El precio de vivir en el norte
Ya antes de mudarse al nuevo barrio, sus futuros vecinos han sufrido las consecuencias de la especulaci¨®n
El norte de Madrid siempre ha sido una zona cara para vivir. El PAU (Programa de Actuaci¨®n Urban¨ªstica) de Montecarmelo -en el distrito de Fuencarral-El Pardo- se sit¨²a en este entorno. Est¨¢ muy cerca del exclusivo barrio de Mirasierra y eso se nota a la hora de comprar un piso en esta zona, aunque sea de protecci¨®n oficial (el 54% de las m¨¢s de 8.500 viviendas que poblar¨¢n el nuevo barrio).
Algunos de los futuros vecinos, que han pedido que sus nombres no sean publicados, se?alan que vivir en Montecarmelo "tiene su precio". Afirman que varias empresas han especulado con el suelo, m¨¢s de 255 hect¨¢reas -el equivalente a otros tantos campos de f¨²tbol-, y esto est¨¢ repercutiendo ]en el precio de su vivienda. En el caso de la protegida, se alcanzan cantidades superiores al doble de lo establecido por la ley (1.135 euros por metro cuadrado, seg¨²n el ¨²ltimo m¨®dulo de la Comunidad). La forma: las promotoras hacen pagar un sobreprecio "ilegal" por los pisos de protecci¨®n, seg¨²n afirman los afectados.
"?Por qu¨¦ una vivienda protegida tiene que incluir sauna y piscina?", se pregunta un afectado
Siete a?os despu¨¦s de la aprobaci¨®n del barrio, viven en ¨¦l mil de sus 30.000 vecinos
"Mantienen el precio final fijado por la administraci¨®n", explican los vecinos, "pero te obligan a comprar un garaje o un local comercial". Nadie denuncia, porque "aunque el piso sale mucho m¨¢s caro de lo establecido por la administraci¨®n, es siempre m¨¢s barato que una vivienda libre de la zona". Los pisos tambi¨¦n se encarecen a trav¨¦s de mejoras obligadas. "?Por qu¨¦ una vivienda protegida tiene que incluir sauna y piscina?", se pregunta un vecino. "Eso s¨®lo se explica por la especulaci¨®n".
Antonio Fern¨¢ndez Gordillo, diputado socialista en la Asamblea, sostiene que estas maniobras especulativas se explican "por la gesti¨®n privada del PAU". Seg¨²n ¨¦l, todo empez¨® en 1997, cuando el Ayuntamiento, los propietarios del suelo y las constructoras FCC y ACS firmaron un convenio por el que estas empresas se hicieron con la propiedad de la mayor parte de los terrenos destinados a vivienda protegida, "sin concurso p¨²blico previo, como establece la ley", denuncia el diputado.
Las constructoras fueron vendiendo los solares a otras empresas que, a su vez, los reten¨ªan para obtener con su venta beneficios derivados del incremento del precio del suelo. Un ejemplo: el 31 de enero de 2001, FCC y ACS vendieron a Almarfe, SL una parcela para edificar viviendas de precio tasado por 2,4 millones de euros -es decir, 216 euros por metro cuadrado, inferior a los 276 euros marcados como precio m¨¢ximo por la Comunidad-. S¨®lo cuatro meses m¨¢s tarde, Almarfe vendi¨® esa parcela a una cooperativa por 6,2 millones de euros: a 541 euros por metro cuadrado, dos veces y media m¨¢s del precio original.
Tras cada operaci¨®n de compra-venta, explica Fern¨¢ndez Gordillo, aumenta el precio del solar, y esto acaba repercutiendo en los cooperativistas. En el caso de la vivienda protegida, al existir un precio l¨ªmite, la diferencia se salda con dinero negro o sobreprecios.
La especulaci¨®n no es el ¨²nico problema. Al igual que en todos los PAU, el de Montecarmelo ha sufrido retrasos. Tendr¨ªa que haberse desarrollado antes de 2001, dentro del primer cuatrienio del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de 1997, pero no ser¨¢ hasta 2005 cuando pueda empezar a hablarse de cierta vida normal en el barrio. A d¨ªa de hoy viven en el unas 1.000 personas, de los casi 30.000 residentes que lo ocupar¨¢n cuando est¨¦ terminado.
La mayor¨ªa de los edificios ya est¨¢n terminados (el 15%) o en construcci¨®n (el 60%). S¨®lo una cuarta parte est¨¢ sin empezar. Por el mismo convenio de 1997, ACS y FCC se hicieron cargo de las obras de urbanizaci¨®n en Montecarmelo y Las Tablas, con una subvenci¨®n p¨²blica de 86,6 millones de euros. Siete a?os m¨¢s tarde las calles est¨¢n asfaltadas y hay parques y farolas. Pero no ha sido hasta el pasado 19 de julio cuando el Ayuntamiento se ha hecho cargo del barrio, de su mantenimiento y de los servicios b¨¢sicos como, por ejemplo, la recogida de basuras.
Para movilizarse frente a estos retrasos se ha creado la Asociaci¨®n de Vecinos de Montecarmelo, registrada hace apenas dos semanas. Su presidente es Ra¨²l Ant¨®n, de 25 a?os. Teme que los equipamientos previstos (colegios, centros de salud, de ancianos, etc¨¦tera) no est¨¦n listos antes de que el grueso de los nuevos vecinos se mude al barrio. El Ayuntamiento ha concedido, por el momento, 300 licencias de primera ocupaci¨®n (unas 1.000 personas), "y esa gente vive sin colegios adonde mandar a sus hijos", afirma Ant¨®n. "Est¨¢ la experiencia de otros barrios. Primero surgen los problemas y despu¨¦s los vecinos se movilizan", explica, "y nosotros nos adelantamos para prevenir que eso ocurra".
Uno de los asuntos que m¨¢s le preocupa es la mala comunicaci¨®n del PAU: un puente de s¨®lo dos carriles (uno por sentido) sobre la autov¨ªa M-607 y la carretera de El Pardo, tambi¨¦n de un carril por sentido. Se suceden escenas surrealistas, sobre todo en la hora punta: cada ma?ana cientos de veh¨ªculos -no s¨®lo de los habitantes del barrio sino de otros de zonas pr¨®ximas- provocan atascos en el PAU. Eso si se va en coche, la ¨²nica forma de acceder. La infraestructura de transportes prevista para "alg¨²n d¨ªa", seg¨²n Ant¨®n, incluye una estaci¨®n de cercan¨ªas y de metro. Pero, a diferencia de los otros nuevos barrios del norte, no hay, por el momento, ninguna l¨ªnea de EMT en funcionamiento.
La asociaci¨®n s¨®lo cuenta con una decena de miembros. Quiere movilizar a m¨¢s vecinos, pero se encuentra con un obst¨¢culo: "La gente se ha acostumbrado a no tener sus pisos a tiempo y a pagar de m¨¢s por todo con tal de conseguirlos", dice Ant¨®n. "Por eso no se queja de nada".
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