La gran haza?a iraqu¨ª
El equipo iraqu¨ª de f¨²tbol dio la sorpresa al vencer a la selecci¨®n portuguesa de Cristiano Ronaldo
![Diego Torres](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F905d2291-3bc7-4951-9b10-14c4000df79f.png?auth=71540af241da7b2d45e7ccd8aac79de09feb0b15263f9f39b72b24c67ae654b5&width=100&height=100&smart=true)
La selecci¨®n de f¨²tbol Irak protagoniz¨® una sorpresa may¨²scula al vencer por 4-2 a Portugal, un resultado que fue celebrado por todo lo alto en la delegaci¨®n del comit¨¦ ol¨ªmpico iraqu¨ª, formada por un total de 31 deportistas. Pocos pod¨ªan esperar semejante triunfo ante el equipo que lidera Cristiano Ronaldo. La victoria tuvo un enorme eco en el edificio de apartamentos donde vive la delegaci¨®n de Irak, en la Villa Ol¨ªmpica de Atenas, que encierra un conjunto de individuos abigarrados. Est¨¢n los atletas, gente amable y esc¨¦ptica, contestataria con la autoridad de los entrenadores, con quienes mantienen una relaci¨®n familiar y tierna. Est¨¢ un estadounidense de piel marm¨®rea que dice filmar una pel¨ªcula llamada Ver la Luz sobre el resurgimiento del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Nacional de Irak (CONI). Est¨¢n los dirigentes y el responsable de relaciones con los medios, un licenciado en Arte y Filolog¨ªa Inglesa que se llama Emad Nassir Husein, y est¨¢ Mark Clark, un joven militar brit¨¢nico que dice que despu¨¦s de servir en Irak durante seis meses trabaj¨® para el Ministerio de Exteriores de su pa¨ªs en Bagdad y... de all¨ª pas¨® a sumarse al reci¨¦n constituido CONI, en cuyas filas opera como "consejero". Atildado y culto, Clark asume protagonismo con naturalidad. Es una especie de Lawrence de Arabia reencarnado al frente de la nueva revuelta ¨¢rabe.
El triunfo sobre el equipo de Cristiano Ronaldo fue celebrado a lo grande en Irak
Adem¨¢s de los futbolistas, la representaci¨®n iraqu¨ª est¨¢ formada por una velocista que corre en 100 y en 200 metros, un nadador de 50 y 100 metros libres, un boxeador, un yudoca, un luchador de taekwondo y un levantador de peso, deporte que cosech¨® la ¨²nica medalla ol¨ªmpica iraqu¨ª, un bronce en Roma, en 1960. Son los embajadores de un pa¨ªs que desde 2002, en Occidente, se representa en las pantallas de televisi¨®n todos los d¨ªas, generalmente ardiendo, o estallando, o cubierto de humo negro y escombros. Si alguien extra?o a la delegaci¨®n habla con los atletas, siempre debe estar presente alg¨²n responsable del comit¨¦. Este es el caso del profesor Mohammed Ridha, un entrenador de aspecto venerable que habla un ingl¨¦s perfecto. Junto a ¨¦l se sienta Alaa Hikmat, de 19 a?os. Es la chica que asegura estar a un paso del r¨¦cord iraqu¨ª de los 100 metros. Es la ¨²nica mujer de la misi¨®n. Su entrenador oficia de traductor y se niega a transmitir preguntas que considera muy pol¨ªticas como: "?Usted es de origen sun¨ª o shi¨ª?".
"Ella representa a todos los iraqu¨ªes, los del norte y los del sur", responde iracundo Mohammed; "es una musulmana de Bagdad que est¨¢ orgullosa de competir por su pa¨ªs. Entre nosotros no hay diferencias. Lo que transmiten las cadenas de televisi¨®n en todo el mundo no es lo que nosotros sentimos".
Preguntar a la jovial Alaa por la ocupaci¨®n militar aliada es bald¨ªo. Sonr¨ªe con una mueca burlona y, antes de que hable, su entrenador se interpone con voluntad protectora. Para ello, destaca sus marcas en el hect¨®metro: "Alaa ha hecho 11,85 segundos en pruebas no oficiales. Su marca oficial en 100 metros es de 12,52 segundos. El r¨¦cord iraqu¨ª, en poder de Selma Al Juburi, es de 12,00 segundos...". En este punto, Mohammed es abruptamente interrumpido por su disc¨ªpula, que parece medio harta. Alaa explica en un ingl¨¦s rudimentario que el r¨¦cord de Al Juburi es de diez cent¨¦simas m¨¢s: "?Doce segundos diez!". El entrenador asiente, resignado: "S¨ª, s¨ª, doce diez".
"Nuestro objetivo aqu¨ª en Atenas es romper el actual r¨¦cord iraqu¨ª", prosigue Mohammed; "ella puede lograrlo, s¨®lo tiene que mejorar la salida".
Cuando el entrenador se distrae llega el nadador de los 50 y los 100 metros libres, un joven de aire risue?o que tambi¨¦n se llama Mohammed. "No nos dejan hablar, nos controlan", dice por lo bajo. Pronto se le une Alaa con gesto triste. "?No tenemos patrocinador!", lamenta; "?nadie quiere unir su imagen a nosotros! Mis zapatillas est¨¢n lisas; han perdido los clavos de tanto correr. Mi padre muri¨® y vivo con mi madre y mi hermano. No tenemos mucho dinero...". "?Alaaaaaaaaaaa!". El profesor Mohammed llama a su pupila a que suba y deje de hablar con extra?os.
En el interior de las oficinas del CONI, en la Villa, nos recibe Nassir Husein. Tiene poco tiempo y lo emplea para recordar que el anterior presidente de su comit¨¦, Uday Husein, hijo del dictador Sadam Husein, "usaba su autoridad para torturar a los atletas". Agrega: "Desde que hubo elecciones libres y generales en el CONI el deporte en Irak es sano. Ya nadie tortura a nadie como hac¨ªan Uday y sus psic¨®patas. A un jugador de f¨²tbol le llegaron a poner una m¨¢scara de acero en la cabeza y lo encerraron en una prisi¨®n; como al pr¨ªncipe franc¨¦s de la pel¨ªcula". Mientras Husein habla, el americano de piel marm¨®rea que dice filmar el documental Ver la Luz, lo registra todo con su peque?a c¨¢mara de mano.
![Haidar y Haiwar, futbolistas de Irak, celebran con los seguidores su triunfo ante Portugal.
D PRESS](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/CYR5I26NRBB7W4OV24J6OMUASA.jpg?auth=7e3caf1aee2f8c733cde7716425018affc1deca183d74c22b1640c51096266b3&width=414)
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
Sobre la firma
![Diego Torres](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/https%3A%2F%2Fs3.amazonaws.com%2Farc-authors%2Fprisa%2F905d2291-3bc7-4951-9b10-14c4000df79f.png?auth=71540af241da7b2d45e7ccd8aac79de09feb0b15263f9f39b72b24c67ae654b5&width=100&height=100&smart=true)