchas neum¨¢ticas.
Mal¨ª es un pa¨ªs grande (1,2 millones de kil¨®metros cuadrados), pobre y tiene 12,6 millones de habitantes. Los intentos de Espa?a para firmar un acuerdo migratorio con sus autoridades han sido infructuosos hasta el momento, seg¨²n fuentes de la anterior Administraci¨®n del Partido Popular. El Gobierno democr¨¢tico de Bamako no tiene inter¨¦s en reducir las divisas que le proporcionan sus emigrantes y que, junto a las exportaciones de oro (en alza) y de algod¨®n (en crisis), son una de sus principales fuentes de ingresos. Una prueba de la importancia que da a este asunto es la existencia de un Ministerio de Asuntos Exteriores y de los Emigrantes.
Ni siquiera con una visita personal del presidente de Francia, la antigua potencia colonial, logr¨® el a?o pasado convencer al Ejecutivo que preside Ahmed Mohamed ag Hamani de la conveniencia de rubricar un tratado de regulaci¨®n de flujos migratorios. La colonia de malienses sin papeles en Francia, aunque imposible de cuantificar, es m¨¢s numerosa que en Espa?a. Pero en los ¨²ltimos tiempos se han desbaratado intentos de entrada en nuestro pa¨ªs por carretera a trav¨¦s de los Pirineos.
En el pasado, Bamako permiti¨® algunas devoluciones de sus ciudadanos. Pero las cort¨® tajantemente tras las declaraciones realizadas por un grupo de repatriados desde Francia, que al bajar del avi¨®n afirmaron no ser malienses y haber sufrido malos tratos por parte de la polic¨ªa de la antigua metr¨®poli.
Un pa¨ªs pobre que vende oro
"El Gobierno de Mal¨ª es uno de los m¨¢s presentables de ?frica", aseguran varios diplom¨¢ticos que trabajan en la zona. Hablamos de una rep¨²blica parlamentaria, con un sistema democr¨¢tico presidencialista y en la que los relevos del poder se producen con normalidad.
El actual presidente, Amad¨² Tumani Tur¨¦, es un general que solicit¨® la jubilaci¨®n en el Ej¨¦rcito para poder presentarse a las elecciones. Su antecesor, Atta Umar Konar¨¦, hab¨ªa agotado los dos mandatos de cinco a?os autorizados por la Constituci¨®n.
A pesar de la presencia creciente de sus emigrantes en Espa?a, Mal¨ª no tiene Embajada ni consulado en Madrid. Sus intereses los atiende su legaci¨®n en Par¨ªs. Tampoco Espa?a tiene Embajada en Bamako. De los asuntos de Mal¨ª se ocupa la Embajada en Mauritania, un pa¨ªs cada vez m¨¢s preocupado por la utilizaci¨®n de su territorio como zona de paso de las migraciones clandestinas.
El pasado marzo, Mal¨ª celebr¨® el octavo aniversario del fin de la rebeli¨®n tuareg. Este pueblo n¨®mada se hab¨ªa levantado en el norte del pa¨ªs en 1991, despu¨¦s de que una sequ¨ªa acabara con su econom¨ªa tradicional, basada en la cr¨ªa de ganado. Ibrahim Bahenga, ¨²ltimo jefe rebelde, entreg¨® las armas en septiembre de 2001.
Embarcado en las privatizaciones (Air Mal¨ª y Energ¨ªa de Mal¨ª en 2000 y apertura de las telecomunicaciones al sector privado en 2001), el pa¨ªs sufre dificultades econ¨®micas: crisis en el sector algodonero (es el segundo exportador de ?frica, despu¨¦s de Egipto), y crecimiento negativo.
Sus fuentes de ingresos m¨¢s importantes son las divisas de sus emigrantes y las 51 toneladas anuales de oro que producen las tres minas del pa¨ªs y que lo han convertido en el tercer exportador africano, tras Sur¨¢frica y Ghana. Pero ese dinero no es suficiente para sacar adelante a sus 12 millones de habitantes. En 2001, el Fondo Monetario Internacional aprob¨® un pr¨¦stamo de 17.100 millones de d¨®lares (aproximadamente la misma cantidad en euros) como Facilidad para la Reducci¨®n de la Pobreza y para el Crecimiento.
El esplendoroso imperio de Mal¨ª, fundado en el siglo XI, dominante en el Oeste africano y uno de los principales centros de la cultura y el comercio en ?frica, se fue al traste en 1850 con la colonizaci¨®n francesa, de la que s¨®lo logr¨® sacudirse en 1960.
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