Bot¨ªn desaf¨ªa a la competencia bancaria europea
La atrevida compra del Abbey por el Santander, la primera transfronteriza, abre las posibilidades de nuevas operaciones
Nunca tantos ojos estuvieron pendientes de una operaci¨®n hecha por Emilio Bot¨ªn, presidente del Santander, y eso que ha realizado muchas y de gran calado en su larga trayectoria (primera fusi¨®n del euro con Central Hispano, Banesto, Banespa, Airtel). El banco pagar¨¢ unos 13.400 millones por el sexto banco brit¨¢nico que controla el 11% de las hipotecas de la isla. Es la primera operaci¨®n transfronteriza, hecha adem¨¢s con intercambio de acciones, por lo que, si acaba con ¨¦xito, puede debilitar la resistencia numantina de algunos Gobiernos (el italiano y el franc¨¦s) a las compras for¨¢neas. Sin embargo, como reconocen fuentes cercanas a la operaci¨®n, Abbey "es una operaci¨®n dif¨ªcil y con grandes retos".
Almunia ha animado desde Bruselas la fusi¨®n de los bancos europeos, pero los Gobiernos de Italia y Francia frenan estas operaciones
Ha roto tab¨²es y moldes, como le gusta al primer banquero espa?ol, Emilio Bot¨ªn, considerado el segundo hombre m¨¢s influyente de Espa?a despu¨¦s del presidente de Gobierno. El Santander pagar¨¢ alrededor de 13.400 millones por el Abbey, el sexto banco del Reino Unido y cuyos activos totales son ligeramente inferiores a los del BBVA, si bien las fuertes p¨¦rdidas han provocado que su valor en Bolsa diste en m¨¢s de 25.000 millones de euros al de la entidad vasca. Si se cumplen los planes previstos, Abbey pertenecer¨¢ al Santander a mediados de diciembre, cuando las juntas de accionistas respectivas (y las autoridades supervisoras) aprueben la operaci¨®n.
Curiosamente, la primera gran operaci¨®n transfronteriza en Europa se ha hecho fuera de la moneda ¨²nica, en la zona de la libra. De nada ha servido la unidad monetaria para allanar esta operaci¨®n. El Santander tendr¨¢ que lidiar con una moneda m¨¢s en su balance, la libra esterlina.
Tras la operaci¨®n cabe preguntarse si ser¨¢ un ejemplo para sus competidores europeos y si es adecuada para el banco. Por lo que respecta a la primera cuesti¨®n, Joaqu¨ªn Almunia, comisario europeo de Asuntos Econ¨®micos, mand¨® un claro recado a principios de mes se?alando que las fusiones bancarias eran necesarias para Europa a largo plazo y apunt¨® que "ser¨¢ necesario que aparezca alg¨²n gran banco paneuropeo".
Los receptores del mensaje deb¨ªan ser las autoridades pol¨ªticas y financieras de Francia e Italia, que han cerrado la puerta a compras de bancos de estos pa¨ªses. El Santander intent¨® adquirir el franc¨¦s Soci¨¦t¨¦ G¨¦n¨¦rale y el BBVA el italiano Unicredito y no fue posible por la intervenci¨®n p¨²blica. Tal fue la sensaci¨®n de veto percibido en el BBVA que acab¨® vendiendo su participaci¨®n en Credit Lyonnais, aunque algunos observadores creen que deb¨ªa haber permanecido con visi¨®n de largo plazo.
Los pol¨ªticos de la Uni¨®n Europea tienen motivos para favorecer la unificaci¨®n de un mercado tan atomizado como el bancario. Seg¨²n Bruselas, esta concentraci¨®n provocar¨¢ el crecimiento del 1% en el PIB porque habr¨¢ mayor eficiencia en el sistema de pagos transfronterizos.
