Puerto exterior, discordia interna

El alcalde coru?¨¦s, el socialista Francisco V¨¢zquez, uno de los m¨¢s resistentes activos de la pol¨ªtica local socialista, pareci¨® sonar en algunos momentos de la etapa de Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez como candidato a titular de lo que entonces era la cartera de Obras P¨²blicas. Con o sin cartera, siempre tuvo, o se le supuso, una gran influencia en los asuntos de infraestructuras. Sin embargo, en los ¨²ltimos tiempos, lo que le quita el sue?o, seg¨²n ha confesado, son sus desacuerdos con el Ministerio de Fomento que rige su propio partido. Al antiguo alcalde conseguidor, la actual ministra Magdalena ?lvarez no le ha contestado siete cartas enviadas pidi¨¦ndole audiencia, seg¨²n afirma el remitente, que considera que eso "puede provocar una crisis institucional". Y todo por un proyecto codise?ado al alim¨®n con el anterior ministro, Francisco ?lvarez Cascos (PP): el puerto exterior de A Coru?a.

Fomento exige que en los terrenos del puerto actual se construyan viviendas sociales

El traslado del tradicional puerto en el interior de la r¨ªa a Punta Langosteira (Arteixo), a mar abierto en una de las zonas m¨¢s batidas de la costa espa?ola, naci¨® en 1995 como un proyecto con no demasiados visos de llevarse a cabo. De hecho, en 2001 el estudio de impacto ambiental fue rechazado por la Direcci¨®n General de Costas (y aprobado sin embargo por la Secretar¨ªa de Medio Ambiente). Pero el principal escollo fue el informe t¨¦cnico negativo que realiz¨® el Cedex, el Centro de Estudios y Experimentaci¨®n de Obras, dependiente de Fomento. Hasta que sucedi¨® la cat¨¢strofe del Prestige.

Durante esta crisis, V¨¢zquez fue el ¨²nico pero firme apoyo que tuvo el zarandeado PP en filas ajenas, hasta el punto de que el palacio municipal de Mar¨ªa Pita fue el lugar donde un Gobierno que aquellos d¨ªas no pod¨ªa pisar la calle en Galicia pudo celebrar un Consejo de Ministros. All¨ª, adem¨¢s de otorgar al alcalde la Gran Cruz de Isabel la Cat¨®lica, se decidi¨® realizar un estudio de viabilidad del puerto de Punta Langosteira. "Si yo tambi¨¦n hubiese salido a la calle, no habr¨ªa puerto exterior", confes¨® posteriormente V¨¢zquez en La Voz de Galicia, al tiempo que revelaba que, espiando las fotocopiadoras municipales, descubri¨® que el Plan Galicia dise?ado para aplacar las iras ciudadanas no inclu¨ªa el puerto, y se enfrent¨® con el jefe de gabinete del vicepresidente Mariano Rajoy, Francisco Villar. Los gritos interiores del alcalde y los exteriores de miles de manifestantes lograron arrancar el compromiso de estudiar el tema.

Transcurri¨® un a?o largo de estudios y declaraciones de diversos estamentos proclamando el proyecto como un polo de atracci¨®n para grandes inversiones internacionales, la alternativa del Atl¨¢ntico sur a los grandes puertos del norte de Europa, el fin de los problemas de seguridad mar¨ªtima y medioambiental, la garant¨ªa del desarrollo urban¨ªstico de la ciudad y, de paso, una soluci¨®n para el puerto coru?¨¦s (cuyos beneficios netos llevan descendiendo desde 1995). El proceso culmin¨® el 2 de febrero, cuando Fomento, la Autoridad Portuaria y los ayuntamientos de A Coru?a y Arteixo firmaron el convenio para la construcci¨®n de las nuevas instalaciones.

Con todos los vistos buenos oficiales, la d¨¢rsena de Punta Langosteira ser¨ªa un alarde de ingenier¨ªa, un dique de 3.600 metros de largo y la altura de un edificio de 16 plantas que resistir¨ªa olas de 27 metros y podr¨ªa acoger petroleros de 200.000 toneladas. Estar¨ªa terminado en 2013 (las condiciones del mar s¨®lo permiten trabajar 90 d¨ªas al a?o) y costar¨ªa 630 millones de euros: 265 millones correr¨ªan a cargo de la UE, 159 los aportar¨ªa la Autoridad Portuaria de A Coru?a y el resto se sacar¨ªa de las ventas de buena parte del actual puerto (los muelles de Bater¨ªa, Calvo Sotelo, San Diego, la terminal petrolera y la estaci¨®n de mercanc¨ªas de Renfe). Son 430.000 metros cuadrados en pleno centro y al lado del mar, en una ciudad que ha agotado pr¨¢cticamente su suelo edificable. Fomento pondr¨ªa 45 millones para viales. Despu¨¦s de la firma, el alcalde de A Coru?a regal¨® a Cascos una reproducci¨®n del reloj del Obelisco que preside el centro de A Coru?a. "La ciudad tiene contigo una deuda impagable". "Esto cerrar¨¢ muchas bocas", le dijo.

