El pa¨ªs se abraza a 'los leones'

Huevos y coraz¨®n. Despu¨¦s de la hist¨®rica victoria de Argentina frente a Estados Unidos, los jugadores se saludaban entre s¨ª llevando sus dos manos al pecho y formando un c¨ªrculo con los ¨ªndices y los pulgares. Huevos y coraz¨®n. ?sa hab¨ªa sido, en s¨ªntesis, la estrategia que se dieron en la intimidad para hacer funcionar la t¨¢ctica. Argentina, que perdi¨® la final del Mundial hace dos a?os en Indian¨¢polis frente a Yugoslavia, no alcanzaba la final ol¨ªmpica de baloncesto desde 1952, en Helsinski.

El equipo, los jugadores, el entrenador, los aficionados, quer¨ªan medalla y revancha, en ese orden, antes de comenzar el torneo. La revancha contra el campe¨®n, que representa ahora Serbia y Montenegro, la tuvieron de inmediato, en la primera jornada, cuando Ginobili convirti¨® una canasta en el ¨²ltimo segundo del juego. Ahora ya consiguieron la medalla. El partido se sigui¨® por las retransmisiones de radio y televisi¨®n como si fuera uno de f¨²tbol. Las l¨¢grimas de Oberto, el coraje de Ginobili, el car¨¢cter de Nocioni, las canastas de Herrmann, conmov¨ªan a los relatores, a los oyentes y a los espectadores. "?El pa¨ªs se abraza con ellos!", dec¨ªa un comentarista, ahogado por la emoci¨®n.

Hasta ayer, el equipo nacional de baloncesto de Argentina no era reconocido con un sobrenombre animal, costumbre iniciada con Los Pumas tras una hist¨®rica gira del equipo de rugby por Sur¨¢frica y seguida luego con Las Leonas del hockey hierba. Pero anoche, en las calles, a¨²n antes de que los peri¨®dicos confirmaran el bautismo, los jugadores de baloncesto ya eran para siempre Los Leones.

Hab¨ªa coraz¨®n y coraje en la bronca de Oberto cuando se lesion¨® la mano izquierda y tuvo que salir del campo. El estado de tensi¨®n y la concentraci¨®n se advert¨ªa en las reacciones, la fuerza en la disputa de cada bola, el festejo de todos despu¨¦s de cada canasta. Hace dos a?os, en Indian¨¢polis, cuando Argentina fue el primer equipo en derrotar a un EE UU profesional en un Mundial, el triunfo fue considerado como la victoria de los sue?os. Ayer, en Grecia, cuando Argentina venci¨® nuevamente y dej¨® fuera de la final ol¨ªmpica por primera vez a un equipo formado por jugadores de la NBA, ya no quedan dudas de que es el resultado de una realidad basada en a?os de trabajo.

Ahora que Los leones ya entraron en la leyenda del deporte argentino, es el momento de recordar al primero de todos, Le¨®n Najnudel. Un entrenador que hace veinte a?os atraves¨® las arenas del desierto baloncesto argentino promoviendo la organizaci¨®n de una Liga Nacional que abriera la competici¨®n del c¨ªrculo cerrado de Buenos Aires a todo el pa¨ªs. Le¨®n se revolv¨ªa, gritaba, propon¨ªa, luchaba para que en ese deporte se hiciera la revoluci¨®n reclamada y demorada en el f¨²tbol. Y all¨ª est¨¢ hoy la Liga en acci¨®n, promoviendo jugadores de calidad que, alcanzan el m¨¢ximo grado de rendimiento cuando terminan de formarse en la competici¨®n europea.