El genio de Picasso visita la Grecia ol¨ªmpica
El Museo de Arte Moderno de la isla de Andros presenta una exposici¨®n sobre la influencia del mundo cl¨¢sico en el pintor malague?o.
Grecia siempre encontr¨® la manera de permanecer en su camino", dijo el Nobel de Literatura griego Odiseas Elitis cuando en 1950 se encontr¨® con Picasso en la localidad francesa de Vaulliris. M¨¢s de medio siglo despu¨¦s, con el pa¨ªs inmerso en su verano m¨¢s ol¨ªmpico, es el pintor malague?o quien se acerca a Grecia para recordar la influencia que el arte grecorromano tuvo en su obra.
Desde la tranquila y se?orial isla de Andros, la m¨¢s septentrional de las C¨ªcladas, la faceta griega de Picasso se proyecta al mundo. En el Museo de Arte Moderno Basili y Elisa Goulandri, desde el pasado 26 de junio y hasta el pr¨®ximo 26 de septiembre, 116 obras del pintor malague?o, entre las que se cuentan algunas tan conocidas como Hombre con oveja o Mujer con guitarra, invitan a descubrir hasta qu¨¦ punto el arte cl¨¢sico inspir¨® parte de la obra del genio del cubismo. Bajo el t¨ªtulo de Picasso y Grecia, la Olimpiada Cultural ha auspiciado esta exposici¨®n cuyas obras pertenecen en su totalidad al Museo Picasso de Par¨ªs.
Fueron la figura del minotauro y todos los mitos que la rodean los que m¨¢s fuerza tomaron en la obra picassiana
El recorrido, salpicado con estatuas, bajorrelieves, vasijas y cer¨¢micas cl¨¢sicas cedidas por el Museo Arqueol¨®gico Nacional, evidencia c¨®mo, desde bien joven y a lo largo de su prolongada carrera, el pintor malague?o encontr¨® en la Grecia cl¨¢sica un modelo y una fuente de inspiraci¨®n. La mitolog¨ªa, con la figura del minotauro en primer plano o el arte y la dramaturgia griega aparecen regularmente en la obra del autor de Las se?oritas de Avignon. Y lo hacen para poner de manifiesto las coincidencias iconogr¨¢ficas que existen entre el arte cl¨¢sico y el modernismo picassiano.
Poco importa que el pintor malague?o no pisara nunca tierras hel¨¦nicas. En sus primeros a?os de aprendizaje estudi¨® el arte cicl¨¢dico y mic¨¦nico, as¨ª como las principales estatuillas cl¨¢sicas. M¨¢s tarde, cuando a partir de 1900 se instal¨® en Par¨ªs, a trav¨¦s de sus visitas al Museo del Louvre, se acerc¨® a las vasijas antiguas, a las ¨¢nforas y los c¨¢ntaros de terracota y a todos los tipos de recipientes hallados en la Grecia antigua. Los traslad¨® a sus obras junto con algunas de las figuras que se encuentran en los frisos del Parten¨®n. Su obra Estudio a partir del Ilissos del Parten¨®n (Madrid, 1897) es un claro ejemplo de ello. Otras, como La fuente (Fontainebleau, 1921), Dos ba?istas (1921), Cabeza de mujer (Par¨ªs, 1921) o Mujer con guitarra (1924) pertenecen tambi¨¦n a su periodo m¨¢s cl¨¢sico.
Pero, sin duda, fue la figura del minotauro y todos los mitos que la rodean la que m¨¢s fuerza tom¨® en la obra picassiana. En su versi¨®n m¨¢s cl¨¢sica, a la manera de los ritos prehist¨®ricos en Creta, o en su forma espa?olizada, la corrida, el m¨ªtico monstruo aparece como s¨ªmbolo de fuerza, virilidad y poder, reinterpretado bajo el peculiar prisma picassiano.
A la figura del minotauro se consagr¨® Picasso en la d¨¦cada de los a?os treinta con obras como Cabeza de toro (Boisgeloup, 1931-32), Minotauro (1933), Minotauro violando a una mujer (Boisgeloup, 1933) o la espectacular Minotauromaquia (Par¨ªs, 1935).
Una d¨¦cada m¨¢s tarde, con la Guerra Civil, la Segunda Guerra Mundial y el Guernica (1937) frescos en la retina, Picasso, que no dud¨® en ceder su obra Cabeza de mujer (1939) para la causa griega contra el fascismo y el nazismo, recupera otro motivo cl¨¢sico: el mosjoforo o, lo que es lo mismo, el hombre que lleva a hombros un ternero. Con una peculiaridad: para una de sus esculturas m¨¢s conocidas, el pintor malague?o mud¨® el ternero por una oveja. El resultado, Hombre con oveja (Par¨ªs, 1943), se encuentra en Andros, junto a algunos de los casi cien estudios que el genio cubista desarroll¨® para esta obra. Como el resto de estas obras procede del Museo Picasso de Par¨ªs, que, en principio, tambi¨¦n ten¨ªa la petici¨®n de esta pieza para la gran exposici¨®n Picasso: guerra y paz, que se presenta hasta el 26 de septiembre en el Museo Picasso de Barcelona dentro de los actos del F¨®rum. El centro barcelon¨¦s ya lament¨® en su momento la ausencia de esta pieza que en la inauguraci¨®n fue sustituida por una reproducci¨®n tridimensional.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.