A la caza de una 'disco'

Llegan de todo el mundo -Asier, por ejemplo, es de Azerbaiy¨¢n-, y no piensan dejar pasar la oportunidad de visitar Barcelona. Por la noche, se suben en un autob¨²s lanzadera que les llevar¨¢ hasta la plaza de Catalunya, donde elegir¨¢n alg¨²n espacio para vivir la fiesta de la ciudad. Algunos chavales desconciertan a los pacos que controlan a los que suben a estos autobuses, que durante esta semana transportan a unas 500 personas cada noche. "Tambi¨¦n hacemos de gu¨ªas tur¨ªsticos", bromea uno. "?Cu¨¢nto se tarda para llegar al Marem¨¤gnum?", "?es verdad que los mejores locales est¨¢n en Gr¨¤cia?", "?c¨®mo puedo llegar al Gran Casino de Barcelona?". Algunos cargan con mapas, otros con c¨¢maras fotogr¨¢ficas que tambi¨¦n usan dentro del veh¨ªculo. Cuando el bus cruza el Pla de Palau, la mayor¨ªa se levanta y admira los edificios iluminados. En la plaza de Catalunya, se animan y salen a la b¨²squeda de una discoteca.