"Nadar con Phelps me ha perjudicado"

Todav¨ªa no hab¨ªa concluido sus lamentos cuando apareci¨® Carlos Subirana, el seleccionador espa?ol de nataci¨®n, y le dijo que finalmente entrar¨ªa en las semifinales. Olaf Wildeboer, de 21 a?os, tiene el r¨¦cord espa?ol de los 200 metros libre (1m 49,17s). Sin embargo, su marca en la serie que nad¨® por la ma?ana en la piscina ol¨ªmpica de Atenas fue mala. Se qued¨® en 1m 50,01s, mucho peor que el tiempo que le hab¨ªa clasificado. Fue el 17? y se qued¨® fuera de las semifinales. Pero luego, el alem¨¢n Jens Schreiber, que hab¨ªa sido octavo, decidi¨® retirarse por problemas f¨ªsicos. Y Olaf dio un salto de alegr¨ªa.

?Qu¨¦ fall¨®? Eso estaba tratando de analizar. Sin embargo, una cosa ten¨ªa clara. "Nadar en la misma serie que Michael Phelps me ha perjudicado", dijo el nadador espa?ol. "Lo hab¨ªamos hablado en varias ocasiones con mi entrenador y sab¨ªamos que para Phelps esa no era la prueba. Por tanto no deb¨ªa ser nuestro referente. Pero cuando una personalidad como ¨¦l salta a la piscina acapara todas las miradas, incluso las de sus rivales". Y Olaf no fue la excepci¨®n. Phelps lider¨® la serie, pero nad¨® lento (1m 48,4s). "Fue la peor serie entre las mejores. Y aquello me hundi¨® no s¨®lo a m¨ª, sino tambi¨¦n a los dem¨¢s, porque cre¨ªa que estar a 1,5s de ¨¦l me asegurar¨ªa las semifinales".

La experiencia de nadar a tres carriles de Phelps no fue positiva para ¨¦l. "Le ve¨ªa bastante cerca y cre¨ªa que tambi¨¦n yo iba muy r¨¢pido. Me confi¨¦". Pero no fue as¨ª. Phelps estaba entonces reserv¨®n porque sab¨ªa que a lo largo del d¨ªa deber¨ªa saltar a la piscina muchas otras veces y, algunas de ellas, con mucho m¨¢s compromiso. Parec¨ªa distante cuando entr¨® en la piscina. Y Olaf confirm¨® que el nadador estadounidense vive casi completamente aislado del resto de nadadores. "Le vemos poqu¨ªsimo", explic¨® el mayor de los Wildeboer. "Bueno, estos d¨ªas he coincidido algunas veces con ¨¦l en el comedor de la villa ol¨ªmpica y parec¨ªa bastante normal. Pero cuando compites con ¨¦l te das cuenta de que tiene varios c¨ªrculos de protecci¨®n y que le esconden incluso en el vestuario. El primero es su propio entrenador, que ya se preocupa de que siempre entrene cuando no le ve nadie. Pero adem¨¢s hay un grupo de personas a su alrededor que le ayudan y le aislan por completo".

Olaf confiesa que nunca ha hablado con ¨¦l personalmente, a pesar de competir ahora en la misma prueba, los 200 libre. "Sin embargo, le he preguntado algunas veces a Peter van den Hoogenband c¨®mo es y ¨¦l me asegura que es un buen t¨ªo", explica. "A m¨ª, la sensaci¨®n que me da es que en el equipo estadounidense hay reticencias hacia ¨¦l. Ahora mismo algunos de sus compa?eros se han quejado porque le han incluido en el relevo 4x100 a pesar de que no lo hizo en los trials americanos. Pero es l¨®gico que le den un trato preferencial".

Para Olaf competir en la prueba reina de la nataci¨®n mundial, donde se encuentran rivales de la calidad de Ian Thorpe, Van Googenband, Emiliano Brembilla, Klete Keller, Michael Phelps, Grant Hackett o Simon Burnett, no es ninguna tragedia. "Al contrario. Puedes saltar a la piscina sin ninguna presi¨®n", asegura. "Cada carrera es un reto porque luchas contra los mejores del mundo. Yo no puedo nadar contra ellos, sino contra un segundo grupo al que s¨ª puedo alcanzar".

Cuando se le pregunta si cree que Phelps conseguir¨¢ su reto de siete medallas de oro, Olaf responde que no. "No lo lograr¨¢. Fallar¨¢ en los 100 metros mariposa y en los 200 libre tampoco conseguir¨¢ el oro, aunque tal vez entre en las medallas".