"Con los robots estamos al inicio de una nueva era"
Luc Steels trabaja en el equipo que ha dise?ado el perro Aibo y el humanoide Qrio, de Sony
Luc Steels, profesor de Inform¨¢tica en la Universidad Libre de Bruselas (VUB), director del Laboratorio de Inteligencia Artificial de la VUB y del Laboratorio de Ciencias Inform¨¢ticas de Sony en Par¨ªs, no para. Reci¨¦n acabado un congreso sobre simulaci¨®n de comportamiento adaptado en Los Angeles, llega a Barcelona para participar en un di¨¢logo del F¨®rum. Steels, conocido principalmente por ser uno de los creadores del perro robot de Sony, Aibo, comenta entusiasmado algunos de los robots inspirados en animales que se presentaron en Los Angeles: "El mejor era una langosta artificial, que se arrastraba sobre sus seis patas como el animal real y dispon¨ªa de antenas m¨®viles... ?Incluso se desplazaba por el agua!".
Pregunta. ?Cu¨¢l es el prop¨®sito de construir robots con forma de animales?
Respuesta. Es una manera de estudiar biolog¨ªa. Los animales son sistemas extraordinariamente complejos y, si se quiere estudiar su cerebro, se puede optar por la v¨ªa cl¨¢sica, troce¨¢ndolo y realizando algunas mediciones. Pero a partir de fragmentos de un cerebro no se puede ni llegar a imaginar c¨®mo funciona este ¨®rgano. La otra manera de investigar es construir un modelo rob¨®tico que, como el animal en que se inspira, se ha de adaptar al mundo real. As¨ª, se puede observar todo lo que est¨¢ sucediendo en el interior del robot, y entonces, por supuesto, se puede comparar con el ¨®rgano del animal, contrastando los datos obtenidos. Es una alternativa muy ¨²til para experimentar con animales.
P. Aibo tambi¨¦n es un robot con forma animaloide. ?Se parece a un perro s¨®lo en la forma, o tambi¨¦n en el comportamiento?
R. En realidad utilizamos a Aibo como un soporte, una plataforma muy general para realizar todo tipo de experimentos. Aunque Aibo tambi¨¦n es muy utilizado entre los investigadores del comportamiento animal.
P. Tras Aibo, Sony anunci¨® el siguiente paso, construir un humanoide, Qrio. ?En qu¨¦ fase est¨¢ y cu¨¢ndo se comercializar¨¢?
R. El robot ya est¨¢ listo, pero la verdad, no creo que se vaya a comercializar, porque se tratar¨ªa de un juguete car¨ªsimo. Creo que se quedar¨¢ dentro de los confines del mundo de la investigaci¨®n cient¨ªfica y que pronto se formar¨¢n grupos de investigaci¨®n que lo utilizar¨¢n para estudiar el lenguaje o la visi¨®n.
P. Descr¨ªbame al humanoide.
R. Sus creadores hemos sido m¨¢s de 50 personas, el equipo de Tokio se encarg¨® de la estructura del robot, mientras que nosotros, en Par¨ªs, estudiamos su interacci¨®n con el entorno. El resultado es un humanoide de unos 50 cent¨ªmetros de altura, que puede caminar de manera totalmente aut¨®noma: se balancea, se adapta a los desniveles del terreno, sube y baja escaleras, se levanta solo si se cae, camina lateralmente... No es muy r¨¢pido, pero puede hacer movimientos muy precisos. Est¨¢ dotado de dos c¨¢maras, con las que distingue los obst¨¢culos, lo que le permite dise?ar un itinerario para evitarlos. Tambi¨¦n memoriza caras humanas asoci¨¢ndolas al nombre de la persona y dispone de ocho micr¨®fonos situados alrededor de la cabeza que le permiten detectar de qu¨¦ lado viene el sonido y dirigirse hacia ¨¦l. Dispone tambi¨¦n de un sintetizador con el que habla. Es unas tres veces m¨¢s complejo que Aibo. Su complejidad espec¨ªfica es que, mientras Aibo camina a cuatro patas, Qrio lo hace a dos, lo que es mucho m¨¢s dif¨ªcil. Por lo dem¨¢s, este robot es una plataforma, en el sentido de que es como un ordenador. Ahora se debe empezar a programar y experimentar con ¨¦l, as¨ª que estamos justo en el principio, en los inicios de una era.
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