En realidad, todas se abr¨ªan a favor del proyecto. ?nicamente, con la boca peque?a, el BNG criticaba el escaso esfuerzo financiero del Estado, y la operaci¨®n urban¨ªstica que supon¨ªa desafectar terrenos p¨²blicos para construir viviendas de lujo. "Si es una obra de inter¨¦s general, lo l¨®gico es que la sufrague el Estado. En Madrid no han tenido que vender la Castellana para financiar el nuevo Barajas o la M-40", aseguraba el portavoz municipal nacionalista, Henrique Tello. Tambi¨¦n Greenpeace ha calificado sin rodeos al proyecto de "nocivo" y de "mera operaci¨®n urban¨ªstica especulativa".

Pero el n¨²cleo duro de los incr¨¦dulos es la propia gente del mar. Tanto Benigno S¨¢nchez Leb¨®n, ex pr¨¢ctico mayor jubilado, como su sucesor, Evaristo Landeira, han cuestionado el proyecto. Pero las dudas no asaltan s¨®lo a los pr¨¢cticos, que por otra parte no han sido consultados para el estudio de viabilidad t¨¦cnica. Tres d¨ªas despu¨¦s de la hist¨®rica firma, ?lvarez Cascos reconoc¨ªa que todav¨ªa no hab¨ªa solicitado a la UE los fondos necesarios y aseguraba que lo har¨ªa en el mes en curso. Lo acab¨® haciendo su sucesora, Magdalena ?lvarez. Pese a tener la financiaci¨®n en el aire, la Autoridad Portuaria aprob¨® el 23 de febrero el proyecto t¨¦cnico y el pliego de condiciones para licitar la obra, en aparente contradicci¨®n con la Ley de Contratos de las Administraciones P¨²blicas (que, obviamente, obliga a disponer del dinero para poder contratar). V¨¢zquez encarg¨® al prestigioso urbanista Joan Busquets el dise?o de lo que el alcalde ha denominado "el definitivo sky line de la ciudad".

El 28 de julio se abrieron las plicas y se revel¨® que optan a construir el puerto las cinco grandes constructoras, unidas en tres grupos (Necso-FCC-Ferrovial, ACS-Dragados y Sacyr Vallehermoso). El consejero de Pol¨ªtica Territorial, Alberto N¨²?ez Feijoo, y V¨¢zquez coincidieron en que la alta cualificaci¨®n de los concursantes garantiza la viabilidad t¨¦cnica del proyecto. Y es que, medio a?o despu¨¦s de que A Coru?a contrajera la deuda con Cascos, no todos tienen clara la viabilidad: ni la t¨¦cnica, ni la financiera ni la urban¨ªstica.

A pesar de la firme garant¨ªa del entonces ministro de Fomento, el Cedex, el mismo organismo que en 2001 hab¨ªa desaconsejado el proyecto por estar "al l¨ªmite de la viabilidad", contin¨²a realizando pruebas "tras haber constatado problemas en el dise?o inicial". La viabilidad financiera depende de la decisi¨®n sobre los fondos de cohesi¨®n que adopte Bruselas en octubre, y hace un mes, seg¨²n fuentes de la Comisi¨®n, el director general de Pol¨ªtica Regional, Ranieri di Carpegna, ya inform¨® al Ministerio de Econom¨ªa de que no era posible contraer compromisos m¨¢s all¨¢ de 2006, "por lo que siete de las anualidades previstas en el plan financiero no podr¨ªan ser comprometidas".

La tercera pata de la viabilidad, la urban¨ªstica, choca con la actual pol¨ªtica de Fomento, cuya titular ya ha dejado claro que no es muy partidaria de vender suelo p¨²blico para otros destinos que no sea edificar viviendas sociales. Francisco V¨¢zquez atribuy¨® p¨²blicamente las dudas sobre el proyecto a las maquinaciones del actual secretario de Estado de Transporte, Fernando Palao, para favorecer la ampliaci¨®n del puerto de Gij¨®n, del que fue presidente. Tambi¨¦n al diputado del BNG Francisco Rodr¨ªguez, cuyas interpelaciones, dirigidas a da?ar el proyecto, desvelaron las dudas de Fomento. El 2 de agosto se cumpl¨ªa el plazo que los cuatro firmantes del convenio del 2 de febrero se hab¨ªan dado para ratificarlo. Fomento anunci¨® que retrasar¨ªa su decisi¨®n hasta septiembre. "Fomento no tiene que ratificar nada, es un convenio en el que se ha comprometido el Gobierno de Espa?a, sea el que sea", declar¨® entonces V¨¢zquez. Una semana despu¨¦s reconoc¨ªa que esperaba contestaci¨®n de la ministra a sus cartas. Seg¨²n Fomento, esas misivas no son siete y ya han tenido respuesta, pero no la esperada: le ofrecen renegociar el convenio, con la participaci¨®n del Ministerio de Vivienda.