Aroma cautivo en una botella

Tuvo fama Cigales por sus rosados, de caracter¨ªstico color piel de cebolla, m¨¢s alcohol de lo habitual y una frutosidad arrancada a la uva tempranillo y la garnacha. Zona de tintes atl¨¢nticos y clima continental, comienza a sacudirse con la llegada de los nuevos aires vitivin¨ªcolas y la renovaci¨®n de sus tintos. A los nombres de Lezcano, Salas, Ana Mart¨ªn y Villar hay que a?adir el de C¨¦sar Mu?oz, en¨®logo inspirado, y C¨¦sar Pr¨ªncipe, viticultor que atesora dos vi?as prodigiosas con cepas viejas perfectamente integradas en el pedregoso suelo de Fuensalda?a. Tuvo una irrupci¨®n portentosa en el 2000, consagrado por Robert Parker (94/100), y alabado por la cr¨ªtica nacional. Ahora, con el 2001 remata la faena, cediendo voluptuosidad para ganar en estructura, aunque esto le cueste alg¨²n punto entre ciertos cr¨ªticos. A m¨ª me emociona el aroma cautivo en la mineralidad de su grafito ba?ado en torrefacto, y me inspira el juego de claroscuros producido por yuxtaposici¨®n de las notas frutales, bals¨¢micas y especiadas. Tiene el paladar carnoso de sus taninos maduros, que acaban con un regusto a licor de regaliz. Pero hay que darle tiempo.