La hora del deporte

Los Juegos regresan a Atenas, con todo lo que significa. Se encendi¨® la llama ol¨ªmpica bajo el futurista techado de Santiago Calatrava, despu¨¦s de una ceremonia que recorri¨® el legado de un pa¨ªs que defini¨® la cultura de Occidente. Fue una inauguraci¨®n elegante, sin excesos, medida, sin concesiones al agotamiento, con algunos gui?os significativos: las delegaciones de Irak y Palestina fueron saludadas con grandes ovaciones. As¨ª comienzan unos Juegos que vienen precedidos de noticias inquietantes. El Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional se enfrenta al turbio caso protagonizado por Konstantinos Kenteris y Ekaterina Thanou, las dos grandes estrellas del atletismo griego. Una coartada poco veros¨ªmil -el accidente de motocicleta que supuestamente ha dado con ambos en un hospital de Atenas- no impide pensar que evitaron un control antidopaje de forma deliberada. El asunto sit¨²a al COI en una posici¨®n muy delicada. Ayer concedi¨® un plazo de 72 horas a los dos atletas antes de pronunciarse sobre el caso. La decisi¨®n se tomar¨¢ en medio de fuertes presiones locales y con el respeto a la palabra dada por Jacques Rogge, presidente del COI, empe?ado en una vasta operaci¨®n de limpieza en el deporte. Una sanci¨®n se interpretar¨ªa como un mensaje contundente en unos momentos de zozobra. Una decisi¨®n de orden pol¨ªtico, diplom¨¢tica con los intereses comerciales y con los deseos de Grecia, abonar¨ªa m¨¢s debilidad al mundo del deporte.

La ceremonia de apertura alej¨® durante unas horas las graves preocupaciones que afectan a los Juegos. Es la hora del deporte. Hoy los Juegos adquieren todo su sentido. Comienza la competici¨®n, y no habr¨¢ tregua durante dos semanas. Espa?a acude a Atenas con la consideraci¨®n de nueva potencia del deporte mundial. Despu¨¦s de la frustraci¨®n de Sidney 2000, los pron¨®sticos elevan el n¨²mero de medallas. Se habla de 15, de 20 en los casos m¨¢s optimistas. No ser¨¢ sencillo. En buena parte depender¨¢ del arranque. Las medallas suelen ser contagiosas. Conviene conseguirlas pronto. A Freire, Astarloa y Valverde -dos campeones del mundo y un subcampe¨®n- corresponde la responsabilidad de lograr el ¨¦xito en la apertura de los Juegos: la prueba de ciclismo en ruta. Ser¨¢ tambi¨¦n la jornada que marcar¨¢ el comienzo de la gesta de Michael Phelps. Disputar¨¢ los 400 metros estilos, un sencillo primer paso en el complicado trabajo que le espera en Atenas.