Jes¨²s Montes cumple 50 a?os de pintura con una monograf¨ªa y una muestra
La casa-museo de Ziga presenta m¨¢s de 70 obras de la ¨²ltima etapa del artista irun¨¦s
Jes¨²s Montes (Ir¨²n, 1940) ha cumplido cincuenta a?os de carrera pict¨®rica con la edici¨®n de una monograf¨ªa escrita por Ram¨®n Balasch y la apertura, un a?o m¨¢s, de la exposici¨®n anual de su obra m¨¢s reciente en su casa-museo de Karakoetxea, en el barrio de Zigaurre de la localidad baztanesa de Ziga. El caser¨®n indiano del siglo XVIII es uno de los edificios hist¨®ricos mejor conservados del valle navarro.
Varios cientos de personas se dieron cita al inicio del verano en Pamplona para asistir a la presentaci¨®n de Memoria, Luz y Deseo, la voluminosa biograf¨ªa (712 p¨¢ginas) del artista guipuzcoano que incluye la reproducci¨®n de un total de 481 obras que abarcan toda su evoluci¨®n creativa.
La precocidad creativa de Jes¨²s Montes sorprendi¨® desde el principio a su entorno y a sus propios maestros. Hijo del pintor Gaspar Montes Iturrioz, maestro del Bidasoa, expuso por primera vez cuando apenas ten¨ªa catorce a?os y ya en 1964 sus obras fueron vistas en la galer¨ªa Abril de Madrid. Desde entonces, este creador extasiado con el color no ha parado de pintar en una evoluci¨®n personal compleja y llena de matices, como la atm¨®sfera fronteriza de su Ir¨²n natal. Hasta 135 exposiciones individuales y colectivas jalonan su trayectoria en museos y salas espa?olas y de varios pa¨ªses.
No es de extra?ar la depurada t¨¦cnica de Montes, a quien desde la infancia rodearon V¨¢zquez D¨ªaz y sus consejos y los hermanos Zubiaurre, Pancho Coss¨ªo, Antonio Quir¨®s, ?lvaro Delgado o Jos¨¦ Caballero, de quien aprendi¨® la t¨¦cnica del monotipo. Fue antes de zambullirse en Montparnasse, mucho antes de quedar deslumbrado por la luz de Andaluc¨ªa, por los balcones de Ibiza, por el reto de vivir y pintar para contarlo (pastores, bailaoras, bodegones, playas, toreros, flamencos, gitanos).
Pintor que renueva la tradici¨®n, ha dicho de ¨¦l Juan Manuel Bonet, director del Museo Centro de Arte Reina Sof¨ªa, de Madrid, en el pr¨®logo de su biograf¨ªa.
Pegado a la luz
Situada completamente al margen de las modas, la pintura de Jes¨²s Montes se muestra siempre armoniosa, sensual, pegada a la luz, introspectiva en el retrato, derivando desde la figuraci¨®n hacia un encendido fauvismo que abrillanta la mirada de sus ¨²ltimos lienzos. As¨ª lo atestiguan las m¨¢s de 70 obras de reciente creaci¨®n expuestas en los salones y dependencias baztanesas de Karakoetxea, donde caballos, damas, bodegones y paisajes han perdido el miedo a la vor¨¢gine y lucen en el v¨¦rtigo de la pintura mat¨¦rica aplicada directamente de los tubos, con una gestual fuerza irrefrenable.
Convertido en explorador de los m¨¢s rec¨®nditos rincones de la magia baztanesa y de sus pueblos, Montes no ha renunciado nunca al viaje como experiencia pl¨¢stica. Tiene estudio abierto en Carmona, frecuenta Par¨ªs, pinta en su estudio de Ziga, pero el artista irun¨¦s regresa siempre a sus or¨ªgenes, a Hondarribia, a San Sebasti¨¢n, a Bilbao, a Bazt¨¢n, donde siempre ha expuesto aunando la buena escuela cl¨¢sica espa?ola con la modernidad en el marco del postimpresionismo y el fauve.
"La simplificaci¨®n formal de C¨¦zanne, el sintetismo de Gauguin, el movimiento quebrado de Van Gogh, el arabesco y sensual colorido de los fauves, el suave orientalismo de su lineatura, la fantas¨ªa de los na?fs y el expresionismo en el latido de la materia", enumera Ram¨®n Balasch al hablar del trabajo del artista. Todo tiene cabida en su obra, incluso la preservaci¨®n de la t¨¦cnica del monotipo (la estampaci¨®n de im¨¢genes a partir de l¨¢minas de metal o cristal) inventada en el siglo XVII por Benedeto Castiglione y con la que lograron estampaciones magn¨ªficas Degas, Marc Chagall, Picasso o Joan Mir¨®.
Cerca de 2.000 personas, seg¨²n Roberto Atencia, director del proyecto bibliogr¨¢fico y responsable de la casa-museo, han pasado ya este verano por Karakoetxea para conocer las pinturas de Montes y disfrutar del privilegiado entorno en que se exhiben.
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