Los 'colonos' del noreste
2.800 familias estrenan Sanchinarro, con todas sus consecuencias: obras, falta de equipamientos y de locales
En el nuevo barrio de Sanchinarro ya viven unas 2.800 familias, s¨®lo una parte muy peque?a de las m¨¢s de 13.500 que habitar¨¢n este PAU (programa de actuaci¨®n urb¨¢nistica) en el distrito de Hortaleza. Son pocos, y se consideran la "avanzadilla" del nuevo barrio, con todas las desventajas que ello conlleva: falta de equipamiento p¨²blico, supermercados y un largo etc¨¦tera de necesidades cotidianas.
Por el momento ya hay seis urbanizaciones que despiertan cada ma?ana con la ropa tendida en sus nuevos ventanales, con el olor a cloro de manguitos y flotadores mojados en las piscinas reci¨¦n estrenadas. Los ni?os corretean y juegan con sus bicicletas, mientras las canchas de baloncesto est¨¢n repletas de j¨®venes que las estrenan con entusiamo.
Desde la cocina de Beatriz no se ven m¨¢s que obras, gr¨²as y escombros
Ning¨²n vecino se ha empadronado, aunque es vital para acelerar los equipamientos
Pero tambi¨¦n hay polvo. Y ruido. Y camiones que no respetan las se?ales de tr¨¢fico. Y gr¨²as que descargan kilos de arena sin percatarse de la presencia de los todav¨ªa pocos vecinos. "Hace una semana", cuenta uno de ellos, "no pude sacar el coche del garaje porque un cami¨®n hab¨ªa aparcado justo delante de la puerta".
Son los "colonos" del nuevo barrio, como se autodenominan con humor 10 vecinos de la nueva calle de Diego Hurtado de Mendoza, una de las pocas habitadas. Son j¨®venes y la mayor¨ªa ya tienen hijos. Esperaron sus viviendas durante a?os. Muchos tuvieron que retrasar sus matrimonios y compaginar el pago de las letras con el del alquiler de sus pisos provisionales. Sin embargo, el fin de los retrasos lleg¨® en junio de 2003 -que es cuando recibieron las llaves de sus viviendas- y tiene nombre propio: El Corte Ingl¨¦s, inaugurado en noviembre del a?o pasado. "Es la ¨²nica de las infraestructuras proyectadas que ya funciona", cuenta Benito, de 43 a?os.
"Todo esto es muy bonito", comenta Beatriz Masju¨¢n, de 33 a?os, "pero no tenemos barrio", se queja. Su casa, por la que ha pagado 126.000 euros, 30.000 m¨¢s de lo prometido tras cinco a?os de espera, tiene 110 metros cuadrados: tres dormitorios, dos cuartos de ba?o y una terraza office en la cocina, desde la que es dif¨ªcil divisar algo distinto a obras, parcelas con escombros y excavaciones. No es para menos: la Gerencia Municipal de Urbanismo ha concedido, hasta el pasado 30 de junio 10.359 licencias de nueva edificaci¨®n en el barrio, es decir, miles de edificios en obras.
Ser los pioneros en un proyecto de tal envergadura como el de Sanchinarro, que con 13.568 viviendas proyectadas superar¨¢ en poblaci¨®n a ciudades como Soria (35.000 habitantes), tiene sus consecuencias: una ¨²nica panader¨ªa, una farmacia, tres bancos y un restaurante que abri¨® hace tres semanas. Son, a excepci¨®n de El Corte Ingl¨¦s y una estaci¨®n de servicio reconvertida en supermercado, los ¨²nicos servicios con los que cuentan los vecinos para su d¨ªa a d¨ªa. "Tambi¨¦n van abrir una tienda de decoraci¨®n y dos salones de belleza", comenta entre risas Pedro, de 39 a?os, uno de los colonos. "Vamos a ser los guapos de toda la zona".
Luis Delgado es el due?o del ¨²nico restaurante de todo Sanchinarro, un local elegante, que sirve comida tradicional, con "toque de autor", como le gusta decir a Luis. Ha pagado unos 12.000 euros por cada metro cuadrado suelo. Sin embargo, el resto de locales tardar¨¢n en ocuparse, porque "son muchos los propietarios que se niegan a venderlos o alquilarlos todav¨ªa, a la espera de que a¨²n suba m¨¢s el suelo", explica.
Todav¨ªa tendr¨¢n que pasar al menos un par de a?os m¨¢s para que se empiecen a construir el ambulatorio, los colegios y las instalaciones deportivas que est¨¢ previsto que completen el desarrollo. "Para m¨ª lo m¨¢s urgente es el colegio", explica Charo, otra de las pioneras. Esta vecina seguir¨¢ acompa?ando cada ma?ana a las ocho a sus dos hijos en coche hasta sus respectivos colegios en el cercano municipio de Alcobendas. "Es esto o llevarlos al de Virgen del Cortijo, que est¨¢ en muy mal estado", comenta otra vecina. "Adem¨¢s, para cuando est¨¦ construido el colegio -que el Ayuntamiento les ha prometido para 2007-, si mi ni?a est¨¢ contenta en el suyo, y tiene ya su grupito de amigas, a m¨ª me constar¨¢ mucho cambiarla", dice.
Beatriz Lob¨®n, la gerente de Urbanismo, advierte: "Son los inconvenientes de ser los primeros. Los equipamientos van poco a poco", dice. "Ninguna administraci¨®n los hace antes de tiempo, s¨®lo cuando hay demanda suficiente, y eso s¨®lo ocurrir¨¢ a medida que se empadronen", afirma.
Ninguno de estos vecinos han actualizado los datos del padr¨®n con su nuevo domicilio. "Es un trapicheo", explican, "para poder seguir llevando a los ni?os al mismo cole y al mismo m¨¦dico de siempre", dicen. En este sentido, "aqu¨ª lo que funciona es la iniciativa privada", se lamentan. "El hospital de Sanitas [una mutua de sanidad privada] est¨¢ a punto de abrir y la ¨²nica guarder¨ªa de la zona, que est¨¢ en Las Tablas, cobra lo que quiere porque saben que no tenemos donde elegir", se queja Beatriz Masju¨¢n.
En 2007 tambi¨¦n funcionar¨¢, seg¨²n prometi¨® la Comunidad, el tren ligero que unir¨¢ el nuevo barrio con Las Tablas y la calle de Arturo Soria. "Pero yo", comenta Charo, que es educadora social en Fuencarral, "seguir¨¦ sin poder utilizar el transporte p¨²blico para ir a trabajar".
Y mientras esto ocurre, seguir¨¢n como hasta ahora, "dependiendo del coche para todo". Como alternativa, la EMT ya ha inaugurado tres l¨ªneas de autobuses que conectan Sanchinarro con el centro. Tambi¨¦n hay dos accesos a la A-I, "y s¨®lo gracias al Corte Ingl¨¦s", y otros dos a la calles de Arturo Soria y Hortaleza, "siempre atascadas con unas filas de coches impresionantes", comentan los vecinos, las ¨²nicas formas por el momento de salir o entrar al nuevo barrio.
Sanchinarro todav¨ªa se est¨¢ haciendo. Falta de todo y los colonos lo sufren. Sof¨ªa, de seis a?os, lo tiene claro: "Lo ¨²nico que quiero es una tienda de chuches cerca de casa y un cole".
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