El metal sella la ruptura total entre empresarios y sindicatos
La patronal rechaza una reducci¨®n de jornada similar a la de Navarra
El sector del metal se ha convertido en el punto de choque entre la patronal y los sindicatos en Euskadi. Las organizaciones empresariales de Vizcaya (Cebek) y de Guip¨²zcoa (Adegi) rompieron la semana pasada la negociaci¨®n del convenio. Ambas organizaciones justificaron su postura en que no se pueden plantear reducciones de jornada cuando en Francia y Alemania se "camina en sentido contrario". El convenio de ?lava, con una jornada media de 1.735 horas, el m¨¢s desfavorable de los tres vascos, cuenta con 32 horas menos al a?o que la media de los convenios del conjunto de Espa?a. Pese a todo, hay convenios que han reducido m¨¢s la jornada, como el firmado en Navarra, donde se ha pactado 20 horas menos, hasta llegar a 2007 con una jornada de 1.707 horas. La jornada es uno de los factores de la ruptura, pero el cisma entre empleadores y empleados est¨¢ tambi¨¦n en el aumento salarial.
La subida media en los diez convenios del metal firmados en lo que va de a?o en toda Espa?a suponen el 3,19%, frente a la oferta de incremento cero o del 0,5% de las patronales vascas. De los 50 convenios provinciales del metal, esa¨¢n firmados 38, pero s¨®lo 10 de ellos son nuevos, ya que el resto tiene vigencia al menos hasta diciembre, seg¨²n datos de UGT. Entre los 12 convenios pendientes est¨¢n los tres vascos. Los sindicatos creen que la patronal se equivoca si cree que no va a acabar pagando el ahorro de no firmar los convenios provinciales.
La posici¨®n de firmeza de las tres patronales provinciales (SEA, Adegi y Cebek) ha provocado por el momento algo que no hab¨ªa sucedido en los ¨²ltimos a?os en Euskadi, la unidad sindical en demanda de los convenios sectoriales. UGT, ELA y LAB secundaron la convocatoria de huelga de Comisiones Obreras del pasado 28 de junio, la mayor desde 2002, que ten¨ªa como objetivo sacar a la calle a los 135.000 trabajadores del Metal en la comunidad aut¨®noma.
Tambi¨¦n est¨¢ provocando movimientos en la parte sindical y cruce de acusaciones. CC OO y LAB se han desmarcado de ELA y han modificado sus plataformas en la mesa del metal, con el objetivo de provocar alg¨²n tipo de avances.
La semana pasada la patronal vizca¨ªna censur¨® que los sindicatos no admitan lo que es "obvio ya en Europea", en relaci¨®n a la jornada laboral, y asegur¨® que quien plantea esta reivindicaci¨®n "est¨¢ teniendo que dar marcha atr¨¢s". Refiri¨¦ndose a los casos de Francia y Akemania, Cebek se?al¨® que esa es una v¨ªa que provoca p¨¦rdida de competitividad y propicia las deslocalizaciones.
Las palabras de los empresarios provocaron el rechazo en los sindicatos, que, pese a todo, mostraron su ya cl¨¢sica divisi¨®n. ELA critic¨® las "modificaciones a la baja" planteadas en las plataformas de UGT y CC OO y ejemplific¨® que, pese ello, a la patronal "todo le parece poco". UGT culp¨® a la patronal de "chantajear" a los sindicatos para "cargarse" el convenio del metal y denunci¨® su "nula voluntad de negociaci¨®n". CC OO tambi¨¦n responsabiliz¨® a ELA de su "nulo inter¨¦s" y calific¨® de "intransigente" la posici¨®n de la patronal.
Atasco general
Salvo el caso especial de algunas provincias, en el conjunto de Espa?a la conflictividad en la negociaci¨®n del convenio del metal se centra en la demanda de mayores incrementos salariales y superiores bajadas de jornada laboral.
