Los titulares de las cuentas secretas del HSBC eran clientes del banco en Espa?a
Hacienda sigue una investigaci¨®n por presunto delito fiscal independiente de Gescartera
Los titulares de las 138 cuentas secretas del Hong Kong and Shanghai Banking Corporation eran clientes de la filial espa?ola y no del banco en Suiza como pretendieron hacer creer sus responsables en Espa?a. As¨ª se desprende de la comisi¨®n rogatoria que las autoridades judiciales suizas han remitido al sumario del caso Gescartera y en la que Didier Peclard, miembro de la direcci¨®n del HSBC en Suiza, declara bajo juramento ante el juez Claude Wenger que los titulares de las cuentas eran clientes enviados por el HSBC de Madrid y no tienen relaci¨®n con Gescartera.
Peclard, de 52 a?os, precis¨® en su testimonio que "aunque hubo 163 cuentas, algunas nunca fueron activadas y otras se cerraron antes de 2001". Por tanto, s¨®lo "138 cuentas estuvieron activas".
Respecto a la mec¨¢nica operativa, el directivo suizo del HSBC precis¨® ante el juez Wenger: "El HSBC de Madrid nos enviaba clientes que correspond¨ªan a subcuentas numeradas de 1 a 163. Cuando las solicitudes llegaban a Ginebra, nosotros les atribu¨ªamos un n¨²mero de cuenta en nuestra entidad". En el HSBC en Ginebra se guarda una lista de correspondencia entre los n¨²meros suizos y los n¨²meros de las subcuentas en el HSBC Madrid.
Estas 138 cuentas cifradas ten¨ªan un saldo global de 11.292 millones de pesetas (unos 67,8 millones de euros), seg¨²n relat¨® el ex gobernador del Banco de Espa?a Jaime Caruana el 26 de octubre de 2001 en una sesi¨®n a puerta cerrada de la comisi¨®n de investigaci¨®n por la presunta estafa de 100 millones de euros en la agencia de valores Gescartera. Carunana agreg¨® que "el titular era un banco suizo" (la filial suiza del mismo banco, llamada Hong Kong Republic Bank), que los titulares finales eran desconocidos para las autoridades espa?olas y que las cuentas eran fiscalmente opacas.
"Nada que ver"
El que era director general de la sucursal espa?ola del HSBC Jaime Galobart declar¨® el 24 de septiembre de 2001 en la Comisi¨®n de Gescartera: "Nuestra casa matriz ha hecho una investigaci¨®n muy a fondo" -el HSBC es el tercer banco del mundo, tiene oficinas en 80 pa¨ªses, m¨¢s de 6.500 oficinas y 160.000 empleados- "y me comunica que esas cuentas (...) no tienen absolutamente nada que ver con Gescartera, es m¨¢s, son cuentas del HSBC Republic, antes British Bank of the Middle East, que es cliente institucional de nuestro banco en Espa?a".
Preguntado sobre si los titulares de las cuentas secretas eran residentes en Espa?a, Galobart respondi¨®: "Nuestra casa matriz es quien se ha ocupado de mirar eso. Yo no s¨¦ si son o no residentes ni de qu¨¦ pa¨ªs pueden ser esos clientes. Eso lo sabe el British Bank of the Middle Est, ya que son sus clientes". Y poco despu¨¦s a?ad¨ªa: "El British Bank of the Middle East, tiene acuerdos firmados con nuestro banco en Espa?a para que gestionemos fondos suyos. Nosotros en Espa?a gestionamos fondos de clientes institucionales, de clientes personales, tanto nacionales como extranjeros". Es decir, la postura del HSBC era que las cuentas secretas pertenec¨ªan a personas f¨ªsicas o jur¨ªdicas que hab¨ªan invertido en la sucursal suiza del banco.
Galobart fue despedido del HSBC en junio de 2002 y el 2 de diciembre de ese a?o tuvo que declarar ante la juez Teresa Palacios. B¨¢sicamente sostuvo la versi¨®n oficial, pero ampli¨® sus explicaciones se?alando que "el British no era bueno gestionando fondos espa?oles y contrataba el servicio de gesti¨®n con el HSBC Bank Espa?a". A?adi¨® que las ¨®rdenes las daba el banco suizo y que la identidad de los titulares finales s¨®lo la conoc¨ªa el banco suizo.
