Una evoluci¨®n impecable y m¨¢s deportiva
Un biplaza descapotable para disfrutar todo el a?o. El nuevo SLK mantiene el techo met¨¢lico retr¨¢ctil, una primicia de Mercedes que revolucion¨® la categor¨ªa de los coches descubiertos y que ha sido clave en su ¨¦xito. Pero ahora evoluciona su dise?o para ofrecer una imagen m¨¢s poderosa, una deportividad acentuada y una calidad superior. Es m¨¢s caro que su antecesor, pero sigue siendo el deportivo m¨¢s asequible de la marca: desde 39.300 euros.
Un dise?o con ¨¦xito
Este SLK es la segunda generaci¨®n del que se lanz¨® en 1996, un modelo que ha cambiado la historia de los descapotables: se han vendido 308.000, una cifra casi impensable entonces para un biplaza con la exclusividad de la estrella en el frontal.
El nuevo modelo ha crecido en tama?o y tiene m¨¢s presencia. Mide 4,08 metros de largo, siete cent¨ªmetros m¨¢s, y es 6,5 m¨¢s ancho. Estas medidas, a medio camino entre un utilitario y un compacto como el Golf, mantienen las proporciones del anterior, con un cap¨® delantero alargado y una zaga recortada. Pero la carrocer¨ªa ha recibido una profunda remodelaci¨®n que potencia su car¨¢cter y seduce a primera vista. Y el chasis es ahora un 46% m¨¢s r¨ªgido.
Delante destaca el dise?o del frontal, inspirado en el superdeportivo Mercedes SLR McLaren: parachoques y parrilla en cu?a, esta ¨²ltima con la estrella de la marca integrada en el centro y dos listones horizontales en los lados que recuerdan al morro y los alerones de un f¨®rmula 1. Las tomas de aire, los faros rasgados y el parabrisas inclinado hacia delante refuerzan su car¨¢cter y afinan la aerodin¨¢mica (CX: 0,32). Y la posici¨®n adelantada del habit¨¢culo, la cintura lateral ascendente, la zaga corta y las dos salidas de escape potencian la deportividad. Y los pilotos traseros aportan un toque de clase. El resultado es un cup¨¦ deportivo y elegante cuando se lleva el techo cerrado, y un sugerente roadster (biplaza descapotable) cuando se recoge en el maletero.
Espacio limitado y m¨¢s calidad
Aunque su mayor tama?o ha permitido ampliar el interior, la habitabilidad es limitada. Los asientos delanteros son amplios y c¨®modos, pero se va sentado bajo y apenas hay donde dejar nada: las bolsas de las puertas son muy justas y apenas hay dos guanteras detr¨¢s de los hombros de los pasajeros. Al menos se han ganado 63 litros en el maletero (208) y se ha mejorado mucho la resoluci¨®n interior, que combina con gusto pl¨¢sticos de calidad, adornos metalizados y los acabados y accesorios impecables de Mercedes (instrumentaci¨®n, mandos...) que crean un ambiente distinguido y hacen sentirse en un coche exclusivo.
Su limitada capacidad, sin una banqueta atr¨¢s para casos de apuro, limita el sentido pr¨¢ctico, pero es el peaje a pagar para alojar el techo met¨¢lico, que refuerza su versatilidad y permite utilizar el coche todo el a?o. Adem¨¢s, el SLK estrena refinamientos opcionales, como el sistema Airscarf, unas salidas de calefacci¨®n en los reposacabezas que forman una bufanda invisible para circular a cielo abierto cuando baja la temperatura.
Tres motores y siete marchas
La gama SLK cuenta con tres versiones: 200 K (163 CV), 350 (272 CV) y el exclusivo 55 AMG (360 CV). Los dos primeros vienen de serie con cambio manual de seis marchas; el 200 K ofrece como opci¨®n un autom¨¢tico de cinco y el 350 puede montar el sofisticado 7G-Tronic de siete marchas, de serie en el AMG. El equipamiento incluye siempre cuatro airbags, control de presi¨®n de ruedas, ABS, ESP, arcos antivuelco y muchas comodidades: techo el¨¦ctrico, climatizador, ordenador de viaje...
Conclusi¨®n
El SLK es un descapotable muy vers¨¢til con un techo met¨¢lico retr¨¢ctil que permite disfrutar su calidad en invierno y verano. Tiene una l¨ªnea con clase, un interior distinguido, una mec¨¢nica impecable y un comportamiento que entusiasma. Pero es m¨¢s caro y menos asequible que su antecesor.
GRANDE Y POCO PR?CTICO
Aunque el nuevo SLK ofrece un interior algo m¨¢s amplio, sigue teniendo las limitaciones pr¨¢cticas de los biplazas y no dispone de unas banquetas traseras para casos de apuro. Adem¨¢s, tampoco hay donde dejar bultos grandes, como un bolso o un malet¨ªn, porque los huecos disponibles son pocos y peque?os.
El dise?o interior es aparente, aunque con unos tonos oscuros algo fr¨ªos. Utiliza materiales de calidad, con un salpicadero elaborado en pl¨¢stico mullido que reduce las lesiones en los accidentes. Pero tiene unos poros que atraen el polvo y no dan sensaci¨®n de limpieza. En cambio, la consola central, la instrumentaci¨®n y los adornos metalizados tienen la presencia y el estilo inconfundible de Mercedes.
La capacidad del maletero con el techo cerrado es correcta para un deportivo: 300 litros. Pero se reduce a 208 cuando se descapota para dejar espacio al techo y tiene unas formas poco aprovechables, con poca altura y un acceso dif¨ªcil.
En la zaga del SLK destaca el dise?o elegante de los pilotos y la solidez del parachoques, que, junto a las dos salidas de escape, refuerzan su deportividad. Adem¨¢s, cuando se descapota incluye una cortina que se despliega detr¨¢s de los reposacabezas y protege de las turbulencias.
M?S CARO, PERO COMPLETO
El SLK 200 K tiene unos precios superiores a todos sus competidores directos. Cuesta casi 10.000 euros m¨¢s que el veterano Alfa Romeo Spider, pero ¨¦ste viene mucho menos equipado de serie: con aire acondicionado en lugar de climatizador y sin airbags laterales ni control de estabilidad.
Tambi¨¦n el BMW Z4 2.2 y el Audi TT Roadster de 180 CV son 3.700 y 1.700 euros m¨¢s baratos, respectivamente. Los dos incluyen de serie cuatro airbags y control de estabilidad, pero llevan capotas de lona en lugar del techo practicable de metal del Mercedes, que es mucho m¨¢s pr¨¢ctico: mejora la protecci¨®n ante los robos, y, sobre todo, permite utilizar el coche todo el a?o sin depender de las condiciones climatol¨®gicas.
El SLK es el descapotable de su categor¨ªa m¨¢s moderno y completo; ofrece las mejoras prestaciones, especialmente en velocidad, y apenas cede un poco en aceleraci¨®n frente al Z4.
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