Es el problema de Euskadi, aunque en ?lava se suma la demanda patronal de aplicaci¨®n del principio de "ultraactividad" -los contenidos del convenio pierden vigencia si ¨¦ste no se renegocia y para el nuevo se parte de cero- y en ambos casos el argumento central de la patronal es que esas peticiones suponen un peligro para la competitividad de las empresas. Las fuerzas sindicales responden con acusaciones de "prepotencia" y exigen una posici¨®n negociadora m¨¢s sensata para evitar un septiembre especialmente "caliente".
La mesa de ?lava sigue atascada en una propuesta patronal que incluye una subida seg¨²n el ?ndice de Precios al Consumo (IPC) exclusivamente, mientras que en Vizcaya y Guip¨²zcoa sus organizaciones empresariales aceptan un incremento salarial de medio punto sobre la inflaci¨®n registrada. Esta postura contrasta con la media de subidas en el resto de Espa?a, donde los nuevos convenios se han firmado con un alza del 3,19% de promedio. Para para rechazar nuevas reducciones de jornada, las patronales de Vizcaya y Guip¨²zcoa se ha aprovechado la corriente favorable en Francia y Alemania a aumentar las horas trabajadas para aumentar las competitividad.
En Navarra ya se ha firmado el convenio para cuatro a?os (hasta 2007) con una subida de un punto sobre el IPC para 2004 y 0,75% para el resto de los a?os, con cl¨¢usulas de revisi¨®n. El alza salarial se ha sacrificado un poco a cambio de una reducci¨®n de jornada de 20 horas, hasta llegar a 2007 con una jornada de 1.707 horas.
La jornada laboral media pactada en los 10 convenios nuevos es de 1.767,3 horas anuales. En casi todos ellos se ha reducido la jornada en una media de 3 a 4 horas por a?o, dependiendo de su vigencia temporal, seg¨²n un informe comparativo de todos los convenios elaborado por UGT.
El punto de partida en jornada es en Euskadi similar al de Navarra. La jornada de Vizcaya era en 2003 de 1.708 horas, mientras que en Guip¨²zcoa en 2002 -la ¨²ltima fecha vigente, aunque UGT reclama un acuerdo del pasado a?o- es de 1.710. De los tres convenios vascos, el de ?lava es el que tiene jornada m¨¢s prolongada, 1.735 horas, aunque son 32 horas menos que la media del resto de Espa?a.
La amenaza de la huelga
La relaciones laborales en Euskadi viven este a?o marcadas por los nueve meses que lleva de huelga por la negociaci¨®n del convenio en la multinacional alemana Pferd Ruggeberg, m¨¢s conocida como Caballito, en Vitoria. Ahora los sindicatos, independientemente de sus siglas, advierten a los empresarios de los riesgos de no firmar convenios sectoriales en el metal. Los sindicatos han dicho ya que si no se pactan los convenios provinciales, la batalla en las empresas va a ser muy dura. Aunque quienes paguen al final sean los empresarios particulares, la posici¨®n de firmeza de la patronal al no firmar condiciones marco "va a acabar sali¨¦ndoles m¨¢s caro", desaf¨ªan los sindicatos.
De los 135.000 trabajadores del sector, unos 85.000 dependen de los convenios sectoriales, ya que trabajan en peque?as empresas sin representaci¨®n sindical y no negocian convenios de empresa.
A la hora de justificar su negativa a aceptar este a?o lo que llama convenios sectoriales "caros", la patronal se?ala que en ejercicios brillantes se ha podido firmar al alza, muchas veces con sindicatos minoritarios, pero que la situaci¨®n econ¨®mica actual no lo permite.
El desencuentro es total entre las dos partes, que demandan de forma constante un mayor di¨¢logo social e invocan la intervenci¨®n del Gobierno vasco. Pero la conflictividad no ha hecho m¨¢s que comenzar y todos los sindicatos auguran un oto?o caliente si no se pone soluci¨®n. La amenaza de huelga personificada en el caso de Caballito pesa en el ambiente.
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