Sin embargo, a preguntas del fiscal Vicente Gonz¨¢lez Mota, Galobart se?al¨® que con los datos que ten¨ªa en ese momento, pensaba que "los clientes finales pueden ser espa?oles". Lo cierto es que en el HSBC siempre supieron que los titulares de esas cuentas fiscalmente opacas, que pasaban por ser clientes del HSBC en Suiza, en realidad eran clientes del HSBC de Madrid que se refugiaban en la operativa Suiza para ocultar los fondos a Hacienda.
A la vista de la pol¨¦mica levantada tras la declaraci¨®n del gobernador del Banco de Espa?a en la comisi¨®n de Gescartera, en noviembre de 2001, el HSBC aceler¨® el cierre de las 138 cuentas cifradas.
Al conocer las intenciones del banco de cerrar las cuentas, el juez Juan del Olmo, sustituto temporal de la juez Teresa Palacios, orden¨® el bloqueo de las cuentas hasta que se determinara si ten¨ªan relaci¨®n o no con Gescartera. Sin embargo, la medida, adoptada el 22 de noviembre de 2001, lleg¨® tarde porque los dep¨®sitos ya estaban cancelados.
El HSBC hab¨ªa concedido un cr¨¦dito por importe de 525 millones de pesetas (3,16 millones de euros) a Muinmo SL, sociedad vinculada a la familia del ex vicepresidente del Gobierno y actual director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, que la compa?¨ªa concluy¨® de pagar en oto?o de 2002. Muinmo, seg¨²n los datos aportados por Peter Atkins, representante legal del HSBC, al sumario de Gescartera, era uno de los nueve clientes especiales del banco. Sin embargo, no hay datos que permitan aventurar que Muinmo o personas vinculadas a Rato fueran titulares de cuentas opacas.
En noviembre de 2002, el Servicio Ejecutivo de la Comisi¨®n de Prevenci¨®n de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias (SEPBLAC) del Banco de Espa?a lleg¨® a identificar a 12 de los titulares finales de las cuentas. En siete de ellas se registraron operaciones entre una sociedad holandesa con sede en Rotterdam, un club de f¨²tbol y un futbolista espa?ol. Las otras cuentas que pudieron ser identificadas eran de una sociedad limitada con sede en Madrid, una inmobiliaria registrada en Madeira, varias empresas extranjeras con negocios en Espa?a y algunos ciudadanos espa?oles.
Investigaci¨®n muy limitada
Hacienda sigue una investigaci¨®n por infracciones fiscales contra los titulares de las cuentas, pero con escasas perspectivas de ¨¦xito. Sobre todo porque la Comisi¨®n Rogatoria suiza no se puede utilizar en Espa?a.
As¨ª lo establece como condici¨®n el propio documento suizo que precisa que no podr¨¢ usarse en una investigaci¨®n penal diferente y excluida de la asistencia. Los datos facilitados tampoco se podr¨¢n utilizar en la investigaci¨®n de Hacienda, ya que, seg¨²n el documento, "queda excluido, en todos los casos, el uso con fines directos o indirectos de dichos documentos y de la informaci¨®n en ellos contenida en una causa de ¨ªndole fiscal de car¨¢cter penal o administrativo".
La ¨²nica sanci¨®n por estos hechos, hasta ahora, es la impuesta por el Ministerio de Econom¨ªa, del que Rodrigo Rato era titular, que mult¨® con 2,1 millones de euros al HSBC por tres infracciones graves a la Ley de Blanqueo de Capitales en relaci¨®n con las 138 cuentas opacas.
La Comisi¨®n de Blanqueo de Capitales, denunci¨® los hechos a la Fiscal¨ªa Anticorrupci¨®n y el entonces fiscal jefe, Jos¨¦ Jim¨¦nez Villarejo, solicit¨® al fiscal general del Estado Jes¨²s Cardenal que abriera diligencias pero este rechaz¨® la propuesta alegando que ya exist¨ªa un proceso penal abierto.
Pero no era as¨ª. El juzgado de Teresa Palacios ten¨ªa abierto el caso Gescartera, pero nada sobre las cuentas opacas, que seg¨²n todos los datos no ten¨ªa relaci¨®n con Gescartera, por lo que, a pesar de la petici¨®n del fiscal Vicente Gonz¨¢lez Mota, la magistrada, el 13 de junio de 2003, se opuso a la investigaci¨®n de las cuentas cifradas.
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