Maltrato comercial a una mujer

El pasado d¨ªa 19 de agosto tuve un incidente muy desagradable con un relojero. Entr¨¦ a cambiar la correa del reloj y este se?or al coger el reloj rompi¨® accidentalmente el cristal del mismo. Los peque?os cristales al entrar en la esfera detuvieron la marcha de la maquinaria. Le hice la reclamaci¨®n oportuna y no s¨®lo no asumi¨® su culpabilidad, sino que me ech¨® de su establecimiento llen¨¢ndome de improperios.

Acud¨ª al agente que estaba de guardia en la puerta de Gobernaci¨®n, que me aconsej¨® que volviera y le pidiera una hoja de reclamaci¨®n. As¨ª lo hice, y solt¨¢ndome un manotazo me la entreg¨®, no sin antes advertirme de que ya se enterar¨ªa de mi domicilio y que vendr¨ªa a visitarme. Todo ello en tono amenazante e insultante.

Volv¨ª al agente, que amablemente me indic¨® que localizara a una pareja de agentes por la zona y les explicara el asunto. Los encontr¨¦ y con ellos regres¨¦ al citado establecimiento. Delante de ellos neg¨® la evidencia (parece ser que yo llevaba el cristal roto y s¨®lo quer¨ªa cambiar la correa).

Dijo que esto, y otras cosas, pondr¨ªa en el recuadro de alegaciones que ¨¦l tendr¨ªa que rellenar. Al requerirle el tel¨¦fono del establecimiento y siempre delante de los agentes, en una actitud totalmente chulesca y de burla, dijo que si quer¨ªa el n¨²mero del m¨®vil para quedar m¨¢s tarde.

Jam¨¢s me he sentido tan vejada y humillada y con un trato discriminatorio por esta especia de fauna, que afortunadamente, quiero creer que est¨¢ en fase de extinci¨®n. Los agentes me aconsejaron que acudiera a la Oficina del Consumidor, lo que sin duda har¨¦ para evitar que se cometan atropellos como el m¨ªo.