Powell anuncia en Bagdad m¨¢s dinero para la reconstrucci¨®n y mano dura con los rebeldes

En una visita sorpresa, el secretario de Estado norteamericano, Colin Powell, prometi¨® ayer en Bagdad acelerar el desembolso del dinero para la reconstrucci¨®n del pa¨ªs, de manera que haya m¨¢s trabajo y mejoren los suministros. Al mismo tiempo, amenaz¨® con usar el pu?o de hierro contra los terroristas y quienes luchan contra la presencia de la fuerza multinacional. Antes de su llegada, 11 civiles perdieron la vida durante los duros combates entre rebeldes y tropas de Estados Unidos ayudadas por la Guardia Nacional iraqu¨ª en Faluya, 50 kil¨®metros al oeste de Bagdad.

Powell se entrevist¨® con el presidente, Gazi al Yauar, a quien expres¨® la voluntad de EE UU de facilitar la concesi¨®n de contratos para obras de infraestructura con el fin de mejorar las condiciones de vida de millones de iraqu¨ªes privados de agua potable y suministro estable de electricidad. El jefe de la diplomacia estadounidense se?al¨® que esto permitir¨¢ encontrar trabajo al que lo busque. "Si la poblaci¨®n ve que el pa¨ªs mejora y que el dinero llega para facilitarles la vida, confiar¨¢n en el Gobierno y dar¨¢n la espalda a los terroristas", dijo Powell, el funcionario estadounidense de mayor rango que visita Irak desde la transferencia del poder el 28 de junio.

Powell aprovech¨® la oportunidad para criticar sin rodeos los intentos del Gobierno de Teher¨¢n por incrementar su influencia entre la comunidad chi¨ª iraqu¨ª. "Ir¨¢n tiene la capacidad de jugar un papel positivo en Irak, pero estamos preocupados por algunos de los movimientos que realiza en el sur del pa¨ªs y la influencia que tratan de ganar all¨ª", dijo. "Confiamos en que las autoridades iran¨ªes comprendan que es de su inter¨¦s tener como vecino un Irak estable", agreg¨® Powell, tras recordar que los pueblos de ambos pa¨ªses han derramado "demasiada sangre" en los ¨²ltimos a?os. Ir¨¢n e Irak se enfrentaron en una guerra de ocho a?os (1980-1988) que finaliz¨® en tablas. El secretario de Estado conmin¨® a ambos pa¨ªses a vivir en paz y evitar el enfrentamiento.

Ayad Alaui, desde que es primer ministro, ha reiterado que Siria e Ir¨¢n deben controlar sus fronteras para impedir el paso a Irak de militantes que alienten la insurgencia, algo que Ir¨¢n niega con rotundidad. Bagdad, adem¨¢s, asegura que desde que cay¨® Sadam Husein se han infiltrado numerosos agentes iran¨ªes.

"Ese ej¨¦rcito de las tinieblas est¨¢ cada vez m¨¢s desesperado e impotente. Por eso han redoblado los ataques, pero el tiempo lo colocar¨¢ en su lugar", dijo el presidente Gazi al Yauar al referirse a los secuestros de extranjeros, atentados suicidas y coches bomba que sacuden a diario el pa¨ªs. Al Yauar se?al¨® que durante su encuentro con Powell no se trat¨® la propuesta saud¨ª de crear una fuerza isl¨¢mica para ayudar a Irak a superar la inestabilidad. Powell tambi¨¦n arremeti¨® contra los terroristas: "Son criminales que no tienen futuro. Son nost¨¢lgicos del antiguo r¨¦gimen. No creo que el pueblo iraqu¨ª quiera volver al pasado", afirm¨®.

Mientras, en Bagdad se escucharon ayer cuatro explosiones en el centro, pero no se inform¨® de v¨ªctimas. La tarde fue una tensa espera de noticias del camionero indio secuestrado, amenazado de ser decapitado y cuyo tercer ultim¨¢tum finaliz¨®. Del reh¨¦n indio no se supo nada, pero otro grupo anunci¨® que hab¨ªa secuestrado a dos ciudadanos sirios. Al parecer, se trata del mismo, Brigadas de la Muerte, que tiene cautivos a cuatro jordanos. El jeque Hicha al Dualimi se ofreci¨® a mediar para lograr la liberaci¨®n de todos los secuestrados, que ya son m¨¢s de una decena.

En Faluya, en pleno tri¨¢ngulo sun¨ª, la batalla comenz¨® de madrugada, cuando fuerzas de EE UU atacaron una casa en la que supuestamente se hab¨ªan refugiado rebeldes. La respuesta de los insurgentes fue inmediata. El enfrentamiento dur¨® varias horas. El Ej¨¦rcito norteamericano utiliz¨® helic¨®pteros y carros de combate; los rebeldes, morteros, granadas y ametralladoras. Fuentes hospitalarias dijeron que 11 personas resultaron muertas y otra decena heridas. Asimismo, dos viviendas fueron destruidas, al igual que varios talleres peque?os de reparaci¨®n de coches.