Greenpeace y la incineraci¨®n

El ex-viceconsejero de Medio Ambiente del Gobierno vasco y autor del Plan de Residuos Urbanos de Gipuzkoa tiene una obsesi¨®n con Greenpeace que deber¨ªa empezar a preocuparle. Una vez m¨¢s para rebatir nuestros argumentos en contra de la incineraci¨®n utiliza la descalificaci¨®n, y nos tilda de faltos de honestidad. As¨ª lo hace nuevamente en el art¨ªculo La incineraci¨®n a debate publicado en la edici¨®n del Pa¨ªs Vasco de EL PA?S el pasado d¨ªa 2 de agosto. Insisto, no se me ocurren otros motivos que expliquen la utilizaci¨®n de manera permamente la descalificaci¨®n en este debate, que la falta de argumentos s¨®lidos para defender la incineraci¨®n (otros que no sean, por supuesto, el beneficio econ¨®mico que genera ) y la incapacidad para rebatir con solidez las razones de Greenpeace.

La incineraci¨®n, seg¨²n la UE, sigue siendo el proceso que m¨¢s dioxinas produce en el conjunto de la Uni¨®n

Entre los m¨²ltiples recursos utilizados para promover las incineradoras, est¨¢n los viajes de turismo-incinerador

Entre los multiples recursos utilizados para promover las incineradoras, est¨¢n los viajes de turismo-incinerador. En esos viajes se traslada a representantes pol¨ªticos a visitar incineradoras en distintos pa¨ªses para mostrar las increibles ventajas de instalar estas plantas en su territorio. Viena es una parada imprescindible en los mismos, y a su incineradora se refiere el se?or Garmendia. Pero merece la pena ir por partes:

En un art¨ªculo publicado en el Diario Vasco el pasado mes de febrero y que caus¨® las iras de los promotores de la incineraci¨®n, yo afirmaba (para responder a las alucinantes afirmaciones de que las incineradoras eliminan las dioxinas) que "Es falso que las modernas incineradoras no produzcan las temidas dioxinas y otros gases de combusti¨®n incompleta. Las dioxinas se generan durante el proceso de combusti¨®n, y seg¨²n el tipo, la cantidad y la calidad de los filtros, dichas sustancias pueden retenerse en mayor o menor medida, produci¨¦ndose entonces en parte su vertido a trav¨¦s de las aguas de filtrado o en las escorias y cenizas".

El informe sobre la incineradora de Viena al que se refiere el se?or Garmendia reafirma mi aseveraci¨®n en todos sus extremos.

Conviene recordar en primer lugar que dicho informe se elabor¨® por parte de Greenpeace Austria precisamente porque ya en 1999, el turismo incinerador en Viena era de tal magnitud que se hizo conveniente mostrar la cara oculta de esa incineradora.

Garmendia olvida el p¨¢rrafo de las conclusiones del informe de Greenpeace sobre la incineradora de Viena que sigue al que el menciona en su art¨ªculo y que es el siguiente "Sin embargo, desde el punto de vista medioambiental es problem¨¢tica la eliminaci¨®n de los residuos s¨®lidos procedentes de las plantas de incineraci¨®n. En especial las cenizas procedentes de los filtros contienen cantidades muy elevadas de dioxinas, furanos y metales pesados". Confirma por tanto el informe las afirmaciones de Greenpeace Espa?a y que yo resum¨ªa en el art¨ªculo mencionado.

Me parece discutible que una persona que ha sido viceconsejero de Medio Ambiente del Pa¨ªs Vasco, y que es redactor del Plan de Residuos Urbanos de Gipuzkoa omita las partes de las conclusiones de un informe que desmontan su argumentaci¨®n. Son estas interpretaciones las que hacen dudar cada vez m¨¢s a los ciudadanos de los argumentos a favor de la incineraci¨®n. Perm¨ªtanme que me quepa al menos la duda sobre el rigor del informe al que se refiere Garmendia en su art¨ªculo sobre las bondades para la salud p¨²blica de la incineraci¨®n, visto lo expuesto.

Sin entrar en detalle, el informe de Greenpeace sobre la incineradora de Viena, que se basa exclusivamente en datos oficiales, confirma una alta producci¨®n de dioxinas (10,973 gr/a?o) en dicha incineradora. La mayor concentraci¨®n de las mismas aparece en las cenizas. Conviene recordar que las dioxinas son un compuesto altamente acumulativo y t¨®xico. Existe un acuerdo internacional para la eliminaci¨®n de este tipo de compuestos y la incineraci¨®n sigue siendo, seg¨²n el inventario de la Uni¨®n Europea, el proceso que m¨¢s dioxinas produce en el conjunto de la Uni¨®n.

M¨¢s cercano es el ejemplo de la incineradora de Valdeming¨®mez, en Madrid, a donde no llega el turismo incinerador de los responsables pol¨ªticos (las incineradoras m¨¢s cercanas no se ense?an). Dicha incineradora, puesta en marcha en 1996 -una incineradora moderna- es objeto de una querella de la fiscal¨ªa de Medio Ambiente debido a sus emisiones t¨®xicas a la atm¨®sfera. De hecho en 2001 hubo de ser paralizada temporalmente debido a las altas emisiones de gases.

Los motivos para cuestionar la incineraci¨®n son muchos y de muy diversa ¨ªndole. No se trata ni mucho menos de una tecnolog¨ªa moderna, sino que como demuestran los informes de la organizaci¨®n global anti-incinerci¨®n Gaia, es una tecnolog¨ªa cuya implantaci¨®n est¨¢ disminuyendo. La creciente preocupaci¨®n por el desarrollo sostenible, y el consenso entre las organizaciones ecologistas independientes de que la incineraci¨®n no es una tecnolog¨ªa sostenible, llevan a las administraciones que realmente se preocupan por el medio ambiente a promover otras soluciones alternativas.

Cabe decir que a m¨ª me da lo mismo que criticar las incineradoras sea moderno o antiguo, ya que uno se mueve por criterios y valores diferentes.

No puedo terminar este art¨ªculo sin responder a la distinci¨®n que hace Garmendia entre Greenpeace- Espa?a (los malvados y deshonestos porque nos oponemos a la incineraci¨®n), y el resto de Greenpeace. Nuestra organizaci¨®n internacional tiene una pol¨ªtica aprobada y consensuada sobre este asunto que no transcribir¨¦ completa por no aburrir al lector, pero que dice que: "La incineraci¨®n de residuos peligrosos, municipales y sanitarios contribuye significativamente a la degradaci¨®n de la salud humana y el medio ambiente. La proliferaci¨®n de la incineraci¨®n debe detenerse para prevenir la dispersi¨®n de venenos t¨®xicos y persistentes en el medio ambiente global". ?Les suena? Pues eso....

Quedo a la espera de la pr¨®xima andanada de descalificaciones de los promotores de las incineradoras contra m¨ª o contra la organizaci¨®n que me honro en dirigir, por el antiguo motivo de defender nuestras convicciones.

Juan L¨®pez de Uralde es director Ejecutivo de Greenpeace