"El plan de seguridad de EE UU en Irak es un desastre"
La entrevista con Ahmed Chalabi, chi¨ª laico de 57 a?os, l¨ªder del Consejo Pol¨ªtico Chi¨ª, fue como su vida: llena de sorpresas. Comenz¨® en el centro de Bagdad, en la Casa China que ocup¨® la Mujabarat -la polic¨ªa secreta de Sadam Husein-, y que tras la ca¨ªda del r¨¦gimen se le asign¨® a Chalabi. Y termin¨® al borde de la piscina de una finca al norte de la capital. Chalabi desapareci¨® sin explicaciones a mitad de la conversaci¨®n. Sus colaboradores nos subieron a un todoterreno, que cruz¨® la ciudad a toda velocidad hasta detenerse en un id¨ªlico palmeral. Tras una corta espera, la periodista fue invitada a pasar al jard¨ªn en cuya piscina nadaba Chalabi. "Me convocaron a una reuni¨®n urgente y quer¨ªa estar fresco", dijo a modo de excusa.
"Eso de los extremistas isl¨¢micos extranjeros es una estupidez. La clave est¨¢ en los baazistas"
"La CIA y su director trataron de escapar de su incompetencia actuando contra m¨ª"
Pregunta. Usted era el candidato de Estados Unidos para dirigir Irak. ?Por qu¨¦ cay¨® en desgracia?
Respuesta. La CIA y su antiguo director, George Tenet, trataron de escapar de su incompetencia actuando contra m¨ª. Pensaron que el Consejo Nacional Iraqu¨ª [el grupo opositor que dirigi¨® Chalabi antes de fundar el Consejo Pol¨ªtico Chi¨ª] era un blanco f¨¢cil y trataron de responsabilizarnos de sus errores. Un informe del Congreso de EE UU dej¨® claro que el problema no era nuestro, sino del mal funcionamiento de la CIA.
P. ?Y por qu¨¦ usted?
R. Hablaba demasiado sobre la investigaci¨®n de los fondos del Programa Petr¨®leo por Alimentos de la ONU. Insist¨ª en la [necesidad de una] investigaci¨®n y [el proc¨®nsul norteamericano] Paul Bremer se la dio al Comit¨¦ Supremo de Auditor¨ªas, que estaba compuesto sobre todo por perros de guardia de Sadam. El presidente de ese comit¨¦ nombrado por Bremer fue asesinado.
P. ?Qui¨¦n le mat¨®?
R. No s¨¦. No lo est¨¢n investigando. Fui a su funeral porque creo que hac¨ªa un trabajo patri¨®tico. Adem¨¢s, tambi¨¦n habl¨¦ mucho de la auditor¨ªa del Fondo de Desarrollo para Irak. Hay grandes agujeros sobre c¨®mo la Autoridad Provisional de Irak se gast¨® el dinero. Con la ¨²nica firma de Bremer se gastaron 19.000 millones de d¨®lares, y eso es mucho dinero.
P. ?Acusa de corrupta a la Administraci¨®n de Bremer?
R. Quiero que se llegue a la verdad. No puedo acusar de corrupci¨®n. Quiero que se investigue, que prosiga con seriedad la auditor¨ªa que ha comenzado a realizarse.
P. ?Llevar¨¢ a los tribunales a quienes da?aron su reputaci¨®n?
R. No. Con su comportamiento, EE UU me ha hecho un regalo. Ahora la gente comprende mi posici¨®n con claridad. Washington decidi¨® derrocar al r¨¦gimen de Sadam Husein y nos pareci¨® bien. Ya lo han hecho, pero la liberaci¨®n de Irak la hacemos nosotros.
P. ?Piensa que una mano negra trat¨® de expulsarle del escenario?
R. No es negra, es bien clarita. Fueron las tres B: Bremer, Brahimi [enviado especial de la ONU] y Blackwell [asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca].
P. ?La orden de registro de su casa y la confiscaci¨®n de sus papeles procedi¨® de esas tres B?
R. No estaba en Bagdad cuando sucedi¨®. Me encontraba en Nayaf intentando poner fin a los combates, lo que consegu¨ª con ¨¦xito.
P. ?Fue un compl¨®?
R. No; lo dijeron abiertamente. No quer¨ªan que formara parte del nuevo Gobierno. Pensaron que me matar¨ªan pol¨ªticamente y era yo el que no quer¨ªa estar en ¨¦l.
P. ?Por qu¨¦?
R. Porque [ese Gobierno] tiene que hacer frente a serias dificultades como la falta de seguridad, las finanzas, nuestras relaciones con el mundo y el papel de la Fuerza Multinacional que dirige EE UU.
