Tecnolog¨ªa de servicio p¨²blico
Un taxista de Granada evit¨® una agresi¨®n en su veh¨ªculo gracias al GPS del que dispone la flota de la ciudad
Las ciencias adelantan que es una barbaridad. Antonio, un taxista de Granada con 29 a?os de experiencia a sus espaldas es un ejemplo de c¨®mo las nuevas tecnolog¨ªas pueden ponerse al servicio de las demandas de seguridad del colectivo de taxistas.
La localizaci¨®n por sat¨¦lite que permite el nuevo sistema de gesti¨®n integral puesto en marcha por la Gremial del Taxi granadina hace dos a?os, le evit¨® a este taxista (que prefiere ocultar su identidad) ser objeto de un robo y, qui¨¦n sabe si de una posible agresi¨®n. Adem¨¢s, el "aparato" contribuy¨® a detener al individuo. Ahora est¨¢ entre rejas porque a un compa?ero, la noche anterior, le hab¨ªa robado y amenazado con un cuchillo.
Todo ocurri¨® una tarde a comienzos de a?o. Una pareja requiri¨® sus servicios y el aspecto de los clientes ya le llam¨® la atenci¨®n. Seg¨²n sospecha el taxista, intentaron vender unos objetos para conseguir dinero mientras ¨¦l esperaba en la calle, tras una primera carrera. No consiguieron nada y se dirigieron -taxista y viajeros- hasta una oficina de cambio de divisas. Se baj¨® la chica y solo volvi¨® con seis euros.
En los siguientes segundos, el conductor not¨® reacciones raras del hombre, una actitud sospechosa y comentarios con la mujer. El desarrollo de los acontecimientos -incluyendo un nuevo destino hacia un lugar conflictivo de la ciudad- provoc¨® que Antonio activara sus sistema de alarma (que no quiere revelar).
Gracias al sistema de gesti¨®n integral y localizaci¨®n por sat¨¦lite (GPS) instalado hace dos a?os por la Gremial del Taxi de Granada en el 95% de los coches, desde la central pudieron llamar a la polic¨ªa. El sistema permite hacer un seguimiento en una pantalla de ordenador de los movimientos del veh¨ªculo.
Adem¨¢s, tambi¨¦n fue posible anular el receptor de radio del coche de Antonio, por lo que todos sus compa?eros estaban al tanto de lo que pasaba sin que en el veh¨ªculo de taxista pudiesen escucharse sus conversaciones. As¨ª no se alertaba a los viajeros.
Cerca del destino, y conociendo su trayectoria, la polic¨ªa mont¨® un control de seguridad y el hombre se tir¨® del coche cuando ¨¦ste todav¨ªa circulaba por la calzada. Tras una persecuci¨®n, el individuo fue detenido. All¨ª mismo, fue reconocido por otro taxista al que, seg¨²n su testimonio, la noche anterior hab¨ªa robado y amenazado con un cuchillo. Al d¨ªa siguiente, un juez lo conden¨® a dos a?os de prisi¨®n.
C¨®mo funciona
Antonio afirma que desde que instal¨® en su veh¨ªculo el nuevo sistema integral de gesti¨®n, que incluye la localizaci¨®n del veh¨ªculo mediante GPS, se siente m¨¢s seguro y el trabajo es m¨¢s c¨®modo. El sistema no solo permite usar su localizaci¨®n inmediata para momentos de crisis. Ayuda tambi¨¦n a mejorar el servicio diario, ya que sirve para atender las demandas telef¨®nicas de los clientes.
El uso del GPS requiere que la ciudad sea previamente cartografiada de forma digital. Entonces se procede a dividirla en microzonas. Cada llamada recibida en la central que coordina la flota de taxis es atendida autom¨¢ticamente por un ordenador que dirige la petici¨®n de servicio solo a los veh¨ªculos libres en esa microzona. Si la demanda tiene que realizarse por radio, s¨®lo escuchan el mensaje de la operadora los taxis que est¨¢n libres en ese per¨ªmetro. Se incorpora asimismo una peque?a impresora que permite dar resguardos del viaje de forma inmediata y autom¨¢tica. Adem¨¢s, calcula los kil¨®metros y el total de lo recaudado al final de la jornada. Tambi¨¦n permite el pago con tarjeta de cr¨¦dito, aunque s¨®lo suela utilizarse en trayectos largos.
Antonio se siente satisfecho con este sistema integral de gesti¨®n y, desde luego, m¨¢s seguro. Fue instalado hace dos a?os y su financiaci¨®n, en gran parte, corri¨® a cargo de fondos de la Uni¨®n Europea gestionados por el entonces Ministerio de Ciencia y Tecnolog¨ªa. La aportaci¨®n de los taxistas fue peque?a y corri¨® a cargo de la Caja Rural de Granada, que permite el pago fraccionado mediante intercambio de publicidad.
Salvavidas y herramienta
A ra¨ªz del asesinato de su compa?ero el pasado domingo, lo que el colectivo de taxistas de Sevilla pide es sencillo: en caso necesario, quieren ser localizados en todo momento y lugar. Gracias a la tecnolog¨ªa GPS (Sistema de Posicionamiento Global) esto es posible.
Su funcionamiento depende de la red de 24 sat¨¦lites artificiales Navstar que orbitan la Tierra. ?stos emiten continuas se?ales que son recibidas por aparatos colocados en el interior de los veh¨ªculos y que reenv¨ªan, cada 20 segundos, a una central. Por medio de esta triangulaci¨®n puede averiguarse la situaci¨®n del taxista en el mapa. Los coches tienen adem¨¢s un dispositivo de alarma camuflado que alerta a la central de forma inmediata. Su seguimiento por sat¨¦lite permite a la polic¨ªa dar con ellos en todo momento.
Los taxistas sevillanos no reivindican otras aplicaciones del GPS como la colocaci¨®n en el salpicadero de una pantalla que indique su situaci¨®n, la de sus compa?eros y los clientes; un aparato para cobros con tarjeta y una impresora para recibos. El coste por veh¨ªculo ronda los 1.800 euros. Hay que sumar 180.000 para un centro de control y otros 90.000 euros para infraestructuras de repetidores.
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