El miedo guarda la vi?a

He terminado mi primer per¨ªodo de vacaciones de verano. Durante este tiempo me he desplazado desde la capital de Espa?a, en donde resido, hasta un pueblo de la costa de Almer¨ªa. Para ello, como en ocasiones anteriores, he utilizado mi veh¨ªculo particular. Creo que es un buen coche, ya que se puede considerar de los denominados gama alta, tiene m¨¢s de 2800 cm3, con unos 193 caballos, y no vea lo que con este coche se podr¨ªa correr.

Pues bien, cuando voy por las carreteras tanto autopista, autov¨ªa, nacionales, etc¨¦tera, todos los coches que circulan me pasan, creo que f¨¢cilmente a m¨¢s de 150 k/h, pues yo no supero la velocidad m¨¢xima estipulada para cada una de esas v¨ªas hasta llegar a la m¨¢xima de 120 k/h. Por ello, de muchos conductores, recibo diferentes respuestas: unos te adelantan cuando no deben; otros te dan las luces para que corras m¨¢s y te miran con caras raras, al ver el coche y que no corres; otros te hacen se?as, e incluso algunos hasta te llegan a insultar, vamos de todo. Cuando yo adquir¨ª este veh¨ªculo hace unos a?os, lo hice exclusivamente por las innumerables medidas de seguridad y de comodidad que me ofrec¨ªa. ?Cu¨¢ntos compradores los adquieren por estas pautas? Pocos. La mayor¨ªa de los conductores no respetan el l¨ªmite m¨¢ximo autorizado e incluso muchos se jactan de sobrepasarlo. Creo y me parece muy oportuno aumentar los controles de radar y otros que aseguren el cumplimiento de estas limitaciones. A mi regreso pude observar que en el tramo de la autov¨ªa hace unos a?os, lo hice xclusivamente por las innumerables medidas de seguridad y de comodidad que me ofrec¨ªa. ?Cu¨¢ntos compradores los adquieren por estas pautas? Pocos. La mayor¨ªa de los conductores no respetan el l¨ªmite m¨¢ximo autorizado e incluso muchos se jactan de sobrepasarlo. Creo y me parece muy oportuno aumentar los controles de radar y otros que ase guren el cumplimiento de estas limitaciones. A mi regreso pude observar que en el tramo de la autov¨ªa entre Murcia y Albacete se han colocado unos paneles que anuncian la utilizaci¨®n de radares, esto hac¨ªa que a pesar que continuaba circulando a la velocidad m¨¢xima autorizada, casi, salvo alg¨²n intr¨¦pido, nadie me pasaba, as¨ª hasta que desaparecieron los paneles, ya en la circunvalaci¨®n de Albacete, donde fui pasado por todos a velocidades vertiginosas con el fin de "recuperar" lo perdido.

El miedo a la sanci¨®n les hizo respetar la limitaci¨®n.