P. ?Qu¨¦ problema presenta la Fuerza Multinacional?
R. Despu¨¦s de la transferencia de soberan¨ªa no ha habido ning¨²n acuerdo que regule la posici¨®n de la Fuerza Multinacional, y la experiencia nos dice que su presencia debe de estar regulada. Tambi¨¦n he dicho que si somos un Gobierno soberano los consejeros de Estados Unidos deben irse. Si despu¨¦s el Gobierno de Irak quiere contratar a alguien, que lo haga.
P. ?Quiere que se vayan s¨®lo los consejeros estadounidenses o tambi¨¦n las tropas?
R. Me da miedo que las tropas de Estados Unidos decidan irse de pronto. Las necesitamos en Irak, en Kuwait, como respaldo de nuestra seguridad, aunque lo m¨¢s importante es la construcci¨®n de las fuerzas de seguridad iraqu¨ªes.
P. ?C¨®mo se puede pacificar el pa¨ªs tras la ca¨ªda del r¨¦gimen?
R. El plan de seguridad de Estados Unidos en Irak es un desastre. Lo primero que hay que hacer es abandonarlo. Pretende reintegrar a algunos baazistas en la estructura de seguridad del Estado. Esa gente jam¨¢s se pondr¨¢ del lado del Gobierno y obtendr¨¢n m¨¢s capacidad para cometer actos de terrorismo y sabotaje. Adem¨¢s, excluye a las fuerzas [de la oposici¨®n] que lucharon contra Sadam de participar en cuestiones de seguridad y conf¨ªa en el espionaje de pa¨ªses vecinos amigos de Estados Unidos.
P. ?Qu¨¦ debe hacer el nuevo Gobierno de Ayad Alaui?
R. Cambiar su pol¨ªtica. Dejar de hacer contratos como el realizado con Jordania para entrenar polic¨ªas, que ha costado 1.200 millones de d¨®lares por el entrenamiento durante seis semanas de 30.000 agentes policiales. Habr¨ªa sido m¨¢s barato mandarlos a estudiar durante un a?o a Harvard. Y ni siquiera les prepararon bien. Durante los disturbios de Nayaf se orden¨® a 2.000 de esos agentes que acudieran y s¨®lo aparecieron 90. Evidentemente, no estaban dispuestos a morir en defensa de Estados Unidos. El otro d¨ªa mantuvieron un tiroteo siete horas en el centro de Bagdad, en la calle Haifa, que acab¨® cuando los estadounidenses dispararon a mansalva.
P. ?Cree que la resistencia es m¨¢s audaz? ?Qui¨¦nes son los terroristas?
R. Baazistas. Todo eso de extremistas isl¨¢micos extranjeros es una estupidez. Son un componente m¨ªnimo. La clave est¨¢ en los baazistas. El Partido Baaz es una sociedad secreta. Antes de la invasi¨®n, Sadam Husein distribuy¨® entre ellos 1.000 millones de d¨®lares y les dio todo tipo de armas y explosivos. Tienen infraestructura y reciben apoyo del dinero del petr¨®leo del Golfo, de quienes est¨¢n en contra de la democracia en Irak.
P. ?Cree que Alaui puede declarar el estado de emergencia y retrasar las elecciones previstas en principio para enero?
R. El precio ser¨ªa demasiado alto. La gente no lo aceptar¨ªa. Las elecciones no son una cuesti¨®n de seguridad. Si declara el estado de emergencia, ?c¨®mo lo impone?
P. El gran ayatol¨¢ Al¨ª al Sistani levantar¨ªa a los chi¨ªes...
R. Sistani quer¨ªa que estos comicios se celebraran antes de la transferencia de poderes y acept¨® el criterio de la ONU de posponerlos unos meses, pero advirti¨® de que no aceptar¨ªa m¨¢s compromisos.
P. ?Se presentar¨¢?
R. Es muy pronto para decidir.
P. Usted es un chi¨ª secular. ?Por qu¨¦ se ha acercado a los ayatol¨¢s?
R. Los chi¨ªes fueron las v¨ªctimas de Sadam. Eso se entiende cuando se visita Ciudad S¨¢der en Bagdad. All¨ª hay tres millones viviendo en terribles condiciones.
P. ?Mantiene contactos con M¨²qtada al S¨¢der [cl¨¦rigo chi¨ª que dirigi¨® una revuelta de dos meses contra EE UU en las ciudades santas de Nayaf y Kufa]?