Con todo, el escollo regulador seguir¨¢ siendo el m¨¢s dif¨ªcil de superar. La compra del Abbey, cuando cuente con el pl¨¢cet de las autoridades brit¨¢nicas, es un argumento que debilitar¨¢ la resistencia numantina, de Francia e Italia, propia de mercados cerrados. Precisamente son estos dos pa¨ªses donde hay m¨¢s bancos susceptibles de ser comprados por su ineficiencia, sin olvidarnos de Alemania. Algunos ejecutivos bancarios recuerdan que tambi¨¦n el Banco de Espa?a disuadi¨® al Deutsche Bank en 1994 de sus intentos de compra de Banesto, cuando ¨¦ste fue subastado. No obstante, el a?o pasado, el supervisor no puso problemas para que Barclays comprara el Banco Zaragozano, si bien, no era uno de los grandes jugadores.
La llegada de las normas internacionales de contabilidad (IAS por sus siglas en ingl¨¦s) y, posteriormente, las exigencias de capital de Basilea II, acelerar¨¢n el proceso de uniones porque los balances de las entidades ser¨¢n homog¨¦neos y m¨¢s f¨¢ciles de comparar.
Seg¨²n algunos analistas, esta operaci¨®n puede acelerar las compras europeas. ??igo Vega, analista bancario de Dexia Equities, cree que "los que ahora est¨¦n mirando operaciones no perder¨¢n detalle de lo que haga el Santander para tomar decisiones porque es un caso ¨²nico. En el Santander-Abbey se juegan muchos factores que no se hab¨ªan enfrentado: compra en acciones, culturas, idiomas, estrategias, equipos directivos... Si sale bien, tendr¨¢ consecuencias".
Javier Fern¨¢ndez-Luna, socio de Accenture, opina que "lo l¨®gico es que se reduzca la resistencia de los Gobiernos a la entrada de jugadores for¨¢neos. Los grandes bancos europeos no tienen posibilidades de seguir creciendo en sus mercados naturales de forma org¨¢nica ni a trav¨¦s de compras por problemas de competencia". A su juicio, tras varios ejercicios negativos, ahora las entidades financieras est¨¢n generando ingresos "que podr¨ªan invertirse en compras fuera de las fronteras. Esto tambi¨¦n ocurre en otros sectores empresariales, adem¨¢s del financiero".
Otros analistas apuntan que la operaci¨®n no es tan representativa porque "en realidad, el ¨²nico mercado abierto era el brit¨¢nico, por lo que no se ha roto ninguna barrera". El gobernador del Banco de Espa?a, Jaime Caruana, se?al¨® que la oferta de compra del Abbey "no necesariamente" tiene que provocar otras operaciones transfronterizas en Europa.
?Romper¨¢n el statu quo la llegada de los americanos a Europa? Los expertos coinciden en que si se hubiera realizado la compra del Deutsche Bank por parte del Citigroup, como se intent¨® hace meses, la historia ser¨ªa diferente. Nos obstante, Fern¨¢ndez-Luna cree que "los americanos est¨¢n m¨¢s pendientes de tomar posiciones en China e India y concentr¨¢ndose en su mercado interior que en entrar en Europa".
Respecto a los candidatos a comprar o ser comprados, la lista no difiere mucho entre los expertos. Una de las claves para que comience este baile es la reorganizaci¨®n de los bancos alemanes. Las autoridades quieren que los tres pilares -los bancos comerciales, las cajas y los bancos p¨²blicos- inicien fusiones cruzadas para fortalecer el sistema, como ha sugerido el Canciller Gerard Schr?der. Una vez avanzada esta operaci¨®n, parece inevitable la compra de bancos alemanes. Hypovereinsbank, que en el 2000 intent¨® comprar Banesto a Bot¨ªn por algo menos de 6.000 millones de euros, hoy est¨¢ en todas las listas. Incluso, fuentes de los bancos de inversi¨®n sostienen que ha sido estudiado por el Santander y el BBVA. En Italia los candidatos m¨¢s nombrados son BNL y San Paolo IMI por parte del BBVA y el Santander respectivamente. Adem¨¢s, las dos mutualidades hipotecarias brit¨¢nicas, Alliance & Leicester o Bradford & Bingley, son otros candidatos.
