Inventar el circo en Guinea-Conakry

?Qu¨¦ se puede hacer cuando uno quiere filmar una road movie circense por las aldeas de Guinea-Conakry y en ese pa¨ªs no existe el circo? Pues es f¨¢cil: crear uno. Eso es lo que hizo el cineasta franc¨¦s Laurent Chevalier con la ayuda de Pierrot Bidon, un aut¨¦ntico experto en la materia. Corr¨ªa el a?o 1998 y Bidon se dedic¨® a recorrer todas las escuelas p¨²blicas de danza de Conakry, la capital del pa¨ªs, seleccionar a los mejores alumnos y entrenarlos en una disciplina hasta entonces desconocida para ellos: las acrobacias a¨¦reas. Tras casi dos a?os de trabajo, en 2000 nac¨ªa el primer circo del ?frica subsahariana, el Circo Baobab.

Pero las peculiaridades y extravagancias de estos guineanos no terminan aqu¨ª. En este espect¨¢culo circense no hay carpa. Su sustituto es un enorme ¨¢rbol artificial de 15 metros, un baobab, sobre el que los artistas realizan sus acrobacias, o mejor dicho, travesuras. "Como en ?frica hace mucho calor, hubiera sido un desprop¨®sito crear una carpa", cuenta Bidon, "y decidimos hacer los n¨²meros encima de un ¨¢rbol, el lugar habitual de reuni¨®n de los guineanos".

Le singe de so dyeu es el espect¨¢culo que el artista franc¨¦s ha creado para el F¨®rum. De una hora de duraci¨®n, las acrobacias a¨¦reas de los artistas discurren acompa?adas por una orquesta de djemb¨¦s y dum-dums, y la exquisita voz de cuatro mujeres. Una aut¨¦ntica fusi¨®n entre una nueva disciplina y las tradiciones m¨¢s arraigadas de este pueblo. En la segunda parte, los artistas bajan del ¨¢rbol y se lanzan a hacer un sinf¨ªn de piruetas y danzas al ritmo de la percusi¨®n. El resultado, un espect¨¢culo trepidante y ex¨®tico. Pura magia.