R. S¨ª. Su movimiento es muy fuerte y ¨¦l es muy popular.
P. El Gobierno ha exigido a las milicias que entreguen las armas. Al S¨¢der se opone a desarmar la suya. ?Y su milicia?
R. Los kurdos tampoco se han desarmado. Mientras el Gobierno no tenga capacidad para defender a su gente, no habr¨¢ desarme. ?C¨®mo vamos a desarmarnos si hay ministros que se hacen llevar los papeles a casa porque temen un atentado si acuden al trabajo?
P. ?Cree que los kurdos aceptar¨¢n la futura Constituci¨®n iraqu¨ª?
R. No queremos forzarles a estar en Irak. Si les conviene estar, les apoyaremos, y si creen que est¨¢n mejor separados, adelante. Ning¨²n ¨¢rabe iraqu¨ª volver¨¢ a luchar para que permanezcan.
P. Turqu¨ªa advirti¨® de que no consentir¨ªa la independencia del Kurdist¨¢n y Washington dice que quiere un Irak unido...
R. Que lo hagan, nosotros no iremos a la guerra por ello. Aceptar¨ªamos una estructura federal, pero ¨¦se es nuestro l¨ªmite. Los kurdos tendr¨¢n sus derechos al igual que los habitantes de otras regiones. Queremos establecer en el sur, de Basora a Nasiriya y Amara, un Estado dentro de la federaci¨®n iraqu¨ª.
Alejado de Bush, aliado de Al S¨¢der
Ahmed Chalabi procede de una prominente familia iraqu¨ª. Durante d¨¦cadas fue el dem¨®crata que Washington cortejaba entre la irrelevante oposici¨®n para sustituir a Sadam Husein. Abandonado hace meses por la Administraci¨®n de Bush que le aup¨®, Chalabi resurge apoy¨¢ndose en el populismo del cl¨¦rigo chi¨ª M¨²qtada al S¨¢der.
Elegante, con fama de vividor, chi¨ª laico y defensor hasta hace poco de un Irak secular, Chalabi se ha acercado a los ayatol¨¢s y ha hecho suya la causa de los desharrapados que pueblan Ciudad S¨¢der.
Chalabi puede recoger en las pr¨®ximas elecciones el voto de los seguidores de Al S¨¢der, que insiste en no saltar a la escena pol¨ªtica. Los ayatol¨¢s iraqu¨ªes, formados casi todos en el vecino Ir¨¢n, no quieren establecer una Rep¨²blica Isl¨¢mica; prefieren que un civil est¨¦ al frente del Estado mientras ellos educan a las masas desde los p¨²lpitos. Cl¨¦rigo y pol¨ªtico viven hoy un interesado idilio alimentado por el desencanto de Chalabi con los norteamericanos y el antiamericanismo de Al S¨¢der.
Nacido en 1944 en el seno de una familia de banqueros, que se vio obligada a exiliarse cuando lleg¨® al poder el Partido Baaz, en 1958, Chalabi estudi¨® Matem¨¢ticas en Chicago y en el prestigioso Instituto Tecnol¨®gico de Massachusetts. Terminada su formaci¨®n, dej¨® a un lado las oportunidades que se le abrieron en Estados Unidos y prefiri¨® trasladarse m¨¢s cerca de su tierra, a L¨ªbano, donde se cas¨® con la hija de uno de los firmantes de la independencia del pa¨ªs.
Quien ahora se erige en defensor de la transparencia es una figura controvertida. Fue condenado en rebeld¨ªa en Jordania a 22 a?os de c¨¢rcel por fraude y malversaci¨®n de fondos en el Banco de Petra, que fund¨® en 1978 y fue intervenido por el Gobierno jordano en 1989. Las circunstancias de la intervenci¨®n -supuestamente por presiones de Sadam- a¨²n son oscuras. Al parecer, Chalabi utilizaba el banco para boicotear los esfuerzos del dictador para financiar su guerra contra Ir¨¢n.
En 1993, con el apoyo de la CIA y m¨¢s de 10 millones de euros de su propio capital, Chalabi se traslad¨® a la ciudad de Erbil, en el Kurdist¨¢n iraqu¨ª. El levantamiento armado de las milicias kurdas contra Sadam termin¨® en fracaso tres a?os despu¨¦s. Entonces fund¨® el Congreso Nacional Iraqu¨ª (CNI) y ahora el Consejo Pol¨ªtico Chi¨ª (CPS). Si el CNI fue una caja de grillos, muchos observadores consideran que este CPS puede conducir a Chalabi hasta la futura presidencia de Irak.
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