Babcock dice que la inestabilidad laboral le ha hecho perder contratos
La empresa cuantific¨® los encargos frustrados en ocho millones
El director general de Babcock Wilkox Espa?a, Peter Klug, dijo ayer que la firma, propiedad de la austriaca ATB, ha perdido dos contratos durante el tiempo en que ha estado sin resolverse el Expediente de Regulaci¨®n de Empleo. Klug no quiso precisar el nombre de las empresas que no adjudicaron los contratos por la inestabilidad laboral, pero los cuantific¨® en torno a los ocho millones. El pasado viernes el Ministerio de Trabajo aprob¨® la regulaci¨®n de 258 trabajadores. "Esto ya es historia, ahora tenemos que trabajar todos juntos para sacar esto adelante", sostuvo.
La empresa de bienes de equipo Babcock ha conseguido dos pedidos desde que fuera comprada en enero por el grupo austriaco ATB, ahora A-TEC, ya que ATB se ha convertido en una divisi¨®n del grupo propiedad de Mirko Kovats. Se trata de la fabricaci¨®n de elementos de una planta de gasificaci¨®n en China, por un valor de 9 millones de euros, y que aportar¨¢ 84.000 horas de trabajo a la planta de Galindo. El pasado mes de junio, Babcock ya logr¨® otro pedido para una planta de gasificaci¨®n en el pa¨ªs asi¨¢tico, por importe de 11,2 millones de euros y con una carga de 113.000 horas de trabajo, seg¨²n inform¨® entonces la empresa en un comunicado.
A esos contratos se hubieran a?adido otros dos de menor dimensi¨®n y cuant¨ªa, pero que hubieran proporcionado un plus al objetivo comercial de la firma de disponer de una cartera de pedidos de 56 millones de euros para este a?o. "Ya tenemos una recepci¨®n estimada de 56 millones, 11 en desarrollos de energ¨ªa y medio ambiente, otros 11 en v¨¢lvulas, y 34 en el negocio tradicional de Babcock, en equipos industriales", declar¨® ayer Peter Klug.
Pasado dif¨ªcil
Para Klug, que procede de Austrian Energy, no hay que mirar para atr¨¢s, sino sobre todo hacia adelante. Por eso evita cualquier cr¨ªtica o atribuci¨®n de responsabilidades en la p¨¦rdida de los contratos. Se limita a decir que "ahora es el momento de competir por los mejores contratos, con el objetivo de relanzar esta empresa y ponerla en 2006 en situaci¨®n de equilibrio financiero". Klug respeta el celo de los sindicatos cuando exigen m¨¢s informaci¨®n y se compromete a ponerla toda a su disposici¨®n tras las vacaciones, con la creaci¨®n de la Comisi¨®n de Seguimiento del Plan Industrial. Esta comisi¨®n es uno de las condiciones a las que obliga el ERE y una de las tareas pendientes para despu¨¦s del verano. Tambi¨¦n para esas fechas los sindicatos tienen pendiente el refer¨¦ndum sobre el el expediente que iban a convocar a finales de julio, pero que al no estar toda la plantilla han dejado para despu¨¦s del periodo estival. Aunque el ERE ya est¨¢ aprobado, los sindicatos, salvo Comisiones Obreras que est¨¢ firmemente convencido de las bondades de la resoluci¨®n del Ministerio de Trabajo, han convocado una consulta porque desconf¨ªan del plan industrial que incorpora el ERE.
Desconfianza
UGT, ELA, LAB y ESK critican a A-TEC por no cumplir ninguno de los compromisos suscritos, ni en lo que se refiere a la transferencia de carga de trabajo de otras plantas del grupo, ni a la aportaci¨®n de tecnolog¨ªa, ni en la presentaci¨®n de avales por un importe de 100 millones de euros, preceptivos para optar a grandes contratos. La multinacional hab¨ªa condicionado todo eso a la resoluci¨®n de la regulaci¨®n de empleo.
Los ¨²ltimos 25 a?os en la historia de Babcock Wilkox han sido realmente duros, y cuando en 1978 ten¨ªa 5.600 trabajadores, ahora puede quedarse en unos 500. Entr¨® al sector p¨²blico ese a?o y en enero pasado, despu¨¦s de un traum¨¢tico paso por Borsig, fue comprada por el grupo austriaco A-TEC, propiedad de Mirko Kovats, quien ha convertido a la antigua ATB, comprando empresas en crisis en un grupo en continuo crecimiento. En 2003 factur¨® casi 700 millones, con 3.900 trabajadores, cuando en 2002, cuando compr¨® Austrian Energy, perd¨ªa tres millones.
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