Sin pistas sobre las dos obras de Munch, que no ten¨ªan seguro
Transcurrido un d¨ªa y medio del robo a mano armada en el Museo Munch de Oslo, la polic¨ªa noruega no ten¨ªa ayer ninguna pista sobre el destino de las obras robadas, 'El grito' y 'Madonna', las m¨¢s relevantes de toda la producci¨®n de Munch.
La direcci¨®n del museo de la capital noruega formul¨® ayer, a trav¨¦s de los medios, una exhortaci¨®n p¨²blica a los ladrones, encareci¨¦ndoles un cuidadoso tratamiento de los cuadros del artista Edvard Munch (1863-1944). Las estimaciones actualizadas de los expertos adjudican un valor a las obras robadas de unos 60 millones de euros (El grito) y unos 12 millones de euros (Madonna). La versi¨®n de El grito sustra¨ªda el domingo en el Museo Munch no es la ¨²nica que pint¨® el artista noruego; la m¨¢s famosa es la que guarda la Galer¨ªa Nacional de Oslo, que tambi¨¦n fue robada en febrero de 1994, aunque recuperada por la polic¨ªa tres meses despu¨¦s.
El temor a que las obras sufran alg¨²n da?o irreparable es la mayor preocupaci¨®n desde que se encontraron los marcos. Ello, sumado a las caracter¨ªsticas del robo, demostrar¨ªa la poca "profesionalidad" de sus autores.
Un dato nuevo aportado por la polic¨ªa es que los ladrones se comunicaban entre s¨ª en noruego durante el asalto, lo que descartar¨ªa la hip¨®tesis de una conexi¨®n extranjera, pero no el que los cuadros puedan haber sido sacados de Noruega.
El conocimiento de que las obras no estaban aseguradas contra robo, aunque s¨ª contra incendios y eventuales da?os por humedad, porque las autoridades municipales lo consideraron muy costoso, ha desatado las cr¨ªticas contra las autoridades de una opini¨®n p¨²blica muy conmocionada por el robo de las obras maestras del artista m¨¢s emblem¨¢tico del pa¨ªs. Se recuerda que cuando Munch leg¨® toda su obra a la ciudad de Oslo nunca se habr¨ªa imaginado que al menos las m¨¢s relevantes no ser¨ªan aseguradas a todo riesgo. La ciudad agradeci¨® el legado construyendo en 1963 el museo que lleva su nombre.
Entre las especulaciones que se manejan en torno al robo, una de las m¨¢s cre¨ªbles es la de Tommy Lindstr?m, un ex jefe de la polic¨ªa sueca que tuvo una activa participaci¨®n en la recuperaci¨®n de seis obras de Picasso y dos de George Braque que fueron robadas, en el mejor estilo Rifif¨ª, mediante la construcci¨®n de un agujero en el techo del Museo de Arte Moderno de Estocolmo en noviembre de 1993.
Seg¨²n Lindstr?m, que es considerado un especialista en este tipo de delitos, los autores del robo en Oslo, no son "expertos" sino simples ladrones que han perpetrado, con m¨¦todos violentos, el secuestro de las obras por las que van a solicitar un gruesa suma de dinero al Estado noruego.
Niclas Forsman, director de una empresa de subasta de obras de arte, al igual que los expertos noruegos, considera imposible que obras tan conocidas puedan ser vendidas por ninguna de las v¨ªas habituales.
Lindstr?m, por su parte, sostiene que probablemente transcurran d¨ªas o semanas antes de que los ladrones den se?ales buscando contactos para la formulaci¨®n de alguna propuesta del canje de las obras por dinero.
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