Desacuerdo entre Saura y Clos sobre el ¨¢rea metropolitana de Barcelona

El consejero de Relaciones Institucionales, Joan Saura, y el alcalde de Barcelona, Joan Clos, pusieron de relieve ayer el absoluto desacuerdo respecto al papel que ambos asignan a la organizaci¨®n metropolitana de Barcelona y las poblaciones de su entorno. Mientras que Saura aseguraba que no se prev¨¦, bajo ning¨²n concepto, la existencia de un gobierno metropolitano, sino la pura suma de las competencias ya existentes en las entidades metropolitanas, Joan Clos, a trav¨¦s de un portavoz autorizado, segu¨ªa reclamando la creaci¨®n de una autoridad metropolitana en representaci¨®n de los 36 municipios que la forman.

Las discrepancias se pusieron de manifiesto cuando ambos daban cuenta de los acuerdos alcanzados sobre la futura Carta Municipal. El Gobierno catal¨¢n y el Ayuntamiento de Barcelona han estado trabajando en un texto com¨²n que puedan defender conjuntamente ante el Gobierno central durante la fase de tramitaci¨®n parlamentaria.

Los acuerdos suponen la renuncia, por parte municipal, a reclamar cualquier tipo de competencia que est¨¦ en poder de la Generalitat, como, entre otras, el agua, la movilidad y los transportes ferroviarios. Tambi¨¦n pactaron la f¨®rmula sobre la justicia local y sobre el car¨¢cter metropolitano de la Carta Municipal, de modo que pueda extenderse a todos los municipios del ¨¢rea. Ah¨ª salt¨® la fricci¨®n. El acuerdo se produjo porque, a juzgar por las declaraciones de ambas partes, entienden algo diferente. Hab¨ªan pactado defender una disposici¨®n adicional que reconozca a todos los municipios el derecho a disponer de las competencias delegadas por el Gobierno central al Ayuntamiento de Barcelona. Pero mientras que Clos entend¨ªa que esto es as¨ª por la existencia de un gobierno metropolitano, Saura dejaba claro que el Gobierno catal¨¢n no considera esa posibilidad.Joan Saura asegur¨® reiteradamente que las competencias pol¨ªticas sobre el territorio de Barcelona y su entorno no depender¨¢n de un hipot¨¦tico gobierno metropolitano, sino que pasar¨¢n a la veguer¨ªa (equivalente a la funci¨®n que hoy realiza la provincia) de nueva creaci¨®n. El ¨¢mbito de esta veguer¨ªa ser¨¢ mayor que el del ¨¢rea metropolitana, dijo Saura, de modo que tenga sentido su capacidad de decisi¨®n sobre movilidad o distribuci¨®n del agua, por citar dos de los casos sobre los que el Ayuntamiento de Barcelona aspiraba a ver reconocidas las competencias.

El poder del ¨¢rea metropolitana ser¨¢ exactamente el mismo que hoy tienen sus municipios a trav¨¦s de consorcios y entidades. Es decir, transporte p¨²blico, residuos y medio ambiente, adem¨¢s del urbanismo.

Fuentes municipales destacaron que las competencias sobre estos ¨¢mbitos otorgan al ¨¢rea metropolitana una notable capacidad de planificaci¨®n y, por lo tanto, pol¨ªtica. Las mismas fuentes insistieron en que el gobierno municipal de Barcelona "sigue reclamando un gobierno metropolitano con capacidad de decisi¨®n pol¨ªtica" y se?alaron que en el mismo sentido se han manifestado reiteradamente tanto el presidente del Gobierno catal¨¢n, Pasqual Maragall, como el consejero de Econom¨ªa, Antoni Castells.

Al margen del desacuerdo sobre el ¨¢rea metropolitana, Saura y Clos lograron acuerdos sobre otros aspectos de la Carta Municipal a defender conjuntamente en la tramitaci¨®n parlamentaria en el Congreso de los Diputados y en el Senado.

Durante el mes de agosto, se?al¨® Joan Clos, una comisi¨®n mixta con representaci¨®n del Ejecutivo catal¨¢n y el gobierno municipal de Barcelona redactar¨¢n el texto definitivo que ser¨¢ entregado en el Congreso de los Diputados el pr¨®ximo 8 de septiembre, salvo imprevistos de ¨²ltima hora.

Saura vaticin¨® que el tr¨¢mite puede prolongarse hasta la primavera de 2005, debido a que los ¨²ltimos meses del a?o coinciden tambi¨¦n con el periodo en el que el Congreso discute los Presupuestos Generales del Estado. El tr¨¢mite, dijo, puede durar de tres a cuatro meses, por lo que no es aventurado pensar que en primavera la Carta estuviera ya aprobada por el Congreso y el Senado.

Una vez superado este proceso, deber¨ªa volver al Parlament, ya que se incluye una propuesta de disposici¨®n adicional en la que se extiende a todos los ayuntamientos del ¨¢rea metropolitana la delegaci¨®n de competencias del Estado que ¨¦ste otorgue al Ayuntamiento de Barcelona, siempre que as¨ª lo apruebe la C¨¢mara catalana.

El Ayuntamiento de Barcelona mantiene la aspiraci¨®n a designar los jueces de proximidad en Barcelona, es decir, los que ocupen los juzgados dedicados a los juicios r¨¢pidos. Pero esta pretensi¨®n ha quedado recortada. La primera intenci¨®n municipal era la de nombrar estos jueces desde el pleno. Una medida que, seg¨²n todos los juristas consultados, puede resultar legalmente complicada y, sobre todo, que hubiera laminado la capacidad del poder judicial. La redacci¨®n definitiva de este punto, que a¨²n no se ha logrado, establecer¨¢ notables restricciones, entre ellas que los jueces a nombrar dispongan de la titulaci¨®n reconocida para el resto de jueves. Lo que en el fondo supone crear una especie de escalaf¨®n espec¨ªfico para la justicia municipal.

A la reuni¨®n entre Clos y Saura, que fue extraordinariamente breve (menos de media hora) asistieron otros representantes del Gobierno catal¨¢n y todos los jefes de los grupos pol¨ªticos municipales. La Carta Municipal ha contado hasta ahora con el apoyo un¨¢nime de los grupos pol¨ªticos con representaci¨®n en el consistorio, aunque no siempre este apoyo se ha mantenido en otros tr¨¢mites. El PP no pudo defenderla en el Congreso y CiU dio largas a la creaci¨®n de consorcios aprobados por el Parlament.