Una localidad de Ja¨¦n intenta atraer por carta a las empresas catalanas

El alcalde de la localidad jienense de La Carolina, Ram¨®n Palacios (PP), ha enviado en los ¨²ltimos meses cientos de cartas oficiales a empresas instaladas en Catalu?a para atraer inversiones, con la promesa de fuertes subvenciones. La Carolina ofrece "las mejores [ayudas] que existen actualmente en Espa?a", seg¨²n la misiva, como pr¨¦stamos sin intereses, viviendas para el personal t¨¦cnico y bajos costes salariales.

Suelo pr¨¢cticamente gratuito, pr¨¦stamos sin inter¨¦s, vivienda para los trabajadores y costes salariales "notablemente m¨¢s competitivos" que los de otras zonas del pa¨ªs. ?se es el anzuelo de La Carolina para captar empresas ya instaladas en otras ¨¢reas. Con las deslocalizaciones a la orden del d¨ªa, muchos otros municipios espa?oles ofrecen condiciones parecidas para robar inversiones a las zonas m¨¢s industrializadas. La diferencia es que el alcalde de La Carolina, Ram¨®n Palacios (PP), lo hace sin ambages: con membrete del Ayuntamiento y una carta que detalla todas las ayudas y que se env¨ªa a empresas ya instaladas en otras zonas industriales, para sorpresa de empresarios, patronales y administraciones.

La misiva detalla un buen n¨²mero de ayudas, que se autodefinen como "las mejores que existen actualmente en Espa?a" y que en ning¨²n caso "son incompatibles entre s¨ª". El alcalde de La Carolina es todo un personaje: senador por Ja¨¦n, sigue pendiente de juicio en el Supremo por un supuesto delito electoral, tras la denuncia de un concejal socialista que en 1999 le acus¨® de utilizar recursos p¨²blicos para la organizaci¨®n de su campa?a electoral. A sus 83 a?os, Palacios no ha dudado en vincular el "milagro industrial" de La Carolina -m¨¢s de 100 empresas se ubican en los tres pol¨ªgonos industriales de la localidad- a las ayudas otorgadas por el Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Aunque con el cambio de Gobierno, Palacios tampoco se arredra: ah¨ª est¨¢n los centenares de cartas enviadas a empresas "catalanas, pero tambi¨¦n italianas, estadounidenses y francesas", explica Antonio Molero, responsable de promoci¨®n y empleo de La Carolina. "Buscamos empresas que quieran ampliar su capacidad de producci¨®n o instalarse en otro sitio", confiesa Molero.

"Competencia cainita"

Una de las ¨²ltimas empresas que ha recibido la invitaci¨®n de Palacios -que invita "a comprobar in situ las ventajas" que ofrece La Carolina"- es una compa?¨ªa instalada desde hace a?os en Catalu?a. "El ¨²nico objetivo es dar a conocer nuestra oferta", justifica Molero. La Administraci¨®n catalana tiene otra interpretaci¨®n. "Catalu?a no puede ofrecer suelo gratis ni muchas otras ayudas porque no cuenta con el colch¨®n presupuestario de los fondos europeos", explican fuentes del Gobierno catal¨¢n. "Pero es evidente que hay una competencia cainita por las empresas", seg¨²n las mismas fuentes.

Para Joaqu¨ªn Trigo, director ejecutivo de la patronal Fomento, se trata de un tipo de competencia "muy venenoso, que cuando se dirige a multinacionales puede incluso da?ar la imagen del pa¨ªs", y de un m¨¦todo para atraer inversiones "discutible".

La competencia se hace, normalmente, con la menor publicidad posible. En 2001, el Ejecutivo catal¨¢n anunci¨® una fuerte inversi¨®n de Inditex -m¨¢s de 80 millones de euros y la creaci¨®n de 750 empleos- en Girona. A la postre, la Generalitat lanz¨® demasiado pronto las campanas al vuelo y el grupo textil gallego opt¨® por Zaragoza. ?Por qu¨¦? Suelo barato y fuertes ayudas a la creaci¨®n de empleo "de acuerdo con la normativa comunitaria", como se encargaron de resaltar despu¨¦s el Gobierno aragon¨¦s y la propia empresa.

Palacios utiliza una t¨¢ctica parecida al glosar las virtudes de La Carolina: grandes ayudas en virtud del "protocolo especial de colaboraci¨®n" alcanzado con el Gobierno del PP. Pero hay tambi¨¦n cosecha propia. La arteria principal de uno de los pol¨ªgonos industriales se llama avenida del Ministro Josep Piqu¨¦. Cuando era titular de Industria, Piqu¨¦ -hijo adoptivo de la localidad, como varios ex ministros del PP- aprob¨® una inversi¨®n millonaria para La Carolina. Todo vale.