La educaci¨®n, v¨ªctima pol¨ªtica
Trabajo como interina en el cuerpo de profesores de ense?anza secundaria. En este arduo proceso tengo que sufrir, como cientos de compa?eros, la desidia de tener que soportar cada a?o, tras aprobar los ex¨¢menes, el volver a demostrar a la Administraci¨®n P¨²blica que "valgo, me llena, me gusta y hago mi trabajo como mejor puedo y, sinceramente, dejando lo mejor que puedo ofrecer a cientos de chavales". Tengo que presenciar c¨®mo se crean 20 plazas de mi especialidad, cuando s¨®lo, en el primer acto p¨²blico, la Administraci¨®n demanda 160 interinos para cubrir puestos (como si esto de la educaci¨®n tuviera algo que ver con el Ej¨¦rcito).
Esta situaci¨®n ha empeorado este a?o. He asistido, como en veranos anteriores, a los cursos de formaci¨®n en la Fundaci¨®n de la Universidad Complutense que tiene convenio con el Ministerio de Educaci¨®n. Siempre se me hab¨ªa otorgado la puntuaci¨®n correspondiente para el concurso oposici¨®n, pero este a?o los cursos no han sido valorados por la Consejer¨ªa de Educaci¨®n de la Comunidad de Madrid.
Nadie de entre todas las personas encargadas de esta baremaci¨®n me ha sabido dar una respuesta concreta del por qu¨¦. Se han limitado a decirme que recib¨ªan instrucciones de superiores..., instrucciones que no se recogen de ninguna forma en la convocatoria de oposici¨®n, documento en donde se reflejan los requisitos y criterios para realizar la baremaci¨®n del concurso oposici¨®n al cuerpo de profesores de ense?anza secundaria.
Es curioso y lamentable, ser consciente de c¨®mo las rivalidades entre la Consejer¨ªa de Educaci¨®n y el Ministerio de Educaci¨®n afectan a terceros, en este caso los profesores, que ¨²nicamente queremos trabajar educando, tal vez a los que podr¨ªan ser sus hijos. No, seguro que ¨¦stos est¨¢n en alguna instituci¨®n privada, gozando de una educaci¨®n continua, coherente y donde existe un seguimiento que s¨®lo es posible all¨ª donde hay estabilidad en el profesorado. ?Saben ustedes la sensaci¨®n que da, despu¨¦s de un a?o entero trabajando para que un alumno comience, por ejemplo, a superar un fracaso escolar de a?os, o hacerle sentir que lo de estudiar no es tan malo o dif¨ªcil, y los padres (ustedes, por ejemplo) pregunten "?y el a?o que viene seguir¨¢ ayud¨¢ndole... y haciendo el correspondiente seguimiento?". Y les tengamos que responder: "El a?o que viene yo no estar¨¦ en este centro".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.