La rentabilidad, bajo lupa
Si Bot¨ªn compra el Abbey, habr¨¢ logrado ser el primero de la zona euro y el octavo del mundo por capitalizaci¨®n. Por activos ser¨ªa el triple que el BBVA, pero ?ser¨¢ rentable la operaci¨®n? Para el Santander no hay duda porque lograr¨¢ vender m¨¢s productos a 18 millones de clientes del Abbey que s¨®lo tienen hipotecas. Introducir¨¢ la cultura comercial de la red en Espa?a y la tecnolog¨ªa del grupo. Abbey tiene cinco centros de producci¨®n, siete call centers y 24 centros de administraci¨®n de documentos. El Santander quiere centralizarlos al m¨¢ximo y que la mayor parte de los empleados que hoy se dedican a la gesti¨®n administrativa, 8.300 personas de las 25.000 de la plantilla, pasen a vender productos. Sin duda, uno de los grandes retos de la compra, que tambi¨¦n exigir¨¢ contratar un nuevo equipo directivo brit¨¢nico.
Pero, de momento, para pagar el banco el Santander deber¨¢ hacer una ampliaci¨®n de m¨¢s de 1.580 millones de acciones, un 33% del capital. Pese a que est¨¢ recomprando el 4% de sus acciones para evitar la ca¨ªda del valor y la diluci¨®n del beneficio, algunos analistas dudan del ¨¦xito, como los de Citigroup Smith Barney, uno de los pocos bancos de inversi¨®n que no ha participado en la colocaci¨®n. En la semana, el valor ha ca¨ªdo un 1,25%. La entidad ha prometido lograr ahorros de costes de 560 millones en tres a?os. Para Citigroup "es m¨¢s realista pensar en la mitad". Otros apuntan que "cuando se produzca el canje y los accionistas brit¨¢nicos tengan t¨ªtulos del Santander, una entidad que no cotiza en Londres, se producir¨¢n fuertes ventas que podr¨ªan castigar el valor".
Con la compra del Abbey, el Santander se ha hecho con una cartera de cr¨¦ditos de 172.000 millones de euros, un 30% m¨¢s de lo que tiene en el resto de Europa, incluida Espa?a. "Esto es un factor de riesgo", apunta un analista. La morosidad es del 0,78%, con una cobertura del 54,84%, cuatro veces menos que el grupo Santander. Abbey ha llegado a esta situaci¨®n despu¨¦s de reducir sus recursos propios en 3.400 millones, el 29%, en s¨®lo tres ejercicios, lo que indica las fuertes provisiones que ha tenido que realizar.
Juego de esp¨ªas y Jaime Bot¨ªn
En abril pasado, Abbey rechaz¨® el precio ofrecido por el Santander. Como buen comprador, Bot¨ªn tante¨® el terreno. Pero pas¨® factura porque se filtr¨® a la prensa (de forma interesada por parte del vendedor, seg¨²n algunas fuentes). La consecuencia es que sub¨ªa el precio del banco brit¨¢nico y bajaba el del espa?ol. As¨ª se traspasaron 2.000 millones de euros de capitalizaci¨®n burs¨¢til de uno a otro. Para evitar m¨¢s problemas, seg¨²n abogados cercanos a la operaci¨®n, se limit¨® al m¨¢ximo, s¨®lo diez, el n¨²mero de personas con acceso a los datos, adem¨¢s de la comisi¨®n ejecutiva. Adem¨¢s se redenominaron a los jugadores. As¨ª, la operaci¨®n se llam¨® Jack, Abbey era blue, y el Santander Red. El equipo de abogados y auditores fue capitaneado por Juan Rodr¨ªguez Inciarte.
La operaci¨®n sali¨® por sorpresa, como tambi¨¦n fue sorpresiva la dimisi¨®n de Jaime Bot¨ªn, vicepresidente primero del banco, antes de que el Santander aprobara la compra. Por primera vez en 44 a?os, Jaime no estuvo junto a su hermano en una operaci¨®n tan trascendente, "un momento hist¨®rico", como dijo el presidente. Sobre esta marcha, la ¨²nica raz¨®n oficial es que "quiere dedicarse a sus aficiones".
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