La org¨ªa de sangre que conmovi¨® a todo Hollywood

El 9 de agosto de 1969 Roman Polanski estaba en Londres con sus amigos Warren Beatty y Richard Sylbert. Buscaba los exteriores para una pel¨ªcula que jam¨¢s rod¨®: El d¨ªa del delf¨ªn. En plena fiebre de la psicodelia hippy, el sexo en grupo y las drogas alucin¨®genas, el atroz crimen de su mujer, Sharon Tate, y de cuatro personas m¨¢s, en su casa de Los ?ngeles, cerraba de un portazo el espejismo multicolor de toda una ¨¦poca. Han pasado 35 a?os desde que Charles Manson ordenara la matanza, y desde entonces nada ha sido igual en Hollywood.

En su libro Moteros tranquilos, toros salvajes, Peter Biskin escribe: "Una omnipresente sensaci¨®n de terror y paranoia se instal¨® sobre la ciudad [...] Pese a que las v¨ªctimas no eran grandes celebridades, los asesinos dieron en el blanco. Nadie se libr¨®; todos los conoc¨ªan [... ]Pistolas y perros guardianes empezaron a venderse como rosquillas, y los intimidatorios portales autom¨¢ticos que hasta ese momento, en plena Era de Acuario, hab¨ªan sido una medida de seguridad despreciada, se volvieron indispensables".

Polanski llevaba semanas retrasando el viaje de vuelta a su casa de Los ?ngeles. Sharon Tate y ¨¦l hab¨ªan alquilado una vieja villa situada en el 10050. de Cielo Drive. All¨ª hab¨ªa vivido Candice Bergen con el empresario discogr¨¢fico Terry Melcher. Melcher, hijo de Doris Day, conoc¨ªa a Charles Manson: un tipo de mirada demoniaca que viajaba por California con sus j¨®venes amantes y que aspiraba a ser estrella del rock. Melcher rechaz¨® la m¨²sica de Manson, que entonces ya se hab¨ªa instalado con su comuna en unos decorados abandonados en el desierto. All¨ª, entre los cascotes del viejo Hollywood, Manson (preso del rencor y la locura) invoc¨® la org¨ªa de sangre que meses despu¨¦s salpic¨® las paredes del 10050. de Cielo Drive.

Aquel verano, Sharon Tate, embarazada de ocho meses y aburrida de un marido que le era sistem¨¢ticamente infiel, pasaba los d¨ªas con su ex novio, Jay Sebring, un famoso peluquero que proporcionaba drogas a su estelar clientela. Con ellos estaban instalados un viejo amigo de Polanski, Voytek Frykowski, y su rica novia americana, Abigail Folger. Tate hab¨ªa nacido en Dallas en 1943. Una rubia angelical que conoci¨® a Polanski en Londres. Rodaron juntos El baile de los vampiros, se enamoraron y casaron. Instalados en Los ?ngeles, su casa se convirti¨® en centro de las mejores fiestas de la ciudad. Las puertas nunca se cerraban.

La madrugada del 9 de agosto (un caluroso s¨¢bado), Manson envi¨® a La Familia a la vieja mansi¨®n. Susan Atkins (conocida como Sexy Sadie), Patricia Krenwinkel, Leslie van Houten y Tex Watson entraron en la casa armados de cuchillos y con un rifle. El espeluznante relato de lo que ocurri¨® despu¨¦s lo han detallado decenas de libros, desde Helter Skelter, de Vincent Bugliosi y Curt Gentry a Sharon Tate and the Manson Murders, de Greg King. Un aberrante secuencia de cr¨ªmenes, que incluy¨® a un adolescente, Steven Parent, que pasaba por la casa y que se prolong¨® un d¨ªa despu¨¦s, cuando los miembros de La Familia fueron al barrio de Los Feliz y eligieron a boleo otra casa (la de Rosemary y Leno LaBianca) para seguir matando. La sangre ped¨ªa m¨¢s sangre.

Manson, el preso m¨¢s c¨¦lebre de Estados Unidos seg¨²n las encuestas, es adem¨¢s un oscuro icono para muchos fan¨¢ticos que ven en las matanza de Cielo Drive y Los Feliz un acto de violencia purificadora. Este mismo mes, en el Fringe del Festival de Edimburgo se estrena la obra Charles Manson, Where Are You?, y dentro de poco lo har¨¢ un nuevo documental, dirigido por Jim Van Bedder, y titulado The Manson Family.

La vieja casa del 10050. Cielo Drive fue derribada en 1994. Nadie quer¨ªa vivir en ella. Se construy¨® una nueva. Tambi¨¦n sigue deshabitada.